jueves, 10 de junio de 2010

Sobre Zorras y Putas


Durante el día de hoy hemos visto cómo un periodista, Eduardo García Serrano, era puesto en el ojo del huracán por insultar a la Consejera de Sanidad de la Generalidad, una tal Marina Geli, a la que el PSC ha tenido el mal gusto de poner en este cargo.

Además de toda la carga mediática que la progresía nacional y nacionalista ha lanzado contra Eduardo García Serrano, ya se han anunciado medidas judiciales contra éste.

Sorpresa, sorpresa.

No deja de ser curioso comprobar cómo los que se rasgan las vestiduras cuando se insulta a una politicastra derrochadora de segunda fila son los mismos que sonreían complacientes cuando en otro programa de televisión se hablaba de la "Puta España" con total libertad.


Y es que para algunos, insultar a España es mucho más pasable que insultar a una "consejera" de sanidad. Qué lástima que los progres de este país sólo reclamen el decoro y la educación para los suyos.

Aún podemos recordar cómo alguna destacada dirigente del PSC, actualmente Ministra de Defensa, salió alegremente acompañada de una jarca de progres catalanistas que vestían camisetas en las que se podía leer "Todos somos Rubianes", en claro apoyo de la libertad de expresión y el derecho que todo catalanista debe de tener de insultar a España.

Una lástima que la franquicia catalana del Partido Socialista (antes Obrero y Español) considere mucho más grave los ataques a una política de segunda fila que los ataques a la Nación Española.

Más lamentable todavía es que así lo consideren los corsarios de las ondas, a sueldo de la progresía.

Esta señora o señorita, por otro lado debería limitarse a decirle a sus hijos cómo, cuándo y con quién deben ponerse a practicar una felación y dejar de dirigir ese tipo de mensajes a los hijos de los demás, porque algunos creemos que lo que esta mujer considera normal debería seguir considerándose perversión de menores. Efectivamente, la ley no lo considera así, porque aunque vivimos en un país donde animar a una niña de trece años a practicar una felación se considera algo "loable", me parece comprensible que muchísimas personas, como el señor Eduardo García, consideremos estas acciones inmorales y más propias de una alcahueta medieval o "madama" de un lupanar tercermundista, que anima a niñas de trece años a proporcionar placeres a turistas occidentales, que de una "Consejera", aunque sea del PSC.



Para aquellos que no conozcan el magnífico trabajo radiofónico de Eduardo García Serrano, les recomiendo encarecidamente una visita a su canal de Youtube, donde podrán encontrar algunos de sus audios, que no tienen desperdicio, vaya desde aquí mi apoyo y reconocimiento a este magnífico y valiente profesional de la comunicación.

Torah nuestro que estás en los cielos...


Durante el Concilio Vaticano Segundo (1959-1965), la Iglesia Católica sufrió una serie de drásticos cambios que pasaron inadvertidos para la mayoría de los fieles, pero sus consecuencias han sido y siguen siendo trascendentales. En este Concilio la Iglesia Católica hizo suyas muchas de las tesis del marxismo, y en algunos casos, como en la teología de la liberación, se hizo abierta e indisimuladamente marxista.

Esto, que sin duda supone un vuelco en muchos de los planteamientos y actitudes de la Iglesia, merecerá una próxima entrada en este blog.

Pero hoy me gustaría tratar otra de las cuestiones que cambiaron en el Concilio Vaticano Segundo. Gregory Baum, uno de los redactores de la declaración teológica “Nostra Aetate”, reconoció a este documento como responsable de la radical transformación en la enseñanza católica habitual sobre la cuestión judía, que es, a su juicio, el viraje más drástico producido por el Concilio Vaticano II.

El señor Gregory Baum no es precisamente un indocumentado. Fue el profesor de Teología y Sociología en la Universidad de Saint Michael's College de la Universidad de Toronto y posteriormente profesor de Ética Teológica en la Facultad de Ciencias de la Religión de la Universidad McGill’s. Actualmente es miembro del Centro Jesuita de la Justicia en Montreal. Durante el Consejo de la Iglesia del Vaticano II fue perito, o asesor teológico, en la Secretaría Ecuménico de Constantinopla, la comisión responsable de tres documentos conciliares sobre la Libertad Religiosa, sobre el Ecumenismo y sobre las relaciones de la Iglesia a las religiones no cristianas (especialmente la judía).

Del mismo modo podemos encontrar como en un diálogo oficial internacional entre el Vaticano y los judíos, realizado en Venecia en 1978, el profesor Tomaso Federici, un erudito laico muy respetado en círculos vaticanos, sostuvo que, a la luz de “Nostra Aetate”, el catolicismo debía renunciar formalmente a hacer proselitismo entre los judíos.

Otras declaraciones hechas en el mismo sentido son las que hizo hace algunos años el Cardenal Kasper, que afirmó en sus escritos que no había necesidad de hacer proselitismo entre los judíos, porque ellos tienen una revelación auténtica y, según la perspectiva del Vaticano II, permanecen en la Alianza. Pero añadió que el catolicismo debe conservar el concepto de la tarea salvífica universal de Cristo. Lamentablemente, nunca explicó cómo podían integrarse esas dos afirmaciones teológicas.

En el mismo sentido se expresan la declaración “Reflexiones sobre Alianza y Misión”, publicada como un documento de estudio del diálogo permanente entre la Secretaría de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la Conferencia Episcopal Norteamericana y el Consejo Nacional de Sinagogas de los Estados Unidos, y la declaración del Grupo de Académicos Cristianos para las Relaciones Cristiano-Judías “Una obligación sagrada”, que hicieron un llamamiento para eliminar toda misión para convertir a los judíos.

La declaración “Nostra Aetate” rechazaba absolutamente las perspectivas teológicas cristianas sobre los judíos que estuvieron vigentes durante casi dos milenios.

En 1965, el papa Pablo VI, precisamente antes de que se emitiera la Declaración sobre la Iglesia y el Pueblo Judío del Vaticano II, eliminó el lenguaje negativo sobre los judíos (por ejemplo, la referencia a su "ceguera”, en anteriores versiones se les tildaba de "pérfidos").

En el Misal de 1970 se da forma definitiva a los cambios litúrgicos ordenados por el Concilio Vaticano II, se revisó la plegaria de 1965, reconociendo en forma positiva la fidelidad del pueblo judío a Dios.

En resumen, después del Concilio Vaticano Segundo la Iglesia Católica renunció a una de las bases mismas del catolicismo, difundir la palabra de Cristo ¡¡pero solo ante la comunidad judía!! Al parecer es vital para los católicos llegar a entender por qué el tema de la conversión toca un nervio tan sensible en la comunidad judía, a la luz de la larga historia del antisemitismo cristiano y del Holocausto.

A tal punto ha llegado esta actitud claudicante de la Iglesia Católica frente a la comunidad judía que, aunque el Papa Juan XXIII ya había quitado del Missale Romanum la expresión de "pérfidos" dirigida a los judíos, se mantenía la plegaría en la que se pedía que se convirtieran al cristianismo, rogando a Dios para que eliminara "la ceguera de este pueblo, para que, reconocida la verdad de tu luz, que es Cristo, y salga de las tinieblas", referencia que también ha sido descartada, con lo que queda ahora una sencilla oración que pide por el pueblo judío para que descubra a Jesús como salvador.

Por lo visto esto también parece agraviar a la comunidad judía: la nueva plegaria suscitó una gran controversia. Llegaron protestas desde muchos países, y la Asociación Rabínica Italiana decidió suspender el diálogo católico-judío.

Y aunque sorprenda tanta sensibilidad por parte del pueblo judío, sobre todo teniendo en cuenta que las alusiones hacia los gentiles en la Toráh son múltiples y abiertamente insultantes en muchos casos, no han faltado miembros destacados de la Iglesia que, fieles a la rendición frente al judaísmo que supuso el Concilio Vaticano Segundo hayan acudido suplicantes a pedir disculpas.

Incluyendo a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, que se han manifestado a favor de seguir adelante con este compromiso (la declaración Nostra Aetate), a pesar del dolor que causó la plegaria papal.

Puede que sea fruto de la casualidad, pero el holocausto no fue condenado por la Iglesia Católica hasta después del Concilio Vaticano II. Según el historiador jesuita Pierre Blet, Pío XII no condenó el Holocausto nazi porque no lo conocía. ¡El hombre posiblemente mejor informado del planeta no conocía el holocausto!... ¿Será que no ocurrió, tal y como afirman los autores revisionistas?

Sea como fuere, lo cierto es que la Iglesia Católica tras el Concilio debió descubrir pruebas suficientes para creer que sí se produjo dicho holocausto, aunque nunca dieron a conocer cuáles han sido las pruebas que hicieron cambiar la postura del Vaticano, porque junto con su renuncia a hacer proselitismo entre los judíos las declaraciones de condena se han ido repitiendo desde entonces.

De hecho cuando el papa levantó la excomunión al obispo lefebvriano Richard Williamson (el cual niega la existencia de las cámaras de gas) el Gran Rabino de Israel rompió las relaciones con la Santa Sede, anunciando por carta al Vaticano la ruptura total de relaciones por haber supuestamente readmitido en la Iglesia Católica a un negador del Holocausto. El Papa Benedicto XVI corrió a pedir disculpas al día siguiente, citando cuatro veces la palabra “Shoah” en un discurso de once líneas y condenando el negacionismo.

No deja de sorprender la actitud claudicante de la Iglesia Católica frente al reducido pueblo judío que por otra parte, no solo no corresponde moderando las alusiones que hacia los gentiles aparecen en la Toráh, sino que actúa frente a las más altas instancias del Vaticano como el que pisa tierra conquistada.

Algún teólogo debería explicarnos a los profanos por qué el único acontecimiento histórico cuya negación está condenada por el Vaticano es el holocausto judío. ¿Condena el Vaticano negar o minimizar el holocausto armenio? ¿Condena el Vaticano negar o minimizar el holocausto de los aborígenes norteamericanos? ¿Condena el Vaticano negar o minimizar la limpieza étnica llevada a cabo en Palestina por Israel? En fin, la Teología siempre ha sido una ciencia muy, muy compleja.

martes, 8 de junio de 2010

Reagrupación familiar


La legislación española prevé la reagrupación de la familia del trabajador inmigrante tan solo con que éste lleve un año residiendo en España y que tenga permiso de residencia para un año más; también deberá contar con un alojamiento adecuado y medios de subsistencia para su prole.

Claro que si una vez que ya están en España los hijos, la mujer, los suegros, la abuela y el loro del inmigrante, el alojamiento adecuado alquilado inicialmente para tal trámite es cambiado por un piso patera, ya a nadie parece importarle, y si los medios de subsistencia desaparecen tampoco: su prole ya está en España y serán beneficiarios de todas las ayudas públicas oportunas sin que a nadie se le ocurra decir algo tan sencillo como ¡Eh, un momento! ¡Esta gente ha entrado bajo unas condiciones que ahora ya no cumplen!

Si usted ya no tiene un alojamiento adecuado para su familia o no tiene medios para su subsistencia, que son las condiciones que se le pusieron para tenerlos aquí, tendrán que regresar por donde vinieron y para tal fin, al entrar, deberían dejar en depósito una cantidad de dinero suficiente para el pasaje de vuelta que les será devuelto en caso de nacionalizarse o en caso de regreso a su país de origen.

Pero este gran engaño es además un engaño piramidal, porque el inmigrante en cuestión trae a su suegra, al año la suegra trae a sus hijos, los hijos a sus mujeres, éstas a sus madres... y así con cada trabajador legalizado terminamos teniendo a toda una tribu. De esta forma dar un permiso de residencia a un inmigrante es como comprar una de esas muñecas rusas: compras una pero nunca sabes cuántas entran en el lote.

Entiendo razonable pensar que si a alguien se le pide una serie de requisitos para residir en un país se sobreentienda que dichos requisitos deberán cumplirse durante todo el tiempo que se prolongue su estancia ¡y no solo en el momento de entrar! y por supuesto, en cada renovación de su permiso de residencia se debería comprobar que estas condiciones, efectivamente, se siguen cumpliendo.

Veamos un ejemplo: si yo consigo un permiso de residencia como estudiante en Kazajistán pero por cualquier motivo dejo mis estudios para dedicarme al flamenco, lo lógico es que las autoridades kazajas me dijeran que al no cumplir los requisitos bajo los que se me concedió el permiso de residencia este queda rescindido ¿razonable, verdad?

Pues no debe ser tan razonable, al menos para nuestros gobernantes a los que no importa que sea manifiesto que muchos inmigrantes incumplan los requisitos bajo los que se les concedió el permiso de residencia a sus familias ¡Ya no hay forma de librarse de ellos!

Una última sugerencia, si la ley de reunificación familiar se hizo con la noble finalidad de no mantener separada a una familia, el mismo criterio debería funcionar en sentido inverso: cada vez que un inmigrante sea expulsado de España por la comisión de delitos y con el mismo principio de no consentir la inhumana separación de un núcleo familiar, todos los parientes que entraron junto a él bajo la premisa de reunificación familiar deberán ser devueltos a su país de origen inmediatamente y sin más consideraciones.

Si alguien piensa que expulsar a un inmigrante por un acto cometido por su hijo es injusto, a mí me parece que permitir la entrada de un inmigrante por la laboriosidad y buen comportamiento de su cuñado es igual de injusto y estoy harto de esta ley embudo en la que se reunifica familias para entrar pero no para salir.

O dejamos de meterlos por rebaños o empezamos a expulsarlos por rebaños porque ya está bien de legislar siempre en favor del inmigrante. Si vienen juntos porque son familia se largan juntos porque son familia. Y por supuesto, cada año deberán acreditar que tienen un alojamiento adecuado y medios de subsistencia suficientes, que son las condiciones bajo las que se les permitió entrar.

miércoles, 2 de junio de 2010

Europa, 2029

El futuro no está escrito, pero el estudio del presente y del pasado bien puede ayudarnos a hacer pronósticos sobre la evolución futura de la situación actual.

Sin duda no hay un único y acertado pronóstico, pero entre los posibles escenarios futuros atendiendo a la evolución de la actualidad y lo que la Historia debería habernos enseñado, el panorama que se nos presenta en el siguiente vídeo no es en absoluto descartable.

Cerrar los ojos a la posibilidad real de que estos acontecimientos se produzcan no hace sino convertirlos en un futuro aún más probable, porque nadie tomará las medidas oportunas para evitarlos.



Quizá lo único que nos falta para vivir algo similar al contenido del vídeo sea un detonante. Este artículo es sólo un ejemplo de cómo las dificultades económicas podrían terminar en un conflicto generalizado. En el caso de Europa las crecientes tensiones raciales y culturales no harían más que complicar y empeorar la situación.

martes, 1 de junio de 2010

Shhh, no despiertes a los niños


Durante siglos, en el silencio de la noche mientras los hijos dormían, los progenitores se sentaban a tratar las cuestiones que les preocupaban. Salud, dinero, cualquier cosa importante se trataba en esas pequeñas reuniones en la cocina mientras los pequeños dormían y seguramente, en miles de hogares, se repitió la frase “¡Shhh, no despiertes a los niños!”. Esta era la forma que tenían de intentar ahorrarles preocupaciones innecesarias sobre cuestiones que seguramente no estaban preparados para entender y asumir.

Del mismo modo los Estados Occidentales han tomado por débiles mentales a sus ciudadanos, a los que hacen vivir en un reino de fantasía en el que la realidad es sistemáticamente ocultada si no encaja en esa Disneylandia gigante para adultos en que se está convirtiendo Occidente. Y así nuestros ejércitos se han convertido en ONG’s no sea que algún ciudadano se entere de que están creados para la guerra y su infantil y atrofiado sentido de la realidad no pueda resistirlo.

Ya no hay geopolítica ni conflictos de intereses estratégicos, los hemos sustituido por la Alianza de Civilizaciones. Si producimos biodiésel no es para reducir nuestra dependencia energética de
Oriente, uno de nuestros enemigos estratégicos, sino para salvar el planeta, y nuestros ejércitos no invaden países, los liberan. La mano de obra barata inmigrante no entra en nuestro país para enriquecer a los empresarios y hundir los precios del mercado laboral, los dejamos entrar para salvarlos de la miseria y darles la protección que no tenían en sus países...

El occidental poco a poco se ha ido atrofiando en este mundo de fantasía creado por sus gobernantes, no es capaz de asumir que no todo es color de rosa, ha perdido toda capacidad de lucha y de respuesta; su tenacidad frente a la adversidad es nula, así como su capacidad de enfrentarse a cualquier realidad desagradable.

Cuántas veces hemos oído a algún bienintencionado ciudadano decir escandalizado ¡¡Es una guerra solo por dinero!! Sí amigo, es una guerra solo por dinero, el mismo tipo de dinero que paga tus carreteras, el hospital de tus padres y la educación de tus hijos ¿Cree acaso el occidental que en el resto del mundo la mortalidad infantil es muy superior porque esos padres quieren menos a sus hijos? ¿Cree cuando lee los índices de analfabetismo en buena parte del planeta es porque esos padres no desean que sus hijos aprendan? ¿Acaso piensa que las infraviviendas de más de la mitad del planeta responden a una moda local?

Siento decírtelo y espero que tu estómago pueda resistir esta noticia después de tantas toneladas de algodón de azúcar, pero nuestros hijos mueren menos, estudian más y llegarán a más viejos porque tenemos más dinero, así de sencillo. Las guerras no son solo por dinero son ¡¡ni más ni menos que por dinero!! El mismo dinero que te permite vivir a años luz de las grandes hambrunas y de las muertes masivas producidas por enfermedades fácilmente curables.

Pero claro, tu estómago no puede digerir esto ¿no? Será mejor que te sigan mintiendo, te han convertido en un ser débil en una sociedad débil incapaz de enfrentarse a la realidad cara a cara ¿Sabes por qué consiguen engañar con tanto éxito, con mentiras tan burdas, a tanta gente? Muy sencillo, porque estás deseando creer, la realidad es demasiado fea y en el fondo deseas con toda tu alma que te cuenten una mentira a la que tu delicado espíritu pueda aferrarse con fe ciega.

Estos días ha dimitido el presidente alemán Horst Köhler, después de unas declaraciones en las que vinculaba el compromiso militar de Berlín en el exterior (en concreto en Afganistán) con los intereses comerciales alemanes ¿Alguien cree que mintió? ¡No, claro que no mintió! se le ha presionado para dimitir no por mentir, sino por desvelar la identidad de los Reyes Magos a una población que ni quería ni estaba preparada para saberlo.

Pero tú sigues prefiriendo que te mientan, sigues queriendo pensar que nuestras tropas están en Afganistán por los derechos de la mujer, por la democracia... y por supuesto en misión de paz.

Shhh, no despiertes a los niños.