domingo, 26 de septiembre de 2010

Esclavitud vs. Occidente. Veredicto: no culpable


Tras la revolución rusa y ante los estrepitosos fracasos cosechados por el marxismo en sus intentos revolucionarios en Europa occidental, sus principales teóricos como Antonio Gramsci o los judeomarxistas de la Escuela de Frankfurt, empezaron a pensar que se imponía un cambio de estrategia.

Según Gramsci, en lugar de intentar tomar el poder por la fuerza para posteriormente iniciar una revolución cultural desde arriba, en Occidente se imponía la estrategia contraria: se debía cambiar primero la cultura y a continuación el poder caería en manos del marxismo como fruta madura, educando al pueblo que terminaría aceptando e incluso anhelando la revolución.

Para llevar a cabo un lavado de cerebro es bien conocido que antes de crear la nueva personalidad del individuo habrá que destruir primero todo lo que es y todo en lo que cree. La psicología de masas no es muy distinta, antes de inculcar en las masas nuevas creencias y valores uno debe tomarse la laboriosa tarea de destruir todo cuanto constituye una seña de identidad de dicha cultura, todas sus creencias y principios. En este caso había que destruir la civilización occidental.

Y de esta forma se emprendió una tarea ingente que comenzó con la toma de las instituciones en el mundo del arte, el cine, el teatro, la prensa, la televisión... La estrategia propuesta por Gramsci se ha demostrado correcta, los ataques a cualquier principio en el que sustentar la civilización occidental han sido llevado a cabo con éxito, libertad sexual, destrucción de la familia, religión, el valor del esfuerzo frente a la gratificación inmediata, la excelencia, etc. Pero esto no era suficiente, aún había que conseguir que odiáramos todo cuanto durante siglos habíamos sido, en definitiva, que nos odiáramos a nosotros mismos y a todo lo que representábamos en el mundo.

Es mi intención recalcar y denunciar en este artículo cómo con medias verdades o con abiertas mentiras, a los hijos de Occidente se nos está induciendo a odiarnos y a despreciar los frutos de una cultura como la nuestra, que una vez fue considerada por propios y extraños como la más desarrollada y la que más aportaciones había hecho a la humanidad.

Intentemos desintoxicarnos un poco y sobre todo intentemos desintoxicar a nuestros hijos, porque con patrañas como la que desenmascara el magnífico articulo de Thomas Sowell, que les dejo a continuación, son con las que están educándoles en las escuelas. Si no luchamos por la verdad, si no luchamos por nuestra cultura, terminará desapareciendo pisoteada por una generación de occidentales criados para odiarse a si mismos (algo que ya está ocurriendo).

"Hace muchos años, me llevé una sorpresa cuando recibir una carta de una vieja amiga en la que me decía que le habían dicho que yo me negaba a recibir visitas en el campus procedentes de África.

Por aquel entonces yo estaba tan atareado que accedí a ver a un único visitante del campus de Stanford; y da la casualidad de que era africano. Acertó a presentarse en un momento en que me estaba tomando un descanso.

En fin: a mi amiga le dije que aquél que tal le dijo igual pudiera haberle dicho que yo me niego a hacer paracaidismo con negros; y, ciertamente, me niego a tirarme en paracaídas con negros... y con blancos y con asiáticos y con cualquier hijo de vecino.

No soy el único que ha sido víctima de confusiones de este tipo. De hecho, confusiones de este tipo están provocando distorsiones mefíticas y de hondo calado en nuestro país, los Estados Unidos de América.

Volvamos de nuevo la vista a la cuestión de la esclavitud. La de la esclavitud es una historia muy dolorosa, no sólo por el trato dispensado los esclavos, sino por lo que su propia existencia dice de la especie humana: porque esclavos y esclavistas, no lo olvidemos, ha habido de todos los colores, credos y lugares.

Si la historia de la esclavitud debe enseñarnos algo, es que no podemos poner en manos de unos seres humanos un poder ilimitado sobre otros seres humanos, con independencia del color o el credo de unos u otros. La historia del antiguo despotismo y el moderno totalitarismo traslada prácticamente el mismo mensaje tinto en sangre.

Pero no es eso lo que se enseña en nuestras escuelas y colegios, lo que nos muestran el cine y la televisión. No. El mensaje que se lanza una y otra vez es que los blancos esclavizaron a los negros.

Y sí, es cierto. Pero como lo es aquello que dice al principio de que no practico paracaidismo con negros. Y sus implicaciones son igual de falsas.

En fin: los europeos esclavizaron a africanos de la misma manera que los norteafricanos esclavizaron a europeos: a más europeos que esclavos africanos hubo en Estados Unidos y las Trece Colonias.

El trato que se dispensaba a los esclavos blancos condenados a galeras era aún peor que el dispensado a los negros en las plantaciones de algodón. Pero no hay películas ni series de televisión que hablen de ello; películas o series como Raíces. Por supuesto, tampoco se habla de ello en nuestras escuelas y universidades.

El trato inhumano con que unos seres humanos tratan a otros seres humanos no es una novedad ni, mucho menos, algo extraordinario. No hay por qué ocultarlo; entre otras cosas, porque podemos extraer algunas lecciones. Pero tampoco hay por qué distorsionarlo y presentar unos pecados de toda la especie humana como propios o exclusivos de una sociedad o raza determinada.

Si la sociedad estadounidense y la civilización occidental se diferencian en algo de las demás sociedad y civilizaciones es, precisamente, en que en un momento dado se volvieron contra la esclavitud; y lo hicieron en un momento en que las sociedades no occidentales seguían practicándola y se resistían a las presiones occidentales encaminadas a ponerle fin.

Sólo el hecho de que Occidente fuera predominante hizo posible la erradicación de la esclavitud en numerosas sociedades no occidentales en la época del imperialismo occidental. Sin embargo, hay estadounidenses que se van a África a pedir perdón por la esclavitud; ¡a África, donde la esclavitud no está, ni mucho menos, erradicada!

No es sólo la historia de la esclavitud lo que es objeto de distorsión torticera. Quienes hurgan en la historia de la minería para socavar los cimientos de la sociedad estadounidense o de la civilización occidental tienen muy poco interés en la Marcha de la Muerte de Bataan o en las atrocidades perpetradas por imperios como el otomano. Este tipo de gente no busca la verdad, sino oportunidades para denigrar a sus propias sociedades, o agravios con los que hacer caja a expensas de gente que ni siquiera había nacido cuando se cometieron esos pecados del pasado por los que claman.

Un antiguo proverbio dice: 'A cada día, su propio mal'. Al parecer, no les basta, a tantos de nuestros educadores, intelectuales, medios de comunicación. Están empeñados en emponzoñar el presente con el veneno del pasado."

Thomas Sowell


Espero que les haya gustado, confío en que haya ayudado a despertar alguna conciencia dormida y por último decir a todo aquel que pueda estar sospechando que el señor Thomas Sowell sólo es otro maldito supremacista blanco, que el autor no sólo no es un supremacista blanco sino que es un afroamericano orgulloso de serlo. Vaya desde aquí mi más profundo reconocimiento por su claridad de ideas, por su prosa envidiable y sobre todo por su honradez intelectual que le empuja a decir la verdad aunque sea políticamente incorrecta y aunque le suponga la enemistad de una buena parte de la comunidad negra internacional.

A modo de repaso, y antes de que algún progre me mande un comentario desafortunado, que en todo caso no pensaba publicar, (aunque les parezca mentira siempre hay algún ingenuo que se cree que después de tener la práctica totalidad de los medios de comunicación y el sistema educativo para difundir su basura, aún pueden venir aquí a soltarla ¡¡Lo llevan claro!!). Pues bien, como iba diciendo, para víctimas de la progresía del pensamiento único les dejo unos datos históricos que creo que serán de su interés.

El primer movimiento antiesclavista nació en Gran Bretaña en 1787, con una reunión de doce personas "profundamente religiosas", en una época en que el Imperio Británico lideraba el comercio de esclavos. Liderados por cristianos y financiados por empresarios conservadores, empezaron un debate que nunca antes había existido, pero décadas más tarde lograron que el parlamento prohibiera primero el tráfico de esclavos, más tarde la esclavitud y, finalmente, que un Imperio Británico en su apogeo impusiera esas prohibiciones al resto del mundo.

Sin embargo, aunque poco a poco los demás países occidentales fueron prohibiendo la esclavitud, fuera de Occidente la abolición se impuso a sangre y fuego, aprovechando la enorme superioridad tecnológica y militar de la que disponían. El imperialismo, especialmente el imperialismo británico, fue la herramienta que sirvió para destruir el comercio de esclavos y reducir la prevalencia del esclavismo en todo el mundo.

Barcos británicos entraban en aguas de Brasil para hundir barcos de esclavistas y se amenazó al imperio otomano con hacer lo mismo con los suyos si no aceptaban la prohibición. Años después, los norteamericanos erradicarían la esclavitud de Filipinas, los holandeses de Indonesia, los rusos de Asia Central y los franceses en sus colonias africanas y caribeñas.

Y es que, fuera de Occidente, no había nadie que entendiera muy bien esa manía que tenían contra el esclavismo. En el imperio otomano afirmaban que era una institución crucial para la vida y los hábitos de todos sus habitantes. Los maoríes lo veían como algo sin importancia, una más de sus costumbres. En Zanzíbar, su gobernante se negó a prohibir el esclavismo por miedo a perder la lealtad de sus súbditos. Si en Brasil, el último país occidental en abolir la esclavitud, hubo grandes demostraciones de alegría en las calles el día de la emancipación, en muchas zonas del imperio otomano hubo una revolución cuando el sultán prohibió el tráfico, que no la posesión, de esclavos.

Generalmente los multiculturalistas afirman que se debe tratar a todas las culturas por igual, porque carecemos de un marco objetivo que nos permita evaluarlas, aunque en la práctica eso les sirve de excusa para denigrar a la civilización occidental y exaltar a todas las demás. Una de las herramientas a las que más recurren es a la historia de la esclavitud o, más exactamente, a la escasa "memoria histórica" de la gente, que sólo recuerda la de Estados Unidos porque es la que aparece en las películas. Sin embargo, si algo hay que muestre la enorme superioridad de la cultura occidental sobre las demás es precisamente la historia del fin de la esclavitud, una imposición de Occidente al resto del mundo.

Estos datos son un extracto del articulo "El Occidente acabó con la esclavitud"

¿Por qué no enseñan esto en nuestras escuelas? ¿Por qué no enseñan que fue precisamente Occidente el que, incluso haciendo uso de la fuerza, terminó con la esclavitud? ¿Por qué no sale en los documentales de televisión? ¿Por qué no se hacen series de televisión del tipo Kunta Kinte en que el protagonista sea un europeo esclavizado en un reino musulmán? Ah, sí, se me olvidaba no lo hacen porque entonces no tendrían cómo enseñar a nuestros hijos a odiar a la civilización a la que pertenecen.

Ahora que usted ha accedido a una pequeña parte de la información que sistemáticamente esta sociedad del pensamiento único le niega en la dictadura de lo políticamente correcto, le animo a releer estas noticias que posiblemente viera en su día y saque sus nuevas conclusiones.

Primer pacto PSOE-PP: una Memoria Histórica para los negros esclavizados

"La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados votará el próximo miércoles dos iniciativas de PSOE y PP para reparar moralmente las injusticias producidas a la comunidad negra a causa de la esclavitud."

Socialistas piden compensación por esclavitud


"Socialistas, socialdemócratas y laboristas de África occidental exigieron a los países que recibieron esclavos procedentes de este continente el pago de compensaciones por 400 años de explotación."


Al parecer los centenares de miles de occidentales esclavizados durante siglos, que vivieron y murieron en condiciones infinítamente más lamentables que las sufridas por los negros de las plantaciones de América, han sido totalmente olvidados por el PPSOE, a pesar de que muchos de estos esclavos fueron compatriotas nuestros.

Las esclavas occidentales eran especialmente
apreciadas en el mundo árabe.


Desde la España musulmana, los árabes realizaban periódicas incursiones o aceifas para saquear y arrasar los reinos ibéricos cristianos de la península, consiguiendo botín y esclavos. Por ejemplo, en una incursión realizada contra la ciudad de Lisboa en el año 1189, Yaqub al-Mansur, califa de los Almohades, se apoderó de 3.000 cautivos entre mujeres y niños, mientras que su gobernador en Córdoba, en un ataque posterior contra la ciudad de Silves en 1191, se apoderó de otros 3.000 esclavos cristianos.

Los árabes esclavizaron a un número sustancial de europeos. Según Rober Davies entre 1.000.000 y 1.250.000 europeos fueron capturados por los corsarios berberiscos, vasallos del Imperio Otomano y vendidos como esclavos entre los siglos XVI y XIX. Estos esclavos eran capturados principalmente de las poblaciones costeras de Italia, España, Portugal, Francia y en menor medida de lugares más lejanos como Inglaterra, los Países Bajos, Irlanda y excepcionalmente en lugares tan apartados como Islandia y Norteamérica. El impacto de los ataques berberiscos y otomanos fue devastador: Francia, Inglaterra y España perdieron miles de barcos, y muchas poblaciones costeras fueron casi abandonadas por sus habitantes. Las incursiones de los piratas otomanos desanimaron el asentamiento en la costa hasta el siglo XIX.

La guerras de los turcos otomanos en Europa, así como los ataques de los mongoles y tártaros en Europa también llevaron a muchos esclavos europeos al mundo musulmán.

Tampoco estaría de más recordar a nuestros políticos y a la víctimas de la Logse que, a pesar de los esfuerzos realizados por el mundo occidental para erradicar la esclavitud en el mundo, ésta perduró durante buena parte del siglo XX y no precisamente en los países occidentales, por mucho que se empeñen en demonizarnos.

Desde aproximadamente el siglo VII hasta la década de 1960 el comercio árabe de esclavos continuó bajo una forma u otra. El sultán de Marruecos Ismael ibn Sharif “El Sanguinario” (1672-1727) tenía una guardia personal de 150.000 esclavos negros, llamada la Guardia Negra, con la que mantenía la sumisión de su reino. Relatos y referencias históricos mencionan con frecuencia la presencia de esclavos entre las propiedades de la nobleza de Arabia, Yemen y otros países árabes hasta la década de 1920. En 1953, los jeques de Qatar que acudieron a la coronación de la reina Isabel II del Reino Unido tenían esclavos entre sus servidores, y seguían teniéndolos en una nueva visita 1958.

Hacia la década de 1950 la población de esclavos de Arabia Saudí se estimaba en unas 450.000 personas, aproximadamente el 20 % de la población. Se estima que hasta 200.000 mujeres y niños negros de Sudán fueron esclavizados durante la Segunda Guerra Civil Sudanesa. La esclavitud en Mauritania fue oficialmente abolida por leyes sucesivas en 1905, 1961 y 1981, pero no fue criminalizada hasta agosto de 2007. Se estima que hasta 600.000 mauritanos negros (un 20% de la población del país) se encuentran actualmente trabajando en situación de esclavitud debido a deudas que no pueden afrontar.

El comercio árabe de esclavos en el Océano Índico, el Mar Rojo y el Mar Mediterráneo es muy anterior a la llegada significativa de los europeos al continente africano. Los descendientes de los esclavos africanos llevados a Oriente Medio por el comercio de esclavos todavía viven allí en la actualidad y son conscientes de sus orígenes africanos.

¿Qué se apuestan a que esto no se lo enseñarán a su hijo en clase cuando estudien la esclavitud?

sábado, 18 de septiembre de 2010

Hoy Suecia, mañana España


Mañana domingo los suecos están convocados a unas elecciones en las que por primera vez un partido patriota identitario y anti inmigración podría entrar en el parlamento. En Suecia para conseguir un representante se necesita un 4% de los votos y los últimos sondeos estiman que el partido Demócratas de Suecia (DS) podría obtener hasta el 7% de los votos.

Todo un cambio para una sociedad como la sueca que a golpe de burka, delincuencia y violaciones ha despertado bruscamente de su idílico sueño de tolerancia e igualitarismo.

Uno de los puntos de inflexión en la muy tolerante sociedad sueca, al menos para los patriotas, fue el brutal asesinato del joven Daniel Wretström a manos de una “banda multicultural”. Para aquel que no conozca los hechos puede leerlos aquí, espero que su estómago soporte tanta multiculturalidad. Sólo unos días antes, el primer ministro sueco, Göran Persson, había declarado en un artículo de uno de los periódicos más grandes de Suecia que el racismo tiene que ser aplastado, y dicha banda multicultural estaba decidida a hacer realidad estas palabras.

El juicio por el asesinato de Daniel fue una farsa. El asesino, Khaled Odeh, fue condenado por homicidio a someterse a tratamiento psiquiátrico, ya que el tribunal llegó a la conclusión de que sufría de trastorno mental transitorio cuando cometió el crimen. El condenado fue declarado “curado” tras un año de tratamiento y ahora está en libertad. Sólo seis de sus compañeros fueron procesados. Tres de ellos fueron condenados a cuarenta horas de servicio a la comunidad y a seguimiento por parte de los servicios sociales. Dos de los restantes fueron condenados a pagar 1.800 coronas suecas (unos 200 euros)en multas y el último fue puesto en libertad condicional y al pago de 1.800 coronas de multa. ¿Vale tan poco la vida de un niño sueco? ¿Menos que una multa de tráfico?

Desde entonces, cada año, en Suecia los patriotas celebran una marcha a la luz de las antorchas para recordarle.



Descansa en paz Daniel.

Sin embargo, y a pesar de todo, muchos políticos como Mehmet Kaplan, diputado por los Verdes, critican duramente al DS. Es increíble que hayamos llegado a un punto en que en Suecia un turco de nacimiento, como el señor Mehmet, pueda cuestionarse y atacar abiertamente la legitimidad del partido de los patriotas suecos.

Alguna muy democrática cadena de televisión sueca se negó a emitir el video electoral del partido Demócratas de Suecia.



Una anciana se arrastra con ayuda de un caminador, el semblante pálido, la respiración entrecortada. Mira hacia atrás, sabe que la siguen. Y sí, a sus espaldas aparece una horda de mujeres cubiertas con velos negros, empujando cochecitos infantiles a zancadas. La desvalida jubilada queda atrás mientras una voz en off sentencia: "La política es cuestión de prioridades. El 19 de septiembre tú decides si recortamos las pensiones o recortamos la inmigración".

martes, 14 de septiembre de 2010

Explosión demográfica


Hay días en que a uno le cuesta escribir y no incurrir en los insultos más brutales con los que cuenta una lengua tan rica como nuestro querido español. Y hoy es uno de esos días. El homenajeado con dicha catarata de descalificaciones e improperios en este caso habría sido nuestro amado presidente, el señor Rodríguez Zapatero, que empieza a ser un clásico en este blog, algo que por otra parte me molesta bastante, porque sinceramente me gusta mucho más escribir sobre otras cuestiones que a mi humilde entender merecen más mi atención que semejante mamarracho.

Pero es que su capacidad de generar sandeces que no merecen quedar sin respuesta es tal, que semana tras semana me veo forzado a dedicarle unas líneas.

En esta ocasión se trata de unas declaraciones hechas en el foro de Oslo del FMI. Bueno, lo cierto es que en dicho foro no ha parado de decir sandeces, pero de entre todas ellas he decidido comentar la siguiente.

El jefe del Ejecutivo señaló que, a pesar de la "grave crisis" de desempleo, en España el 80% de los desempleados está percibiendo algún tipo de prestación, y admitió que la economía española tiene una tasa "muy alta" de paro, que atribuyó a la "explosión demográfica", tras haberse incrementado la población activa en 5,2 millones de personas en la última década.

"Hoy hay más personas trabajando en España que en 2004, pero el crecimiento de la población ha sido impresionante y por eso la crisis nos ha dado tan duro en la tasa de paro", subrayó.

Para aquellos que llevamos años denunciando la insensatez de importar población extranjera de forma masiva como se viene haciendo en España, especialmente desde el 2004, no nos ha pillado de sorpresa dicha noticia. Lo sorprendente es que uno de los principales artífices de la inmigración masiva junto con su predecesor el señor Aznar, reconozca que esa es una de las principales causantes del paro (“la economía española tiene una tasa muy alta de paro, que atribuyó a la explosión demográfica").

Es indignante que diga esto y por supuesto evite mencionar a la inmigración, como si explosión demográfica e inmigración fueran asuntos que nada tienen que ver. Señor presidente, hoy me voy a permitir el lujo de llamarle imbécil. Espero que no se lo tome a mal pues entiendo que como usted suele decirnos las cosas de tal forma que deja claro que nos ha tomado a todos por imbéciles, yo creo que tengo el derecho de devolverle el tratamiento.

Mire imbécil, usted y su antecesor el señor Aznar abrieron las puertas a la imigración masiva con la sana intención de conseguir que se desplomaran los sueldos de los trabajadores en beneficio de los grandes empresarios, cosa que por cierto consiguieron con total éxito de tal forma que mientras los curritos, los pequeños empresarios y los autónomos ganábamos menos cada año al tener que competir con mano de obra del tercer mundo, las grandes empresas hacían su agosto (eso es lo que usted llamaba la "premier league" de la economía ¿lo recuerda usted, imbécil?). Y ahora resulta que ha creado un monstruo multicultural con tensiones de todo tipo que, para colmo de males, está hundiendo nuestra economía.

Usted mismo reconoce que esa solución mágica que era la inmigración masiva que venía a pagarnos las pensiones es la causa del paro.

¡Pero claro, no es culpa suya! ¡Nada es culpa suya! Como si esa explosión demográfica se hubiera producido por generación espontánea. Ya sólo le falta decirnos que la culpa es de nuestros padres por habernos tenido en lugar de haber abortado (como buenos progresistas) para dejar espacio libre a los inmigrantes, que además de trabajar por menos dinero encima le votan.

Señor presidente háganos un favor: no arregle más cosas, no tome más decisiones, no vaya a avergonzarnos a más reuniones ni foros internacionales. Relájese, monte fiestas en la Moncloa con los sindicalistas, cómprese una residencia de lujo en República Dominicana, vea cine español si es capaz de soportarlo o escuche conciertos de Miguel Bosé, pero insisto, intente no tomar decisiones. Asúmalo, usted es imbécil. Nosotros, el pueblo al que gobierna, hace tiempo que lo hemos asumido y no pasa nada, sólo intente no arreglar nada más, porque como buen imbécil que es lo dejará peor.

Afectuosamente un ciudadano de la multicultural y arruinada tierra que antaño era conocida como España.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Eurosionismo


Para todos aquellos que nos sentimos patriotas y que luchamos por España, para que su pasado no sea mancillado y prostituido y sobre todo para que su futuro sea de prosperidad y conserve la señas de identidad que nos hacen únicos, ha nacido un nuevo enemigo.

Este enemigo no es otro que el eurosionismo que ya era conocido por nuestros partidos hermanos en buena parte de Europa. Ahora, como no podía ser menos, ha hecho aparición en el panorama nacional y lo ha hecho con la pujanza y el brío que solo el vil metal puede dar en una sociedad en la que se compran y venden voluntades y donde la repercusión mediática depende más de intereses bastardos que de la honradez ideológica y el trabajo.

¿Qué es el eurosionismo? El eurosionismo es la infiltración de movimientos patrióticos europeos por parte del lobby sionista. Es fácil reconocer a estos nuevos movimientos, centran toda su atención en la inmigración islámica, obviando la inmigración subsahariana, la de amerindios o, por qué no decirlo, la apisonadora cultural norteamericana.

En toda Europa los patriotas, durante décadas, hemos visto con una mezcla de asombro y repugnancia cómo la progresía occidental se alineaba con posturas políticas que eran ajenas a nuestros intereses, y en no pocas ocasiones, más que ajenas, sencillamente opuestas a los intereses de sus compatriotas.

Con esta forma de actuar se ganaron a pulso el apelativo de "los tontos útiles de la izquierda".

Hemos visto a nuestros sindicatos defendiendo los papeles para todos para destruir nuestro mercado laboral. Hemos visto a lo más granado de la izquierda defender la igualdad de derechos de un extranjero a la hora acceder a las ayudas sociales aún a sabiendas de que eso dejaba fuera de dicha ayudas a la mayoría de nuestros compatriotas. O cómo se calificaba de enriquecimiento multicultural lo que simple y llanamente era la destrucción de nuestra identidad.

Pues siéntense y disfruten del lamentable espectáculo, porque ahora ha llegado el turno de los "tontos útiles del sector patriótico", gracias a los cuales la defensa de la identidad europea será transformada en en una lucha anti islámica. Ahora los latin king son tolerables siempre y cuando no recen en dirección a la meca, y el perreo a ritmo de reggaeton es un espectáculo edificante que alegra nuestras calles mientras no se baile a con el velo puesto. Ya no importa defender nuestra identidad frente a agresiones externas, ahora lo importante es ser anti islámico.

Pero lo peor y más peligroso de esta corriente política es su incondicional postura pro israelí. No tengo nada contra Israel, pero creo que la única lealtad inquebrantable de un patriota debería ser para con su país, y en todo caso lealtad para con sus países hermanos del resto de Europa con los que compartimos cultura, historia e intereses geoestratégicos.

Veremos como contra toda lógica estos nuevos patriotas nos animarán a tomar posturas en política internacional frente a los históricos enemigos de Israel, sin importar si estos enemigos también lo son nuestros. Los eurosionistas se han puesto bajo la tutela de un poderoso lobby que defiende intereses que nos son ajenos.

Los identitarios europeos debemos hacer un esfuerzo para mantener claras nuestras ideas, debemos luchar por mantener nuestra identidad étnica y cultural libre de injerencias y agresiones, vengan de donde vengan. Y debemos luchar para detener la sangría económica que supone la inmigración descontrolada, especialmente para nuestras clases menos favorecidas, independientemente de dónde venga dicha inmigración y sin centrarnos exclusivamente en su credo.

Y por último debemos resistirnos a toda costa a convertirnos en la infantería de choque de un estado como el israelí, involucrándonos en conflictos que nos son ajenos y donde no arriesgamos nada salvo la vida de nuestros soldados, tal y como le ha ocurrido a Estados Unidos.

Durante una reunión del Gabinete Israelí, Simon Peres, Ministro de Asuntos Exteriores en aquel momento, dijo que "Si continúa la política israelí de violencia continuada, esto hará que los EE.UU. se vuelvan contra nosotros". A esto respondió Ariel Sharon: "Cada vez que hacemos algo, me dices que los americanos harán esto y lo otro. Te quiero decir algo muy claramente: no te preocupes de la presión americana hacia Israel, nosotros, los judíos, controlamos América, y los americanos lo saben" (Fuente: IAP News 3-0-2001).

No permitamos que esto nos ocurra, y mucho menos de la mano de personajillos que se dicen patriotas. Un verdadero patriota nunca pone su nación a los pies de potencias extranjeras por muy rentable económicamente que esto pueda ser.

jueves, 2 de septiembre de 2010

La puta, el yonki y el que calla


Estos días estamos asistiendo a un espectáculo que por reiterado y bien conocido en estos lares no deja de ser menos nauseabundo.

Por un lado tenemos un gobernante que necesita para mantenerse en el puesto aprobar los presupuestos generales del estado a cualquier precio. Y este gobernante que no es otro que el señor Zapatero (ya cualquiera es un señor). Realmente cree que conservar el cargo merece cualquier precio que tenga que pagar por ello.

Por otro lado tenemos a uno de los partidos más prostituidos en el Congreso de los Diputados, el PNV, que junto con los demás grupos separatistas acostumbra a vender sus favores, como buena meretriz, al mejor postor.

En esta ocasión el precio que piden las meretrices del Congreso es romper la caja única de las pensiones, y mucho me temo que nuestro presidente, adicto al poder como el peor de los yonkis, terminará pagando el precio que le piden, como hicieron sus antecesores. Veremos una vez más a un presidente del Gobierno de España con la sardónica sonrisa del imbécil, posando ante las cámaras tras su triunfal hazaña.

En estos juegos de cama muchos se preguntarán dónde anda Don Mariano, el supuesto líder de la oposición.

Don Mariano está haciendo cola a la puerta de la mancebía con la mirada lasciva y la boca cerrada, los pantalones bajados y tapándose las vergüenzas con la bandera de España, no sea que si critica la situación las putas del PNV cierren las piernas y no le vendan sus favores cuando él lo necesite.

Y de este modo, entre putas, yonkis adictos al poder y cómplices en el silencio que esperan su turno, la soberanía del pueblo español que reside en el Congreso es objeto de comercio y de burla, se compran y se venden votos, se comercia indecentemente con nuestra nación a la que han convertido en mercancía en manos de gentes que parecen extraídas de los bajos fondos y del mundo del hampa.

Como dice el tango "¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!... Vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo, todos manoseaos".

Ya sé que este género no está de moda, pero ruego a mis lectores que escuchen esta letra con atención, porque es sabiduría a ritmo de tango. Con el cambio de siglo nada ha variado.




PD. Dedicado con afecto a todos los argentinos, hijos de Europa, que siguen este blog, y en especial a Juan Pablo Vitali y Dios de dioses.

No lo vamos a aguantar más



La actitud que denota este video que he encontrado casualmente es la que afortunadamente está arraigando cada vez con más fuerza en Europa. Puede que esta actitud sea la que nos salve.

No, no lo vamos a aguantar,
no, no lo aguantaremos,
no lo vamos a aguantar... nunca más!!

Tenemos el derecho de elegir,
no lo vamos a perder,
esta es nuestra vida, nuestra canción.

Pelearemos por el poder de la justicia,
no elijas nuestro destino porque
no nos conoces ni te pertenecemos.

Oh No, no lo vamos a aguantar,
no, de ninguna manera lo aguantaremos
no lo vamos a aguantar... nunca más!!

Oh, eres tan condescendiente,
tus desfachatez es interminable,
no queremos nada, absolutamente nada de ti.

Tu vida es banal y agotadora,
aburrida y enajenada
si esto es lo que puedes hacer, mejor no hagas nada.

Tenemos razón,
somos libres,
pelearemos,
ya verás.

Oh No, no lo vamos a aguantar,
no, de ninguna manera lo aguantaremos,
no lo vamos a aguantar... nunca más!!

Sólo inténtalo y gánanos,
no lo vamos a aguantar,
Vamos!!

No, no lo vamos a aguantar
eres un inútil y débil
no lo vamos a aguantar nunca más.

Ahora lárgate y cuenta veinte...
no lo vamos a aguantar más,
maldito pin.

No, no lo vamos a aguantar más
tú y tu uniforme
no, no lo aguantaremos más.

La traducción me temo que deja mucho que desear en algunas partes. Si alguien tiene alguna mejor, le agradecería que me la facilitara.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Gaddafi: la guerra demográfica


Gaddafi pide a la UE 5.000 millones de euros anuales a modo de chantaje para impedir que Europa se convierta en un continente negro.

Me gustaría decir de este chantajista que su idea es totalmente absurda, descabellada y falta de cualquier asomo de sentido común, pero me estaría dejando llevar por el desprecio que me inspira su persona.

Su amenaza es absurda, no por lo irracional sino por tardía.

¿Por qué vamos a pagar por controlar la inmigración que viene en pateras cuando prácticamente la totalidad de los inmigrantes entran en Europa por los aeropuertos?

¿Por qué vamos ahora a oponernos a la invasión racial cuando uno de cada cuatro de los niños que nacen en España son hijos de inmigrantes de genes extraeuropeos?

Llega tarde señor Gaddafi, su amenaza llega demasiado tarde.

Seamos realistas. Una solución pacífica a la africanización de Europa y a la pérdida de su identidad cultural-racial, es decir a la continuidad de los europeos como pueblo y no como mera entidad político administrativa, es casi imposible.

Lo verdaderamente significativo es que hasta Gaddafi reconoce una amenaza la presión demográfica que pueblos extra europeos están ejerciendo sobre nosotros. El pobre aún no se ha dado cuenta de que Europa esta cuajada de traidores que aplauden y colaboran activamente con nuestra desaparición.

Me pregunto qué habrá pasado por la cabeza de todos esos componentes de oeneges y los políticos del PPSOE que dedican todos sus esfuerzos a importar inmigrantes a España cuando hayan oído las palabras de Gaddafi. Seguramente habrán pensado sorprendidos ¿nos amenaza con el paraíso multicultural? ¿O quizá habrán cruzado los dedos y habrán deseado en lo más profundo de su corazón que Gaddafi cumpla su amenaza? No lo sé, lo cierto es que no consigo entrar en la cabeza de estos seres multiculturales que, paradójica ironía, desean la preservación de toda cultura menos la suya.

Sí sé que, contra toda lógica, no habrán pensado que algo va mal en sus esquemas, que algo, sencillamente, no cuadra cuando un líder africano amenaza a su país y al resto de países de su entorno con aquello a lo que ellos se dedican con ahínco.

La inmigración ha tomado proporciones de invasión y la presión demográfica ejercida sobre nuestro país es insostenible, el inmigrante ha sido declarado oficialmente como arma estratégica por el señor Gaddafi, aunque muchos otros líderes extraeuropeos lo habían hecho con anterioridad.

¿Cuándo despertaremos los occidentales que al parecer somos los únicos que no nos hemos enterado?

¿Cuándo nos daremos cuenta de que la amenaza es real y que con lo que se nos amenaza es con la extinción de nuestra existencia como pueblo y como civilización?