miércoles, 23 de enero de 2013

Economía social, prioridad nacional

Una vez más Democracia Nacional, a diferencia de otros partidos, ha dado muestras de que su existencia no es virtual y que es a pie de calle donde sus militantes dan la cara y dicen lo que piensan por incorrecto que esto pueda parecerles a los que ocupan el poder.

En esta ocasión diecinueve militantes de Democracia Nacional, el número que la ley permite sin necesidad de pedir permiso, se manifestaron frente a la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo Internacional que ha entregado una nada despreciable cantidad de dinero a países cuyas políticas son abiertamente hostiles hacia España.

Dejo a continuación el vídeo y el texto leído frente a dicha Agencia.


Estamos aquí para denunciar que mientras nos decís que no hay dinero pagar a nuestros funcionarios regaláis más de medio millón de euros para los derechos de los indígenas de Bolivia. ¿Es que a vuestros ojos nuestros maestros, médicos, enfermeras, policías y bomberos y personal administrativo tiene menos derechos que los indígenas de Bolivia?

Estamos aquí para denunciar que mientras nos decís que no hay dinero para mantener nuestro sistema sanitario, mientras los enfermos crónicos ya no tienen derecho al traslado en una ambulancia, mientras intentáis que cuando estemos enfermos paguemos un euro por receta en lo que hipócritamente llamáis copago, regaláis 400.000 euros a Marruecos para la "mejora de la gobernanza ambiental". ¿Es que a vuestro entender nuestros enfermos tienen menos derechos que la "gobernanza ambiental" de nuestro enemigo del sur?
Estamos aquí para denunciar que mientras nos decís que no hay dinero para mantener nuestro sistema judicial e imponéis unas tasas abusivas que ponen la Justicia al alcance de unos pocos privilegiados, regaláis 700.000 euros a Cuba para "la gestión de desastres" ¿Es que os parece poco desastre que habéis creado aquí o es, quizás, que los desastres en Cuba tienen mucho más "glamour"?
Y así podríamos seguir hasta completar los más de 25 millones de euros que, a última hora del año pasado, habéis regalado para financiar proyectos tan ambiguos como grandilocuentes, financiando, para más inri, a países como Bolivia, Marruecos y Cuba cuya políticas exteriores son claramente hostiles a España.
Y mientras, para vuestra vergüenza, millones de españoles están sin empleo, miles de familias no reciben ninguna ayuda social, casi una cuarta parte de los españoles vive por debajo del umbral de pobreza y el número de suicidios de españoles desahuciados por vuestros amigos los Bancos aumenta día a día.
Con vuestro cinismo habitual diréis que 25 millones no es mucho dinero. Bajad aquí, bajad a la calle y decídselo cara a cara al parado, al desahuciado o al padre que a fin de mes rebusca en los contenedores de la basura para llevar comida a casa. ¡BAJAD AQUÍ Y DECÍDSELO A LA CARA!
Shakespeare dijo que un hombre que lo único bueno que hace en su vida es dormir y comer no es más que una bestia. Y nosotros decimos que ojalá estuviésemos gobernados por hombres que sólo se dedicasen a dormir y comer en vez de a expoliar y destruir al pueblo al que han jurado servir.
Sabemos que poco caso vais a hacer a estas palabras, porque sólo servís a vuestros oscuros dueños internacionales. Pero tenéis que saber que los hombres y mujeres de Democracia Nacional estarán aquí, a pie de calle, para denunciar vuestros desmanes, vuestra incapacidad y vuestra traición. Seremos el grano en vuestra conciencia, si aún os queda algo de ella.
POR UN ESTADO SOCIAL Y NACIONAL
 
POR LA PRIORIDAD ECONÓMICA NACIONAL

NI UN PASO ATRÁS
 
Madrid, 19 de enero de 2013

sábado, 19 de enero de 2013

Geirr Tveitt



Geirr Tveitt, fue un compositor y pianista noruego nacido el 19 de octubre de 1908. Tveitt fue una de las figuras centrales en la vida cultural del movimiento nacionalista noruega durante la década de 1930.

Tveitt nació en Bergen, en la costa oeste de Noruega, donde trabajaban sus padres, pero cada verano la familia regresaba al la granja familiar en Kvam; de este modo Tveitt pudo disfrutar de la vida urbana compaginada con una existencia rural que le marcaría profundamente, pues durante los veranos de su infancia en Hardanger es donde entra en contacto con la rica música folklórica y las tradiciones de la zona, que serían la semilla de su creciente interés por la herencia cultural noruega más tradicional que caracterizaría su pensamiento y, desde luego, su obra como compositor.

Tveitt descubrió pronto que poseía talento musical y aprendió a tocar tanto el violín como el piano. Después de haber sido alentado por el compositor noruego Christian Sinding, decidió probar suerte en la composición musical. En 1928 abandona Noruega y se dirige a Alemania, al conservatorio de Leipzig, que había sido el principal centro de aprendizaje de la cultura musical europea durante mucho tiempo, siendo Bach, Haydn, Mendelssohn o Wagner algunos de los músicos ligados a esta institución. Este periodo fue sin duda un momento intenso para Tveitt. Estudió composición con Hermann Grabner y Wenninger Leopold, y piano con Otto Weinreich, haciendo progresos extraordinarios en ambos campos. Es posible que la lejanía de su tierra, a la que amaba profundamente, sirviera para avivar en el deseo de ahondar en las raíces tradicionales noruegas.

Un ejemplo de este nacionalismo noruego que día a día crecía en su interior, es su cambio de nombre pues Tveitt originalmente había sido bautizado Nils, pero a raíz de su creciente interés en la herencia noruega, pensó que su nombre no sonaba lo bastante noruego y lo cambió por Geir. Más tarde le agregó un “r” extra a su nombre y una “t” extra para Tveit, para indicar más claramente cómo deseaba que su nombre fuera pronunciado.




Compuso cientos de canciones e hizo multitud de arreglos de temas folklóricos, así como obras maestras mucho más ambiciosas, como el ballet “Draumar Baldurs” (Los sueños de Balder) Aunque la música de Tveitt no es atonal, la mayor parte de ella no se basa en las tonalidades mayores y menores, sino en las escalas modales familiares en las tradiciones de música popular de muchos países, entre ellos Noruega. Probablemente fue el primer compositor noruego en asimilar plenamente los principios que regían la música tradicional de su país, y adherirse a esos principios en sus propias obras.



En la década de los años 30 un gran éxito acompañó su carrera profesional, pero durante la segunda mitad de su vida, y a pesar de su pasado reconocimiento internacional, fue condenado al ostracismo, pues con el final de la guerra llegaron también los nuevos dogmas, las nuevas herejías, y por supuesto, los nuevos inquisidores. Cualquier cosa que se asemejara a nacionalismo fue desdeñado rápidamente por esos inquisidores de la posguerra,  y por si su nacionalismo fuera poco, Tveitt había además formado parte del círculo Ragnarok, el cual influenciado por el filósofo Hans S. Jacobsen, rechazaba el judeocristianismo en favor del politeísmo pre-cristiano escandinavo, mientras que en el terreno político estaba a favor de una ideología pan-alemana que exalta el patrimonio de los pueblos germánicos. Las tesis principales del filósofo Hans S. Jacobsen se inspiraban en las teorías del teólogo alemán Wilhelm Jakob Hauer.

Por último se hicieron públicas algunas declaraciones que Tveitt realizó en su correspondencia privada, consideradas antisemitas y en las que se mostraba muy crítico con la intromisión de los judíos en el terreno cultural.

En Noruega, tal y como ocurrió en casi toda Europa, la izquierda en la política y los modernistas en el arte, vieron en la desnazificación una oportunidad de oro para acabar con los opositores ideológicos. Tveitt fue atacado por ambos grupos; el resultado fue devastador para su reputación, y contribuyó significativamente a convertirle en una persona non-grata en el panorama musical de la posguerra.

Afortunadamente, en los últimos años una nueva generación de académicos y músicos han empezado a acercarse a Tveitt y a su música. Gracias a esto la mayor parte de la música que queda de Geirr Tveitt está de nuevo disponible para el gran público. Resulta lamentable que hasta la década de 1990 el gobierno noruego no comenzara a prestar algún tipo de apoyo para el estudio y la conservación de la obra de Tveitt.


En aquellos días de la desnazificación y caza de brujas en los que Tveitt  fue perseguido no tardaron en aparecer las dificultades económicas. Tveitt buscó refugio en la granja familiar en Kvam, pero aun le quedaba por sufrir otro duro golpe: en 1970, cuando la mayoría de sus obras se perdieron en el incendio de su granja, el otrora exitoso compositor se vio condenado al ostracismo, con serios problemas económicos y con tres cuartas partes de su obra perdida para siempre entre las llamas. La desesperanza entonces le llevó a desarrollar un problema con la bebida que le acompañaría hasta el final de su vida y ayudaría a que le resultaba cada vez más difícil de componer.

Geirr Tveitt falleció el 1 de febrero de 1981. Buena parte de su obra se perdió para siempre, pero no su memoria, que pervive en todos aquellos que seguimos admirándole.

Geirr Tveitt, Descanse en Paz.