Lars Georg Hansen fue un escritor e
intelectual noruego. Nació el 8 de enero de 1869 en Molde y fue un autor
muy prolífico a pesar de haber debutado como escritor en una etapa avanzada de
su vida. Sus mejores libros están ambientados en el Ártico,
teniendo este inhóspito escenario un papel protagonista en su obra. Hansen fue uno
de los autores que en el comienzo de los años veinte introdujo este argumento
dramático en la literatura noruega.
Cuando tenía
dos años de edad su familia se trasladó a Tromsø, población en la que creció. Su
padre era un fontanero y la madre era hija de un pescador del Océano Ártico.
El joven Hansen se muestra como un emprendedor: termina sus estudios, abre su
propio taller e invierte en la propiedad de varios barcos como armador. Pero la
suerte lo abandonará en los negocios, después de la Primera Guerra Mundial los
precios de las pieles y otros productos con los que comerciaba cayeron considerablemente;
por si esto fuera poco Hansen y sus socios perdieron algunos de sus barcos por naufragio
o incendios, por lo que en el año 1920 se ve obligado a abandonar su pequeña
empresa de transporte y su taller.
En 1922 emigró,
como hicieron muchos de sus compatriotas, a los Estados Unidos. Probó suerte en
distintos trabajos: pescador, cazador de ballenas, agricultor etc. Es en esta época
y pasados ya los cincuenta años cuando aparecen sus primeros escritos, se trata
de unas historias y cartas de viaje.
En el año 1925 regresó a su Noruega natal y ofreció algunas de sus historias
a la prestigiosa editorial Gyldendal Norsk Forlag. Un año más tarde, en 1926, su primer
libro fue publicado: Vold I Spitsbergens fue un éxito de ventas y esto alentó
a su autor para hacer de la escritura su profesión.
Los libros se
suceden rápidamente, a su muerte en 1944 había publicado otros 17 libros de los
que siete giran en torno a la caza de ballenas, un tema que Hanson fue el
primer autor en tratar dentro de la literatura noruega. Sus libros son ásperos,
realistas, viriles en un sentido amplio del término, libros que hablan de la fuerza
física, de hombres duros que luchan contra las difíciles condiciones climáticas
y de las fuerzas de la naturaleza.
En el año 1929
hace una incursión como actor en el mundo del cine, la película se titula “Der Ruf des Nordens”.
Otra aventura realizada
por Hansen fuera del mundo literario fue la realización, junto con su amigo Karl
Holter, de un espectáculo teatral llamado “Ishavsfolk” (personas
u osos del Ártico) que
fue estrenado en 1932 con gran éxito.
Karl Holter fue un reconocido actor y escritor que en 1942, consecuente
con sus ideas, se alistó como voluntario para tener una participación activa en
el conflicto bélico europeo; durante las despiadadas purgas de la postguerra Holter
sería condenado a 3 años y 3 meses de trabajos forzados. Después de haber cumplido
la pena, por supuesto, no pudo volver a trabajar de nuevo como actor.
Hansen se
convirtió en un seguidor del Nasjonal
Samling, partido fascista dirigido por Quisling, compartiendo ideología con
figuras como el explorador polar Adolf Hoel, el cantante de ópera Albert Viljam
Hagelin o el compositor Christian Sinding.
En 1940 Hansen participó,
en compañía de otros escritores noruegos como el hoy también tristemente
olvidado poeta Kåre Bjoergen,
en la reunión “Poetas Europeos”. Este encuentro fue el evento literario más
importante de toda Europa en el periodo del Tercer Reich y en él participaron
representantes de los principales países europeos. La mayoría de estos titanes
de la literatura han desaparecido de la conciencia colectiva, como curiosidad puede
que les interese saber que en representación de España estuvieron autores como Ernesto
Giménez Caballero o Luis Felipe Vivanco.
Dos de los
libros más populares de Hansen (“Demonios Blancos” y “La nieve y las
luces del Norte”) fueron publicados
por la Wehrmacht en alemán en una edición destinada a los soldados del frente. Afortunadamente
para Hansen su muerte se produjo antes del final de la Segunda Guerra Mundial
lo que ha impedido que fuera excluido de la Unión de Escritores de Noruega y
terminar encarcelado.
Hoy en día Hansen
ha sido totalmente olvidado en su país de origen, como corresponde a uno de los
condenaos al ostracismo, engrosando por ello la interminable lista de
intelectuales que al parecer nunca existieron.
Lars Georg Hansen murió 20 de julio de, 1944, descanse en paz.