jueves, 27 de enero de 2011

Algo huele a podrido en Túnez


Encender el televisor, abrir las páginas de un periódico o leer las últimas noticias en Internet son actos cotidianos para gran parte de los ciudadanos. Lo que por desgracia no es tan cotidiano es hacerlo con una mínima capacidad de análisis critico e intentar que nuestro cerebro no sea un mero vertedero de datos, que no siempre son tratados con seriedad y a menudo están abiertamente manipulados.

Esta visión crítica que consiste simplemente en intentar filtrar las noticias a través del menos común de los sentidos, el sentido común, puede darnos tres resultados básicos.

1) Los acontecimientos ofrecidos por los medios de información nos parecen ciertos y la interpretación que se hace de los mismos nos parece correcta.

2) A la luz de los acontecimientos las conclusiones que se nos ofrecen sencillamente no terminan de encajar, con lo que podemos deducir que o bien se nos están omitiendo datos o bien se están falseando las conclusiones (posiblemente ambas cosas). No terminamos de ser capaces de acertar con lo que verdaderamente está pasando, pero sí sabemos algo: no conocemos toda la verdad.

3) Es muy similar a la numero dos, pero en este caso sí somos capaces de intuir lo que verdaderamente ocurre y podemos elaborar una teoría que explica los acontecimientos de forma bastante más plausible que la versión que ofrecen los medios de comunicación.

En lo referente a los recientes acontecimientos acaecidos en el Túnez y Egipto tengo que confesar que me encuentro en el supuesto numero dos. No, no sé lo que está pasando, pero la versión oficial chirría por todas partes, permítanme que me explique.

Hasta hace dos días como quien dice, se nos vendía que Túnez y Egipto eran los dos países mas prooccidentales y más estables de la región. Eran dos de los pocos aliados mínimamente fiables que los países occidentales teníamos en la zona.

Túnez se nos presentaba como un país muy seguro y sin duda lo era. Se nos animaba a hacer turismo en él y no pocos europeos lo hemos visitado. Su gobierno se nos describía como cuasi occidental, un gobierno laico a pesar de ser un país mayoritariamente musulmán. La integración de la mujer en todos los campos era más que respetable (recordemos que en las Universidades de Túnez había más mujeres que hombres) y como anécdota les contaré que a mi llegada a Túnez al mando de los policías de aduanas que revisaban la documentación se encontraba una mujer.

Veamos un par de datos más que sin ser trascendentes nos darán una idea de la tolerancia de Túnez, máxime si la comparamos con otros países islámicos, ¿Sabía usted que en Túnez se celebra la fiesta de la vendimia y tiene una producción de vino nada despreciable? Vino que lógicamente los tunecinos consumen con cierta normalidad. Lo mismo ocurre con la cerveza, existen varias marcas locales que se pueden encontrar en cualquier bar o restaurante tunecino y todo esto en un país mayoritariamente islámico, religión que restringe el consumo de alcohol y supedita la mujer al hombre.


En definitiva, el recién derrocado gobierno tunecino habrá cometido errores económicos (sinceramente lo desconozco) pero es indiscutible que durante décadas ha ayudado a alumbrar una sociedad infinitamente más tolerante, liberal y de pensamiento más prooccidental que la existente en la mayoría de los países de su entorno.

¿Cómo es posible pues que los medios de comunicación estén jaleando el derrumbamiento de los dos gobiernos que durante décadas han sido los más estables, los más moderados y nuestros mejores aliados en la toda esta zona del mundo?

Reconocerán que lanzar las campanas al vuelo por la pérdida de nuestros principales aliados es cuando menos extraño, y que la caída de los dos gobiernos que más estabilidad ofrecen en una zona que es un auténtico polvorín lo es todavía más.

No acabo de ver la jugada, pero algo huele mal en todo esto, da la impresión de que alguien se está tomando la molestia de desestabilizar la zona y no termino de ver claro la finalidad.

Pero la caída del gobierno tunecino y los intentos que se están haciendo para que le siga el gobierno egipcio, lejos de despertar la alegría con que las televisiones nos lo están presentando, me parece altamente preocupante.

En Túnez el occidental era bien recibido, en Túnez la mujer goza de mejor situación que en cualquier país árabe, Túnez tiene un gobierno laico en un entorno de fanatismo religioso, Túnez limita a tres el número de hijos y no supone una bomba demográfica que amenace Europa. Los tunecinos tienen el nivel de educación más alto de toda África, el cuarenta por ciento de los abogados y jueces de Túnez son mujeres, Túnez tiene abolida la poligamia, entonces...

¡Alguien puede explicarme qué alimenta la sonrisa idiota de las presentadoras del telediario cuando cuentan alborozadas que su gobierno ha caído!

Para colmo de males y para terminar de intranquilizarme hoy me encuentro en la red una noticia que parece no interesar a la mayoría de los medios de comunicación.

Libia acusa al Mossad y a Marruecos de estar detrás de las revueltas de Túnez. (Gaddafi advirtió al pueblo tunecino de no dejarse “manipular” por iniciativas occidentales).

Algunos medios de comunicación (por supuesto no los españoles) también han destacado la Preocupación en Túnez por posibles injerencias de Estados Unidos.



Sin duda algo huele a podrido en esta historia.

miércoles, 26 de enero de 2011

Pueblo versus Población


En ocasiones la actualidad nos enfrenta a situaciones que deberían hacernos reflexionar. Todos hemos podido ver las terribles inundaciones sufridas en Australia. Las imágenes trasmitidas por todas las cadenas de televisión eran realmente impresionantes, la superficie inundada superaba en extensión a Francia y Alemania juntas. Sin duda un desastre de proporciones bíblicas, con daños difícilmente cuantificables pero que ascenderán a cifras astronómicas.

No obstante no es la dimensión de lo ocurrido lo que me ha hecho reflexionar. Lo que realmente me ha hecho reflexionar, y creo que debería hacernos reflexionar a todos, es lo ocurrido cuando las aguas han empezado a retroceder.

No, no han comenzado los saqueos a los que nos tienen acostumbrados en otros puntos del globo como en Brasil, donde tras las últimas inundaciones casi simultáneas a las de Australia el pillaje, el saqueo y la violencia se apoderaron del desolado paisaje dejado por las inundaciones. O en Haití, donde la policía y las tropas internacionales tuvieron que aplicarse a fondo para controlar los saqueos y crímenes de todo tipo que se estaban produciendo, y a día de hoy siguen produciéndose.

En Australia la imagen ha sido bien distinta, un auténtico ejército de voluntarios que algunas fuentes cifran en 150.000 personas armadas con cubos, palas y cepillos, se han lanzado a limpiar calles, casas y comercios para reparar los efectos devastadores de las inundaciones. Llegaban de todos los puntos, en autobús, en coche, o como podían, para limpiar casas que no eran las suyas, calles que no son las calles en las que viven, comercios que no eran sus comercios...

La respuesta fácil y rápida es pensar que la diferencia estriba en la pobreza o riqueza de los lugares donde han ocurrido las catástrofes, pero cuando contemplamos las noticias posteriores al paso del huracán Katrina por la ciudad de Nueva Orleans, una gran urbe del país más rico del mundo, la teoría de que la diferencia de comportamiento estriba en la pobreza del país se desmorona.

En referencia a Nueva Orleans podíamos leer noticias como ésta:

"Los saqueos también se hicieron frecuentes, hasta tal punto que las autoridades decidieron militarizar la ciudad. El miércoles, las operaciones de rescate fueron suspendidas después de que se oyeran disparos desde el Superdomo, que al parecer iban dirigidos a los helicópteros. El Pentágono enviará 45.000 efectivos de la Guardia Nacional, cuya misión será el reparto de la ayuda y el mantenimiento del orden. Por ahora, 300 soldados, provenientes de Iraq, han ingresado en la ciudad armados con fusiles M-16 con la orden de "tirar a matar" a los posibles saqueadores."

Por otra parte no sólo hay ejemplos de que tras una catástrofe los saqueos y las oleadas de crímenes pueden surgir en países ricos, es que además hay innumerables noticias en nuestras hemerotecas acerca de catástrofes en países asiáticos donde podemos comprobar cómo normalmente, a pesar de su pobreza, no padecen estas olas de violencia que empeoran el drama vivido.

Parece pues que el nivel de riqueza puede influir en la reacción de la población, pero no es ni mucho menos el factor determinante.

Esto es lo que me ha animado a reflexionar, creo que es importante averiguar el por qué de reacciones diametralmente opuestas.

Cómo es posible que veamos a decenas de miles de australianos, la mayoría de ellos con una vida acomodada y que nunca han empuñado una pala, acudir en masa a retirar el barro y a reparar los destrozos, cuando la riqueza e infraestructuras de su país podría invitarles a pensar bueno yo ya pago muchos impuestos y para solventar estas emergencias ya vendrán los servicios de limpieza, protección civil y el ejercito a resolver la situación.



Y sin embargo en Haití esta imagen de decenas de miles de haitianos acudiendo en masa a retirar escombros etc. no se ha producido, cuando habría sido más lógico teniendo en cuenta que no creo que dejaran de hacerlo confiando en un despliegue de medios sin precedentes por parte de sus autoridades. Y no, no estoy hablando de cirujanos, arquitectos y personal cualificado, para eso está claro que necesitan de ayuda internacional. Hablo de miles de ciudadanos con palas, carretillas y cepillos retirando escombros y construyendo refugios algo más sólidos que un simple plástico.

¿A ustedes no les sorprende que un año y medio después siguen bajo los plásticos? No digo que se hagan un adosado ni nada parecido pero ¿en año y medio no han sido realmente capaces de hacer algo más sólido para resguardar a su familia? Yo no soy ningún manitas pero creo honestamente que en año y medio sería capaz de hacer algo más que poner un simple plástico para guarecer a mi familia y esperar sentado debajo a que la ayuda internacional me dé las llaves de un piso.

Estoy seguro de que en pocas semanas los australianos habrán borrado las señales más evidentes de la catástrofe. Tampoco tengo ninguna duda de que los haitianos tardarán años en conseguirlo y cuando lo consigan será a base de cooperantes internacionales. Lamento lo ocurrido a los haitianos y entiendo su necesidad de ayuda internacional pero... ver un poco de laboriosidad y esfuerzo por su parte sería de agradecer.

Pero al parecer los varones haitianos han preferido dedicarse a otras actividades.

En fin, centrémonos en los australianos, porque es lo verdaderamente interesante de esta historia, todo un ejemplo a seguir. Creo que los australianos han demostrado ser un pueblo, un autentico pueblo, y es que un pueblo no es algo abstracto, ni el patriotismo es una mera palabra grandilocuente y vacía de contenido.

Los australianos son un gran pueblo, un pueblo unido, y lo acontecido es fruto de esa unidad, de esa conciencia colectiva según la cual lo que les pasa a mis compatriotas no me resulta indiferente porque son mi gente. Vean este vídeo en el que ante la interpretación de una melodía tradicional australiana, Waltzing Matilda, el público tiene una conmovedora y emotiva reacción. Sin duda el alma de los australianos late al unísono y se enorgullecen de ello.



Me resulta imposible imaginare una situación similar entre los españoles. Siento que nos han robado algo, algo importante, valioso, irremplazable. Los nacionalismos locales, el quebranto de los valores antaño compartidos, la torre de Babel en que nos ha convertido la inmigración y los memos que se dicen ciudadanos del mundo, como si los patriotas viviéramos en Marte, han fraccionado la sociedad hasta el punto de convertimos en mera población, en un grupo de personas inconexas que habitan en un mismo territorio e indiferentes al destino de los que nos rodean.

Cuando llegan tiempos difíciles un pueblo, tu pueblo, es la mejor protección, un grupo humano capaz de auto protegerse y de reaccionar al unísono como un solo hombre, con un solo corazón por el bien de la comunidad. Pero cuando el pueblo deja de ser pueblo y se convierte en población se transforma en una jauría humana de la que hay que protegerse.

Por desgracia en España el individualismo de los neoliberales, el internacionalismo marxista, los nacionalismos periféricos y la multiculturalidad están extinguiéndonos como pueblo.

Si algo como lo ocurrido en Australia acaeciera en España ¿cómo reaccionaríamos nosotros? ¿Cómo pueblo o como población?

Como dijo Jaime Luciano Balmes: "¡Ay de los pueblos gobernados por un poder que ha de pensar en la conservación propia!".

viernes, 21 de enero de 2011

Alphonse de Chateaubriant

Una vez más me siento frente al teclado del ordenador dispuesto a seguir desmontando esta gran falacia que los medios de comunicación, el sistema educativo y la industria Holywood han creado en lo referente al mundo de la cultura, que podríamos resumir en las siguientes aseveraciones "Los intelectuales son de izquierdas" y "El fascismo desprecia la cultura". Ambas, desde luego, son rotundamente falsas, pero a base de repetirlas han calado en la sociedad llegando a convertirse en algo casi incuestionable.

Convencido como estoy de que la mejor forma de terminar con esta falacia es no limitarse a negarla, me propongo seguir presentando artículo a artículo a algunos de los intelectuales y artistas que creyeron que entre el marxismo y el mercantilismo liberal había una tercera vía de esperanza. Y créanme son muchos los intelectuales que abrazaron este camino.

Si usted no los conoce, si cualquier botarate puede permitirse negar su existencia sin provocar una carcajada en su auditorio, es porque todos ellos fueron sistemáticamente condenados al ostracismo y sus obras duermen en el purgatorio al que fueron condenadas por las democracias occidentales.

Hoy me gustaría presentarles a Alphonse de Chateaubriant.

Alphonse de Chateaubriant es sin duda uno de los más grandes escritores de la literatura francesa del siglo XX. Nació en Rennes el 25 de marzo de 1877 en el seno de una familia burguesa que era originaria de los Países Bajos, sus primeros estudios los realizó en el Lycée Clémenceau de Nantes asistiendo con posterioridad a la Escuela Especial Militar de Saint-cyr, pero no optó por la vida militar. Al parecer la literatura, su verdadera vocación, le llamó con mas intensidad.

Su primera novela vió la luz en 1908 "Le Baron de Puydreau". Al año siguiente, 1909, publica "Monsieur de Buysse", pero la obra que le consagrará para siempre como uno de los grandes escritores del siglo XX aparecerá en 1911 "Monsieur des Lourdines" subtitulada "Historia de un caballero rural". Por esta magnífica obra se le otorga el premio Goncourt. Para aquellos que desconozcan estos premios y su relevancia permítanme que les explique que se trata del mayor galardón de las letras francesas, para un escritor francés obtenerlo equivale a entrar por la puerta grande en la historia de su literatura, lo que no ha sido obstáculo para conseguir que poca gente conozca Alphonse de Chateaubriant y aún menos gente haya leído su obra.

Su carrera literaria se interrumpió en 1914 al ser movilizado para participar en la primera guerra mundial asignado a una unidad de ambulancias, donde vió el peor rostro de la guerra, de esta época datan una serie de cartas desgarradoras escritas a su esposa y a su amigo Romain Rolland. Es en esta época cuando empieza a nacer en él la idea de la necesidad de una sólida amistad franco-alemana, idea que le acompañará el resto de su vida.

Finalizada la guerra continúa con su carrera literaria, como siempre marcada por un fuerte amor a la tierra, en 1923 es editada " La Brière" obra con la que obtiene el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, uno de los mayores éxitos literarios del periodo de entre guerras con mas de 600.000 ejemplares vendidos.

A pesar del galardón, tampoco le resultará sencillo al lector encontrar esta obra. Bueno, no resultar sencillo es un eufemismo ya que al menos en España encontrar esta obra o cualquier otra de las obras de este grande de las letras es tarea harto difícil y si quiere tener éxito seguramente tenga más probabilidades en librerías de libros viejos.

Católico militante, germanófilo y convencido anticomunista, Alphonse de Chateaubriant fué poco a poco dejándose seducir por el nacional socialismo, dejando plasmadas sus ideas en una obra editada en 1937 "La gerbe des forces" donde plasmó su pensamiento político, ahora ya definidamente nacional socialista y antisemita, en esta obra abogó por la compatibilidad entre el nacional socialismo y el cristianismo.

Al año siguiente conoce a Hitler personalmente en el Berchtesgaden. Hitler, al conocerle, reaccionó tomando sus manos entre las suyas y diciéndole "¡El señor escritor francés que entiende el nacional socialismo mejor que el 99% de los alemanes que votaron por mí!".

Durante la Segunda Guerra Mundial Alphonse de Chateaubriant se mostró abiertamente partidario de los malditos junto con una buena parte de los principales intelectuales franceses, como Benoist-Mechin, Georges Blond, Charles-Maurras, Pierre Drieu La Rochelle, Pierre Benoit, Henri Bordeaux, Alfred Fabre-Luce, Jean Giono, Sacha Guitry, Henri de Montherlant, Paul Morand, Abel Bounard, Alexis Carrel, Henri Massis, Andre Salmon, Maurice Bardece, Ferdinand Celine etc….

Desde julio de 1940 hasta agosto de 1944 publicó un periódico semanal, "La Gerbe", nombre claramente inspirado en su obra de 1937. Algunas de las mejores plumas del momento escriben en sus páginas, Drieu la Rochelle, Louis-Ferdinand Céline, Robert Brasillach, Henry de Montherlan, Jean Giono, Marcel Aymé, Colette…

El primer número de “La Gerbe” fue anunciado con una campaña de carteles enormes en París, aunque inicialmente consistía sólo en cuatro páginas en tan sólo tres meses el tamaño de la publicación había llegado a diez páginas y ponía en circulación 100.000 ejemplares. En 1943 vendía ya 140.000 copias. El último número de “La Gerbe” se imprimió el 17 de agosto de 1944, cuando su editor ya estaba en el exilio en Alemania.

Las últimas editoriales del periódico hablaban de los bombardeos aliados, calificándolos como terroristas, una opinión compartida en aquel entonces por no pocos franceses, algo lógico si tenemos en cuenta los 70.000 civiles muertos en Francia por la acción de los aliados en el curso de la guerra. No olvidemos que esta cifra excede el número total de víctimas británicas a causa de los bombardeos alemanes.

Y no sólo están los fallecidos, pues a causa de los bombardeos, sólo en el departamento de Calvados, 76.000 personas habían perdido sus casas y prácticamente todas sus pertenencias... ¿Pero cómo? ¿Nunca había oído que habían muerto más franceses bajo los bombardeos de sus aliados, los buenísimos angloamericanos, que ingleses bajo los bombardeos de los malvados alemanes? No se preocupe, es sólo una de esas muchas cosas escondidas en la Historia que se considera inapropiado comentar.

Les dejo un vídeo de propaganda del régimen de Vichi que hace referencia a esta molesta realidad.



¿Cree que el vídeo propagandístico exagera? ¿Cree que lo hago yo? Pues vea estas imágenes que no le pondrán en los documentales de televisión...



Pero en fin, esta es otra historia, sigamos con Alphonse de Chateaubriant. Una de las cosas que nunca le pudieron perdonar fue ser miembro del comité central de la Légion des volontaires français contre le bolchévisme, una organización fundada en 1941 por Fernando de Brinon y Jacques Doriot para reclutar voluntarios para luchar junto a los alemanes en Rusia.





El 25 de octubre de 1945, la sección sexta del Tribunal de Justicia condena a Chateaubriant a muerte en rebeldía y a la pena de indignidad nacional. Se emitió una orden de arresto, pero ya había huido a Alemania y de allí paso a Austria con el alias de Dr. Alfred Wolf, donde vivió hasta su muerte el 2 de mayo de 1951, oculto en un monasterio de Kitzbuhel.

Alphonse de Chateaubriant fue condenado a muerte y su obra fue condenada al olvido. A pesar de todo y aunque nadie le recordará, nada podrá cambiar que se trata de uno de los grandes genios de la literatura francesa del siglo XX.

Alphonse de Chateaubriant, Rennes 1877 – Kitzbuhel 1951. Descanse en Paz.

miércoles, 19 de enero de 2011

Comprando la paz en Salt

Jóvenes embozados, ayer en Salt

Ante las reacciones de las autoridades y de los partidos mayoritarios frente a los graves sucesos ocurridos en Salt, lo primero que a un servidor se le ocurre pensar es que se puede ser más tonto, no diré yo que no, pero reconozcámoslo, es difícil.

Lo ocurrido en Salt es algo tan sencillo como previsible, el número de inmigrantes se aproxima peligrosamente al 50%, cifra que en poco tiempo será rebasada, pues el flujo de inmigrantes no ha cesado y su tasa de natalidad es muy superior a la de los españoles autóctonos. Así pues, si nadie lo impide y me temo que nadie lo hará, Salt será una de las primeras ciudades musulmanas en esto que un día fue España. Ellos lo saben y la impaciencia y la seguridad de estar en una tierra que terminará por pertenecerles les está envalentonando día a día.

En fin nada nuevo bajo el sol, ya vimos como los albaneses se quedaban con los territorios serbios de Kosovo siguiendo la misma estrategia y luego los limpiaron de los pocos serbios que quedaban. Son innumerables los casos en los que esto mismo ha ocurrido a lo largo de la historia no en vano ya advertía de esto Aristóteles trescientos años antes de Cristo cuando decía:

"La diversidad de origen puede producir también revoluciones hasta tanto que la mezcla de las razas sea completa; porque el Estado no puede formarse con cualquier gente, como no puede formarse en una circunstancia cualquiera. Las más veces estos cambios políticos han sido consecuencia de haber dado el derecho de ciudadanía a los extranjeros domiciliados desde mucho tiempo atrás o a los recién llegados”

Y para demostrarlo el ilustre filósofo pone una serie de ejemplos:

“En Bizancio, los colonos recién llegados se conjuraron secretamente para oprimir a los ciudadanos, pero fueron descubiertos y batidos y se les obligó a retirarse

Los antiseos, después de haber recibido en su seno a los desterrados de Quíos, tuvieron que libertarse de ellos dándoles una batalla

Los zancleos fueron expulsados de su propia ciudad por los samios, que ellos habían acogido

En Amfípolis, la hospitalidad dada a los colonos de Calcis fue fatal para la mayoría de los ciudadanos, que fueron expulsados de su territorio”.

...

La Política, (Aristóteles) Libro octavo

En fin, como empecé diciendo, lo que ocurre en Salt no es nuevo, cuando algunos pronosticamos un negro futuro fruto de la alocada política de inmigración no es porque tengamos una bola de cristal, sino porque hemos prestado oídos a los libros de historia y no a las alucinaciones irresponsables del PPSOE.

¿Cree alguien que estos graves incidentes han servido al menos para abrir los ojos a los seguidores fanáticos y endofóbicos de la multiculturalidad? No, para lo único que ha servido es para que redoblen esfuerzos en la misma dirección en la que ya venían haciéndolo, es decir en nuestra destrucción a manos de violentas hordas extranjeras.

Si no me creen lean el siguiente titular:

Los partidos de Salt se suman a la marcha por la convivencia

Todas las fuerzas políticas del Consistorio de Salt (Gerona), capitaneado por la socialista Yolanda Pineda, han decidido que se suman a la manifestación que el sábado recorrerá las calles del centro bajo el lema Queremos vivir en Salt en paz y bien.

En fin, todo paz y amor. Pero no crean, incluso las autoridades españolas no son tan tontas como para pensar que una mera marcha en plan "happy flower" era suficiente para calmar la situación, por lo que se han tomado más medidas y éstas sí contundentes. Lean, lean:

La Generalitat estudia un plan para jóvenes con riesgo de exclusión en Salt

El consejero de Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, ha contado esta mañana que están estudiando un plan específico para Salt que ayude a mejorar los problemas de convivencia en el municipio. "Hará falta un plan de actuación urgente [...] Cuando hayan pasado estos días de tensión nos reuniremos y veremos unas actuaciones concretas a la medida de Salt"

Conclusión, más pasta. Hay que dar más dinero a la inmigración, esta vez a los mas jóvenes, para premiarles por sus actos vandálicos, a ver si así, aunque sea pagando, conseguimos llegar sin un clima prebélico a las elecciones municipales, que al fin y al cabo es lo único que importa. ¡Y todo esto un país donde muchos compatriotas pasan las de Caín para alimentar a su familia!

Cualquier cosa con tal de que estos energúmenos, que lo que se merecen es la expulsión masiva e inmediata, no le estropeen la fiesta electoral a los partidos mayoritarios y así puedan terminar de destruir lo que queda de España.

¡¡Como si no les pagáramos ya suficiente dinero a los inmigrantes!!



En fin, se puede ser más tonto pero créanme, no es nada fácil... y no, esta vez no lo digo por los políticos, sino por los votantes de los partidos mayoritarios que nos han arrastrado a esta situación con su forma absolutamente irresponsable de ejercer el voto una y otra vez y sin reaccionar ante ningún tipo de estímulo y escandalizándose después como auténticos fariseos ante la acción de sus cargos electos y ante las consecuencias de las políticas ejercidas por ellos ¡como si no supieran lo que iba a pasar! Será que de Aristóteles a aquí a algunos no le ha dado tiempo de enterarse de cómo son las cosas y necesitan más tiempo.

¿O será que lo que les falta un hervor?

lunes, 17 de enero de 2011

Se agrava la situación en Salt


Los inmigrantes de Salt continúan quemando coches

El municipio de Salt, con el 43% de inmigración, vive desde el viernes una oleada de actos vandálicos que suma ya 12 vehículos quemados (cinco coches y siete motocicletas) y nueve contenedores calcinados.

La quema de contenedores empezó el viernes, en una concentración de entre 40 y 50 jóvenes (la mayoría menores de edad, entre 9 y 14 años), casi todos inmigrantes, en solidaridad con Mohamed Reda Lyamani, que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Josep Trueta en estado crítico desde hace más de una semana, con lesiones en la columna y coágulos en la cabeza. Cayó por un patio de luces desde un quinto piso al huir de la policía,

(Extraído de Minuto Digital)

Ya antes de este último brote de violencia, en febrero de 2010, podíamos leer lo siguiente en la página de Democracia Nacional:

Estaba al caer. La revuelta inmigrante ha empezado y ya no parará. Que Salt se haya convertido, de la noche a la mañana, en el municipio español más controlado por la invasión inmigrante... era cosa de meses.

Salt, situado en la provincia de Gerona, es el exponente claro de la amenaza islámica y subsahariana sobre España. La delincuencia de miles de inmigrantes que vagan por las calles sin oficio ni beneficio, ilegales o legales, tiene a los -pocos- vecinos autóctonos que quedan, contra la cuerdas. La mayoría va abandonando un pueblo que, ciertamente, hace años que dejó de ser español. Para rematar el panorama ahí gobierna la extrema izquierda, de la mano de una alcaldesa "progre" del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Yolanda Pineda, que no ha dudado ni medio segundo en ponerse de parte, cómo no, de sus supuestos futuros votantes, los inmigrantes. Salt tiene unos 31000 habitantes, y los inmigrantes son ya más del 43%. En algunas barriadas de esta localidad, son el 85%. Una superioridad total, en definitiva. Una bomba atómica en potencia.

Tanto lo es, que ni los Mozos de Escuadra -la policia adicta y fiel al Tripartito- se atreven a tocarles un pelo a los magrebíes y subsaharianos. Los pisos patera infestan Salt, la inseguridad nocturna disuade a cualquier persona sensata a salir a pasear de madrugada, ni que sea a tirar la basura. Los robos violentos han aumentado en un 42% en Salt desde hace un año. Que eso ocurra en otras localidades catalanas tomadas -literalmente- por la inmigración sudamericana, rumana, china o magrebí, es cosa de pocos meses.

Con la crisis empeorando por momentos y un índice de delincuencia inmigrante que está por las nubes, los robos a comercios y a españoles autóctonos son el pan de cada día en Salt. Robos con violencia, tirones de bolsos, ataques en portales y entradas de párkings. Agresiones dentro y fuera de los vehículos. Cuando las asociaciones de vecinos reaccionaron -tarde y mal- y fueron a quejarse al Ayuntamiento, los inmigrantes lo aprovecharon para tomar el control definitivo del espacio público mediante su indiscutible superioridad numérica.



Centenares de jóvenes magrebíes rodearon hace unos días el edificio del Ayuntamiento en actitud amenazante y gritando consignas racistas contra los españoles. Los aglutina una "asociación" islámica llamada Al Hilal, que tiene in mente ser una avanzadilla más del proceso de islamización de Cataluña gracias a la entrega total de la izquierda y a las ayudas del Tripartito. En este sentido, el pleno del Ayuntamiento de Salt hizo hace poco otra concesión entreguista a los musulmanes modificando el plan general de ordenación urbana con la idea de permitir la construcción de más mezquitas en suelo público. Salt es ciudad sin ley.

Cuando algunos valientes vecinos españoles de Salt se atrevieron a enfrentarse a los inmigrantes, éstos no dudaron en agredirles e insultarles. Una simple discusión de tráfico, este pasado viernes, volvió a servirles a excusa perfecta para atacar a un español cerca de un aparcamiento. Le rompieron los cristales de su coche y el hombre acabó con cortes de diversa consideración en las manos.

Paralelamente se puede decir que Cataluña entera está descontrolada. Los inmigrantes atacan ya por doquier a quien quieren y donde quieren. En Barcelona ha causado profunda conmoción el asesinato de un hombre adulto ciego y su anciana madre, de forma brutal, en un bar -el Bar Joan- del Eixample. La banda que debió atacarles es extranjera, presumiblemente. Reventaron las máquinas tragaperras y las de tabaco, había poquísima reaudación en caja, pero sólo por eso ya los asesinaron. Tras unos cuantos días se produjo un tiroteo también en pleno Eixample, esta vez entre la policia y los supuestos culpables, que han logrado escapar. Parece ser que éstos también regentan una red de prostíbulos por los alrededores de esa zona y son o rumanos o sudamericanos. Las prostitutas, cómo no, son chinas.

Completa este aterrador panorama la situación que hay en la localidad barcelonense de Mataró, con barrios enteros que son ya islámicos. Allí están enfrentadas dos corrientes del Islam, la magrebí -más oficial y ortodoxa, sunita- y la subsahariana -más sufí, es decir, supersticiosa y heterodoxa. Ambas reclaman una mezquita más grande para sus fieles y se llevan literalmente a matar. Los vecinos que han de aguantar los rezos de los subsaharianos por la noche, cuando se reúnen a centenares en un local donde apenas caben 70 personas, están desesperados. Además, el enfrentamiento entre musulmanes -que es toda una tradición histórica, no hay que decirlo- les perjudica de lleno. En Mataró no se puede ni vivir.

Este es el panorama que ofrece, a finales de febrero de 2010, Cataluña.

(Extraído de la página oficial de DN)

Los grupos municipales de Salt hacen frente común ante los incidentes

"Los representantes de los diferentes partidos han destacado además la necesidad de desvincular lo que consideran acciones de un grupo de delincuentes del problema de la inmigración."

Los habitantes de Salt o al menos sus representantes electos están empeñados en negar la realidad y hasta que no se vean con las maletas hechas y el colchón enrollado en la vaca del coche, abandonando su tierra como expulsados, no reaccionarán.

No será porque no hayan tenido oportunidades y no será porque no estén sufriendo en sus propias carnes las ventajas de la multiculturalidad.

Pero es que hay gente que hasta que no le quemen la casa con su familia dentro se va a negar a ver la realidad.

Año tras año los habitantes de Salt han seguido votando mayoritariamente a partidos proinmigracionistas. La última vez fue en 2007. Realmente lo siento, sobre todo por los 15 españoles que votaron a Democracia Nacional en esta localidad.

Si en las próximas municipales los habitantes de Salt desaprovechan de nuevo la oportunidad para cambiar las cosas en su municipio (si es que aún están a tiempo de cambiarlas) será mejor que vayan haciendo las maletas porque Salt tiene muchas papeletas de ser uno de los primeros municipios que caiga en manos de la inmigración. Y ellos no serán tan multiculturales como por desgracia para nosotros son algunos españoles.

En distintos artículos en los que he tratado el tema de la inmigración, algunos lectores especialmente del continente americano, me han reprochado mi falta de sensibilidad para con los inmigrantes y me han recordado que también los españoles emigramos en su día.

A estos lectores me gustaría recordarles que en España tenemos ya más de seis millones de inmigrantes legales a los que habría que sumar los nacionalizados y los ilegales. Seguramente en España tenemos cerca de un 20% de población no autóctona.

No hay ningún país del mundo al que los inmigrantes españoles sometieran a una presión demográfica de esta magnitud. Para que nos hagamos una idea es como si a Méjico, país con más de 110 millones de habitantes, hubieran llegado en un espacio de tiempo inferior a diez años 22 millones de españoles, y aún seguirán llegando más.

Estoy seguro de que la reacción de la población de Méjico no habría sido tan comprensiva como lo hemos sido los españoles, además la inmigración que nos está llegando a España tiene un comportamiento que dista muchísimo del que los españoles hemos tenido allí donde hemos emigrado (recientemente Alemania reconocía que de las distintas oleadas de inmigrantes que habían llegado a su país los procedetes de España eran los que mejor y más se habían integrado).

Los españoles hemos demostrado una capacidad de acogida y una tolerancia que no solo va mucho más allá de la demostrada por cualquiera de los países que nos acogieron en su día, sino que va mucho más allá de lo que dicta el sentido común.

Si alguno de los lectores que en alguna ocasión me ha reprochado que los españoles también fuimos inmigrantes conoce alguna localidad de algún lugar del mundo en que los españoles hayamos protagonizado incidentes parecidos a los de Salt, que lo diga ahora o que calle para siempre.

Ya estoy harto de que se nos tache de insolidarios con el cuento de que fuimos inmigrantes cuando la situación que estamos sufriendo está a años luz de cualquier situación que los emigrantes españoles hubieran podido provocar.


Aquí les dejo una muestra más de la "hospitalidad española" en la que podemos ver a un inmigrante y delincuente habitual diciendo "Viva España, que podemos robar cuando queramos y nadie nos mete en la cárcel"


jueves, 13 de enero de 2011

Ser disidente


Hace ya algún tiempo que me rondaba por la cabeza incluir en el blog algunos artículos dedicados a aquellos libros que me gustaría recomendar (que los hay y magníficos). No sé si mis recomendaciones serán de utilidad a alguien pero sin duda serán útiles para mí, llevo demasiada bilis derramada sobre el teclado del ordenador y no estará mal poder escribir sobre aquellas cosas que me gustan y no sólo sobre aquellas que despiertan mi indignación.

Bien es cierto que algo parecido venían siendo las entradas dedicadas a mi música y que también he tratado a algunos autores en la serie de artículos condenados al ostracismo, pero en esta última categoría me he centrado en los autores más que en sus obras, y el criterio de selección de los mismos ha sido su persecución y ocultación al gran público.

Los libros escogidos en este nuevo apartado de "Mis libros" serán bien distintos, espero poder presentarles aquellos títulos que por su calidad literaria, por el interés de las reflexiones en ellos encontradas o bien por sus interesantes aportaciones en el estudio de la Historia han resultado de mi agrado y me han aportado algo.

Elegir el primer libro no ha sido fácil, pero finalmente me he decantado por "Ser disidente" de Juan Pablo Vitali con la certeza de haber acertado en la elección.

Es un libro íntimo, vibrante, un libro para leerlo despacio saboreando cada palabra y cada pensamiento, de lectura amena y en el que sorprende cuánto puede encerrar entre sus tapas a pesar de su brevedad (poco más de 150 páginas).

Hay algo que creo que no tiene precio en este libro, y es la descripción que su autor hace en las primeras páginas del peronismo. No, no es la historia del peronismo, tampoco es un resumen de su ideario; en pocas páginas el autor consigue algo casi mágico, algo que no encontraremos en los libros de historia ni en las hemerotecas.

Con una maestría inigualable se nos muestra el espíritu que reinaba en el peronismo primigenio, no su ideario ni las acciones de sus dirigentes, sino la esencia del peronismo, escondida en el corazón de los argentinos anónimos que protagonizaron aquel sueño. Juan Pablo Vitali ha sido capaz de mostrar el alma de ese sueño que unos locos maravillosos se atrevieron a convertir en realidad capitaneados por Juan Domingo Perón.

Sus muchas reflexiones sobre Occidente y su decadencia tampoco tienen desperdicio. Siempre he admirado más la poesía que la prosa en la obra de este autor, pero en este libro, a pesar de que podemos encontrar una magnifica selección de sus poemas al final del mismo, la parte escrita en prosa (con una carga poética inevitable viniendo de este autor) sencillamente me ha cautivado.

Ver a un niño intentando atrapar la luz del sol en un tarro de cristal es un espectáculo que siempre despierta una sonrisa en los labios del adulto que contempla la escena, pero en esta ocasión la sonrisa se torna en gesto de admiración y sorpresa: el autor en unos gramos de papel ha conseguido atrapar la luz de la verdadera disidencia. Y también sus sombras.