lunes, 20 de octubre de 2014

Henry Williamson.




Henry Williamson fue un naturalista inglés, agricultor y prolífico autor conocido por su historia natural y por sus novelas. Ganó el Premio Hawthornden de Literatura en 1928 con su libro “Tarka la nutria”.

Henry Williamson nació en Brockley, al sureste de Londres, el 1 diciembre 1895, pero se trasladó a Ladywell cuando era joven; se crió en un entorno semirural donde desarrolló un profundo amor por la naturaleza que le acompañará el resto de su vida y que marcará profundamente tanto su pensamiento y su forma de vida como su obra literaria. El segundo acontecimiento que marcó profundamente a Henry William fue su intervención como soldado británico en la Primera Guerra Mundial, una experiencia que ayudó de forma decisiva a que surgiera en él una nueva visión del mundo.


La tregua de Navidad de 1914, cuando los alemanes y los ingleses abandonaron sus trincheras para fraternizar y jugar al fútbol, lo afectó profundamente. También fue fuertemente influenciado por la camaradería en las trincheras y en particular por aquella entre los soldados británicos y alemanes a pesar de estar en guerra unos con otros. Se sintió profundamente enojado con la inutilidad de una guerra que creía firmemente que había sido causada por la avaricia y la usura, llegando a la conclusión de que Alemania y Gran Bretaña nunca debían enfrentarse de nuevo.

Sus experiencias de la guerra quedaron reflejadas en buena parte de su obra: “La húmeda llanura de Flandes” (1929), “El progreso del patriota” (1930) y en una serie de quince libros semiautobiográficos, "Crónica del Sol antiguo", escritos entre 1951 y 1969.

En 1922 Williamson regresó al campo y alquiló una casa que había sido construida en los tiempos del rey Juan, junto a la iglesia local en Georgeham, North Devon. Williamson vivía en ella como un ermitaño y se dedicaba al estudio de la naturaleza, dando largos paseos por el campo. Las puertas y ventanas de su casa estaban siempre abiertas y se reunieron a su alrededor una familia de perros, gatos, gaviotas, halcones, urracas y un cachorro de nutria.

La nutria, Tarka (que significa pequeño vagabundo agua), había sido rescatada por Williamson después de que un granjero hubiera disparado a su madre. La nutria caminaba como un perro junto a Williamson. Un día entró en una trampa para conejos, se asustó y huyó. Williamson pasó años buscando Tarka siguiendo los ríos Taw y Torridge. Aunque no encontró a Tarka su contacto íntimo con la naturaleza le inspiró para escribir su libro más famoso: “Tarka la nutria”. Publicado en 1927, este libro popular fue una descripción íntima del campo Inglés y ganó el Premio Williamson Hawthorne de Literatura en 1928.

“Tarka la nutria” es la más influyente novela de Henry Williamson. Fue publicada por primera vez en 1927 y sigue siendo la más conocida y popular de sus obras. Aunque ahora a menudo es catalogada como un libro para niños, “Tarka” ha influido en figuras literarias tan diversas como Ted Hughes, Rachel Carson o Roger Deakin, quien describió a Tarka como un "gran poema mítico".
El libro fue muy bien recibido por el público atrayendo elogios, entre otros, Thomas Hardy y su amigo TE Lawrence (más conocido como Lawrence de Arabia) del que hablaremos más adelante, pues su muerte fue uno de los más oscuros pasajes de la historia de Inglaterra en el que Henry Williamson se vio directamente involucrado.



Con los beneficios generados por la venta de “Tarka la nutria” consiguió suficiente dinero para comprar una cabaña de madera cerca de Georgeham donde escribió muchos de sus libros posteriores.

En Williamson, como en Ezra Pound y Hamsun, se reconocen nuevas formas literarias que tendrán un impacto crucial en la literatura del siglo XX. Sin embargo todos ellos han sido enviados al agujero de la memoria. Esto no sólo se debe a que se identificaron con los fascismos europeos sino que, a diferencia de algunos de sus contemporáneos, nunca mostraron arrepentimiento alguno ni repudiaron de ello, por lo que nunca serán perdonados ni por los liberales ni por los lobbies sionistas que controlan el mundo editorial y la crítica literaria occidental.



Williamson fue uno de los primeros en comprometerse con Mosley y la Unión Británica de Fascistas y defendió Hitler como líder visionario del renacimiento europeo.

Williamson asistió al Congreso de Nuremberg en 1935 quedando impresionado por los logros económicos y sociales de Alemania mientras que los británicos continuaban languideciendo en la pobreza y el desempleo. Vio una comunidad racial basada en los valores de la tierra y un campesinado revivido, libre de interés bancario. Williamson observó cómo los rostros de la gente expresaban tal confianza en Alemana que parecía como si estuvieran "respirando, una cantidad extra de oxígeno".

En las Juventudes Hitlerianas vio una reminiscencia de sus días como un Boy Scout. Aquellos jóvenes eran el reflejo de una vida sana y Williamson no pudo evitar compararlos con la juventud enfermiza de los barrios bajos de Londres. No parece que Williamson estuviera viendo a la juventud Alemana de forma irreal o idealizada pues la misma descripción fue dada por el periodista estadounidense William Shirer, autor del texto antinazi "Auge y caída del Tercer Reich", cuyo odio hacia Hitler está fuera de toda duda.



"Los jóvenes en el Tercer Reich estaban creciendo hasta tener unos cuerpos fuertes y sanos, una gran fe en el futuro de su país y en sí mismos y un sentido del compañerismo y camaradería que hizo añicos todas las diferencias de clase y las barreras económicas y sociales.


Lo recordé más tarde, en los días de mayo de 1940, cuando a lo largo de la carretera entre Aquisgrán y Bruselas vi los contrastes entre los soldados alemanes, con el aspecto bronceado y limpio de una juventud criada bajo el sol con una dieta adecuada, y los primeros prisioneros británicos de guerra, con sus pechos huecos, hombros redondos, tez pastosa y malos dientes, trágicos ejemplos de la juventud que Inglaterra había descuidado tan irresponsablemente en los años de entre guerras". (Shirer, P256).

Williamson tenía una creencia bien conocida de que Hitler era esencialmente un hombre bueno que sólo quería construir una nueva y mejor Alemania. Creía así mismo que las guerras fueron causadas por "los intereses económicos y de la usura", de forma que pronto se sintió atraído por la Unión Británica de Fascistas de Oswald Mosley a la que se unió en 1937.

Con su característico estilo descriptivo Williamson escribió: "Las ratas, las malas hierbas, los pantanos, los mercados deprimidos, los trabajadores en el paro, las cabañas podridas, los arroyos contaminados, las divisiones de clase, los partidos políticos controlados por las centrales eléctricas y el dinero de la banca y de las compañías de seguros, los agricultores perdiendo sus tierras hipotecadas y los ricos invirtiendo sus millones en el extranjero -pero no en el imperio-. Esa fue la verdadera Inglaterra de este período de la Historia". (La Historia de una granja de Norfolk).

Entre los amigos de Williamson encontramos a Thomas Edward Lawrence, un oficial del ejército británico reconocido especialmente por su papel de enlace durante la Campaña del Sinaí y Palestina y la rebelión árabe contra el Imperio Otomano de 1916-1918. La amplitud y variedad de sus actividades y asociaciones le valieron fama internacional como Lawrence de Arabia, un título que más tarde se utilizó para dar nombre a la película de 1962 basada en sus hazañas durante la Primera Guerra Mundial.



Tras la captura de Damasco Lawrence viajó a Inglaterra para defender la causa de la independencia árabe. Desempeñó servicios en la delegación británica en la Conferencia de Paz en París en el año 1919, trabajando junto con el Emir Feisal. Su idea de independencia árabe fue rechazada tanto por los franceses, determinados a gobernar Siria, como por el gobierno británico que tenía ambiciones similares sobre Iraq.

Se sabe que Lawrence había recibido propuestas de Henry Williamson y otros para reunirse con algunos líderes de la Alemania Nacional Socialista, incluido Hitler.

"La nueva era debe comenzar... Hitler y Lawrence deben cumplir..." escribió Henry Williamson. Lawrence llevaba fuera del ejército apenas un mes cuando los reporteros de la prensa sitiaron su casa. ¿Cuándo iba a ver a Hitler? ¿Estaba preparado para convertirse en un dictador de Inglaterra? Evitó estas preguntas incómodas, salió de su morada y se fue a recorrer el oeste del país, pero no antes de que la prensa hubiera atacado su casa de campo, tirando piedras a la azotea y rompiendo las baldosas. Lawrence tuvo que usar sus puños y la policía tuvo que establecer protección día y noche.

El 13 de mayo de 1935 Lawrence montó en su motocicleta por última vez y se dirigió al campamento de Bovington para enviar un telegrama en respuesta a una carta recibida esa mañana de Henry Williamson en la que le proponía un encuentro personal con Adolf Hitler. El telegrama dando su conformidad fue enviado y después, en el camino de regreso, se produjo el accidente que terminó con su vida estando a tan sólo doscientos metros de su casa.

Casi de inmediato llegó un camión del ejército en el que se trasladó a Lawrence a un hospital donde se le impuso una guardia de seguridad. Avisos especiales fueron puestos en todos los periódicos y la Oficina de Guerra se hizo cargo de todas las comunicaciones. Policías de la Brigada Especial se aposentaban junto a su cama y vigilaban la puerta, sin permitir visitas. La casa de Lawrence fue allanada y muchos de sus libros y papeles privados fueron confiscados. Seis días más tarde Lawrence murió, a pesar de las muchas lagunas y contradicciones existentes en la investigación del accidente. Dos días más tarde de su muerte una precipitada investigación que duró apenas dos horas dio un veredicto de "muerte accidental".


El año siguiente, 1936, Inglaterra asistió a la prohibición de desfiles políticos en uniforme y a la abdicación forzada del rey Eduardo, otro patriota que, al igual que Lawrence, tenía que ser eliminado por los belicistas que estaban decididos a destruir a Alemania y Gran Bretaña en otra guerra europea. Y lo consiguieron.

En 1940 alrededor de mil ingleses fueron internados sin juicio por oponerse a la guerra, incluyendo a Mosley y a ochocientos miembros más del la Unión Británica de Fascistas. Williamson fue uno de los arrestados. Fue puesto en libertad condicional con el requisito de que permaneciera en silencio, una condición que consiguió eludir por medio de sus novelas. Con la derrota de Alemania Williamson afirmó que sus esperanzas de una Europa regenerada habían sido asesinadas.

Tras la guerra Williamson fue uno de los primeros en responder a la llamada de Mosley para una Europa Unida y escribió para la nueva revista del Movimiento Sindical de Mosley y en “La Europea”, una revista editada por Diana Mosley, en la que proclamó el nacimiento de una nueva Europa, en sintonía con la naturaleza.

Williamson, en su análisis de post-guerra, expresó su opinión de que el fascismo había fracasado porque era demasiado nacional. Su oponente, la democracia económica, no lo era. Williamson ofreció como alternativa un llamamiento a los europeos para superar sus viejas heridas y rivalidades y avanzar en la construcción de un "espíritu europeo". Siempre se mantuvo fiel a aquello en lo que había creído, como hicieran Ezra Pound o Knut Hamsun, entre otros, y como a ellos se le negaron todos los honores y fue ignorado durante décadas. Se le negó incluso un doctorado honorario por la Universidad de la que era benefactor.

Willamson murió el 13 de agosto de 1977 y fue enterrado en el norte de Devon. Descanse en paz.


“Nos dividieron y fuimos vencidos. Ese es el trágico epitafio de dos generaciones en guerra. Ese fue el destino de mi generación en 1914, y que fue la perdición de una nueva generación de jóvenes soldados en 1939. La juventud de Europa derramó la sangre de su propia familia mientras los chacales del mundo engordaban. Los que lucharon están en la posición de los vencidos, cualquiera que sea su país. Los que no lucharon sino que simplemente se beneficiaron, son los únicos victoriosos”.


Sir Oswald Mosley.

jueves, 3 de julio de 2014

La chica blanca sangra mucho



La chica blanca sangra mucho, "white girl bleed a lot", es una frase pronunciada por uno de los jóvenes negros que protagonizaron un ataque contra un grupo de ciudadanos blancos durante los fuegos artificiales que se celebraron el 4 de julio en Milwaukee. Esta frase ha sido escogida para dar nombre al libro escrito por Colin Flaherty, en el que se narra el exponencial crecimiento de la violencia racial en Estados Unidos, una violencia racial que está siendo protagonizada por jóvenes negros contra la comunidad blanca. Otra parte importante del libro describe cómo los medios de comunicación eluden, cada vez con mayor dificultad, hacer mención de cualquier tipo de connotación racial en cuanto está ocurriendo.

Colin Flaherty ha recopilado y expuesto más información que cualquier otro periodista en lo que parece ser una tendencia en todo Estados Unidos, el incremento de la violencia ejercida por jóvenes negros sobre ciudadanos blancos con una motivación principal: el odio racial. Por primera vez un libro rompe el código de silencio que rodea estos graves acontecimientos y lo hace impecablemente documentado con datos de más de cien ciudades desde 2010, mostrando que estos ataques violentos han ocurrido por todo el país, Nueva York, Nueva Jersey, Michigan, Pennsylvania, Washington, DC, Connecticut, Illinois... se puede afirmar con certeza que Estados Unidos se encuentra inmerso en una epidemia de violencia protagonizada por jóvenes negros y en la que sus víctimas son los estadounidenses blancos.

El pensador y economista afroamericano Thomas Sowell declaró: "La lectura del libro de Colin Flaherty dejó dolorosamente claro para mí que la magnitud de este problema es mayor de lo que había descubierto en mi propia investigación. Se documenta no sólo los disturbios raciales sino también cómo los medios de comunicación y los políticos lo evitan, esto es algo que está ocurriendo en decenas de ciudades”.

Los medios de comunicación se muestran reacios a denunciar la violencia racial. Es sin duda una experiencia entre extraña y sorprendente ver uno de los muchos vídeos de noticias que muestra este tipo de violencia; en ellos el, al parecer daltónico, presentador dice "algunas personas” ¡mientras que las imágenes muestran claramente una gran multitud de negros (sólo negros) que saca a la fuerza a pasajeros blancos (sólo a blancos) de sus coches y los golpean!.

Tal escalada de violencia ha terminado por llegar incluso a nuestros telediarios, si no todas sí al menos algunas de sus formas más deleznables como el conocido como knockout game un "juego" que consiste en propinar un brutal golpe a un transeúnte con la intención de dejarle inconsciente, juego que ya se ha cobrado varias víctimas mortales. Lo que tampoco han mencionado los medios de comunicación españoles a pesar de que cualquiera podía observarlo en las demoledoras imágenes emitidas, es que los agresores una vez más son jóvenes negros y las víctimas son ciudadanos blancos.


 

Pero este “juego" realmente no es nuevo. Aunque se está multiplicando a un ritmo exponencial, en el pasado ha tenido muchos nombres "knockout", "knockout king", "point 'em out”, “knock 'em out", "bomb", "happy slapping" etc. Pero se le llame como se le llame la base del "juego" es siempre la misma: jóvenes negros agreden a un ciudadano blanco sin mediar provocación ni motivo, sólo como mera diversión.

Ya en septiembre de 1992 un estudiante de intercambio noruego, Yngve Raustein, fue asesinado por tres adolescentes que, según los fiscales, estaban jugando un juego llamado "golpe de gracia". Según declararon el objeto era dejar a un blanco desprevenido inconsciente con un solo golpe, y si el agresor no tenía éxito, sus compañeros le atacarían para terminar el trabajo.

Las víctimas mortales no han dejado de sumarse y no sólo en los Estados Unidos. En 2005 en el Reino Unido la BBC informó sobre los “happy slapping”. Las siguientes imágenes de una cámara de seguridad muestran el momento en el que un hombre fue atacado fatalmente en presencia de su nieta por dos adolescentes. Murió una semana después del asalto en Tooting, al suroeste de Londres.



El gobierno francés, por su parte, respondió a estas agresiones con una ley que persigue provocar actos violentos con el fin de filmarlos y publicarlos en Internet. Según dijo un portavoz del entonces presidente Nicolas Sarkozy la ley fue de hecho pensando en los "happy slapping".



http://www.liveleak.com/view?i=078_1275256429&comments=1

Bien, asistimos a una epidemia de violencia protagonizada por jóvenes negros que escogen como víctimas a ciudadanos blancos, pero ¿cómo es posible que todo esto no haya sido acompañado de una ola de indignación y de protestas? La respuesta la encontramos en la actitud que está manteniendo el grueso de los medios de comunicación.

El editor Steve Chapman del Chicago Tribune insiste en que son ciegos al color y que sólo un racista se preguntaría por qué su periódico se niega a informar de la violencia colectiva de los negros y de que esta situación se encuentra fuera de control. Chapman no es desde luego un caso aislado, de hecho podría estar diciendo lo que piensa toda una generación de directores de noticias que dicen no denunciar la violencia racial porque no tienen "ninguna evidencia de que dicha violencia tenga motivaciones raciales".

Eso mismo es lo que el editor del Virginian-Pilot declaró cuando lo presionaron para explicar por qué no informó de que dos de sus periodistas fueron atacados por una turba de cincuenta a cien personas de raza negra. Eso significa que a menos que los depredadores emitan un comunicado de prensa o lleven carteles que digan “Muerte a los blancos”, los editores no tienen forma de saber si la raza tiene o no algo que ver con los crímenes... en fin juzguen ustedes mismos.

Otros muchos actos de violencia de menor intensidad están siendo protagonizados por grupos de jóvenes negros, como los conocidos como "flashmob raids". Un flash mob (o flashmob) es básicamente un grupo de personas que se reúne en un lugar público para realizar una acción inusual por un breve periodo de tiempo y luego se dispersa rápidamente. Suele tratarse de un baile, una canción entonada a coro, etc. Pero los jóvenes negros de Estados Unidos han creado su propia versión, y la acción inusual en este caso es el saqueo de comercios y tiendas.



Este tipo de ataque se cuenta por decenas en todo Estados Unidos, La ciudad estadounidense de Filadelfia decretó incluso un toque de queda de noche para menores de edad en su centro histórico en un intento por acabar con los "flashmobs", una vez más no importa que los atacantes sean negros, este dato es sistemáticamente omitido, el daltonismo informativo perdura tenaz también en estos ataques.

Quizá una de la reacciones más desalentadoras tras la lectura de "La chica blanca sangra mucho" sea la expresada por Thomas Sowell que comenzaba su artículo diciendo: "Una de las razones para estar contento de ser tan viejo como yo es que me salvaré de ver una guerra racial en Estados Unidos. Las guerras raciales son a menudo las guerras en la que nadie gana y todos terminan mucho peor de lo que estaban antes. Las escaramuzas iniciales de la guerra racial ya han comenzado y realmente han estado sucediendo desde hace algunos años. Pero los funcionarios públicos pretenden que no está ocurriendo mientras que los principales medios de comunicación rara vez publican en algo, excepto en formas que ocultan lo que realmente está pasando".

El daltonismo informativo respecto a las cada vez más frecuentes agresiones raciales sufridas por ciudadanos blancos contrasta llamativamente con la actitud que los mismos medios mantienen cuando la víctima es un ciudadano de alguna de las llamadas "minorías étnicas". 

Como ejemplo sirva la agresión que sufrió recientemente un joven oriental en el metro de Barcelona; aquí la situación parece inversa, nadie se ha molestado en contar las circunstancias y motivos que precedieron dicha agresión, pero lejos de mantener la misma actitud que acompaña a los centenares de ataques sufridos por ciudadanos blancos (no hay ninguna evidencia de que dicha violencia tenga motivaciones raciales) aquí la prensa ha dado una repercusión absolutamente desproporcionada a un incidente menor y por supuesto no se ha dudado ni un momento en calificarlo de ataque racista.

Cualquiera podría pensar que mientras centenares de ciudadanos de raza blanca están sufriendo terribles agresiones racistas, en ocasiones con resultados fatales, los medios de comunicación ofrecen una visión de túnel, negando la norma y poniendo en primera plana la excepción para presentar, en el colmo del cinismo, a un grupo social víctima de la violencia racial (los ciudadanos blancos) como si fueran los agresores.

Ciudadanos blancos en todo el mundo están siendo depredados, mientras los medios de comunicación guardan silencio; y cuando lo rompen es para aprovechar la excepción a la norma para convertirles en el colectivo responsable de las agresiones racistas.

¿Nadie va a romper una lanza por nuestro pueblo?

jueves, 9 de enero de 2014

'Mi Lucha' de Adolf Hitler, 'best seller' en Inglaterra

 Esta curiosa noticia aparecia en la edicion digital de "La Gaceta"




La edición digital del libro de Adolf Hitler ‘Mi lucha’ (Mein Kampf) se ha convertido en un best seller. Según declaraciones de un conocido autor británico en el diario británico The Guardian, este nuevo éxito se debe a que la gente puede leer este libro ‘en la privacidad de su ebook o tableta’.

El autor y periodista Chris Faraone publicaba en la web Vocativ.com que más de una docena de ediciones gratuitas diferentes de este libro en versión inglesa se han descargado alrededor de 100.000 veces solo de servidores gratuitos.

En Reino unido, un e-book de ‘Mi Lucha’ se puede encontrar por tan sólo 99 centavos. En la conocida web de Amazon este libroencabeza la lista de los más vendidos en las selecciones de propaganda y psicología política y fascismo y nazismo, y en segundo lugar en la lista de los más vendidos en la selección de ciencias políticas e ideologías.

Otra versión, también por 99 centavos, de la editorial Elite Minds se situa en undécimo lugar en la lista de los más vendidos sobre la Segunda Guerra Mundial, también en Amazon.

Sin embargo, existen editores que están en contra de la promoción de este libro, como es el caso del editor Michael Ford, quien afirmaba en The Guardian que prefiere que este manual esté al alcance sólo de aquellas personas que ‘tienen un interés histórico y académico’ en él.

El copyright de todas las ediciones de este libro es propiedad exclusiva Estado de Baviera, salvo en sus ediciones inglesa y neerlandesa. Así, el gobierno de Baviera, de acuerdo con el Gobierno Federal de Alemania, no permite ninguna copia o impresión del libro en Alemania y se opone a cualquier edición en otros países, con menos éxito. No obstante poseer y comprar el libro es generalmente legal en el mundo.


 Estoy seguro de que buena parte de los dirigentes de esta Europa de los banqueros cuando haya leído la noticia se estará preguntando qué coño esta pasando. Pues señores de la usura internacional, lo que está pasando es que sus horas estan contadas.