viernes, 29 de abril de 2011

Good bye Schengen


Estos días asistimos a una tormenta en el seno de la Comunidad Europea. Francia, Italia y Alemania apoyan una reforma del Acuerdo de Schengen, acuerdo que al parecer será salvado in extremis mediante un parcheo parcial hecho deprisa y corriendo.

Me he decidido a comentar esta noticia porque creo que los medios de comunicación no han llegado al fondo de la misma. De hecho creo que de forma poco inocente los medios de desinformación han confundido deliberadamente las causas de lo ocurrido, pues resulta poco creíble que uno de los principales acuerdos europeos salte por los aires por la llegada de unos miles de inmigrantes cuando los que ya están entre nosotros son decenas de millones.

El Acuerdo de Schengen, como todos sabemos, es el que permite entre otras cosas la libre circulación de personas. Sin poner en duda sus indiscutibles ventajas, ya cuando se creó podían preverse que surgieran determinados problemas, habida cuenta de que se creaba un espacio único pero sin contar con una única legislación ni con una policía unificada. Es decir, se creaba un marco en el que los traficantes de droga, los responsables de la trata de blancas, los terroristas etc. podrían desenvolverse con mayor comodidad.

Y sin duda algo de todo esto ha habido, pero lo que verdaderamente ha puesto el acuerdo al borde de su desaparición han sido los flujos migratorios. ¡A que al final va a resultar que la tierra no es del viento!

Muchos son los precedentes de tensiones en este campo y no pocos de estos precedentes han sido protagonizados por nuestro presidente Rodríguez Zapatero. Recordemos cuando el Gobierno de España, en una operación dirigida por el señor Caldera, comenzó el proceso de regularizaciones masivas con el que el señor Zapatero dio "los papeles" a centenares de miles de inmigrantes que habían entrado en España ilegalmente. Centenares de miles de inmigrantes que gracias al acuerdo de Schengen podían, a partir de entonces, desplazarse por Europa y asentar sus reales allí donde mejor les pareciera.

Ya entonces y con motivo de estas regularizaciones ,Francia, Alemania y Holanda pusieron el grito en el cielo. En las hemerotecas quedan para el recuerdo las duras acusaciones de Otto Schily, en aquel entonces ministro del Interior alemán, o las del ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux.

Pero esto ocurría en el 2005 y desde entonces las tensiones étnicas en el seno de Europa no han hecho más que crecer a marchas forzadas.

Todos recordaremos como Sarkozy intentaba en 2010 poner coto a la inmigración de gitanos rumanos mandándolos de regreso a su país. Los franceses asistieron atónitos al espectáculo de ver cómo su gobierno era atacado por distintos políticos comunitarios. Tan agria llegó a ser la pugna entre París y Bruselas que el presidente francés terminó por declarar aquello de "si Luxemburgo quiere acogerlos, que lo haga", en referencia a los gitanos rumanos.

Es palpable cómo las reacciones ante la regularización de 600.000 inmigrantes en 2005 provocó quejas mucho menos virulentas que la situación de unos cientos de gitanos en 2010, reflejo sin duda de que la tensión en todo lo referente a inmigración se está viendo incrementada día a día. Buen ejemplo de esto son las declaraciones efectuadas en los últimos meses por parte de los principales líderes europeos.

18 de octubre del 2010: Merkel da por muerto el modelo de sociedad multicultural en Alemania.

5 de febrero del 2011 David Cameron cree que el multiculturalismo ha fracasado en el Reino Unido.

10 de febrero del 2011: Sarkozy también considera que el multiculturalismo es un 'fracaso'.

Estos precedentes hacen que la noticia que nos estén presentando acerca de la reforma del Acuerdo de Schengen tenga un calado mucho más profundo, que sin duda está siendo deliberadamente ignorado. El problema, como dije antes, no son los miles de inmigrantes de esta última oleada una cifrar realmente modesta si la comparamos con las decenas y decenas de millones de inmigrantes que ya tenemos dentro.

Seamos claros, la ruptura de Schengen no es el problema, la ruptura de Schengen es el síntoma. El problema, el verdadero problema, es que la multiculturalidad, la Alianza de Civilizaciones y las políticas de inmigración a día de hoy han sido oficialmente reconocidas como un estrepitoso fracaso y estos bomberos pirómanos que gobiernan Europa no saben cómo solucionarlo.

Su irresponsabilidad pasada y su inoperancia presente nos acercan alarmantemente a un punto de no retorno en el cual una solución pacífica y civilizada cada día parece menos viable.

La tensión creciente entre las distintas cancillerías es fruto del nerviosismo. ¿Alguien cree sinceramente que trescientos gitanos rumanos podrían, en condiciones normales, ser los causantes de la crisis institucional que se produjo entre Bruselas y París el año pasado? ¿Alguien cree sinceramente que Schengen agoniza por quince o veinte mil musulmanes en una Europa con mas de cincuenta millones de ellos? ¿Qué sentido tiene esto? No, lo único que ocurre es que el sueño multicultural ha terminado y ahora empieza la pesadilla.

De momento a nuestros grandes estadistas sólo se les ha ocurrido una cosa "No tengo ni puñetera idea de cómo arreglar esto, pero tengo muy claro que mi vecino no va a solucionar el problema de su casa mandándome a sus inmigrantes". Este pensamiento, que es el que impera hoy en las principales cancillerías europeas es la verdadera noticia. La ruptura del Acuerdo de Schengen sólo es el síntoma.

¿Dónde han quedado aquellas frases de "papeles para todos", "no hay ilegales hay personas", "la tierra no es de nadie sino del viento" etc. etc.?

Ya es hora de que estos irresponsables, que han puesto en peligro la existencia futura de sus respectivos pueblos hagan las maletas, se marchen a su casa y sentados donde no molesten esperen a que se les haga justicia. Urge en Europa un cambio de política y que dicho cambio pueda ser dirigido por ellos ya no es creíble. Al menos así lo están entendido cada día más ciudadanos europeos que elección tras elección hacen crecer en toda Europa a los partidos nacionalistas, último baluarte tras el que protegerse y sobrevivir al monstruo creado por liberales y socialdemócratas en esta Europa que se juega su supervivencia.

Schengen no agoniza, lo que agoniza es el sueño multicultural. Comienza la pesadilla.

viernes, 22 de abril de 2011

El diario de... ¿Anna Frank?


Hoy casualmente he reencontrado un magnifico artículo escrito por Pedro Varela que, aunque tiene ya unos años, sigue totalmente vigente. Su título “El fraude del Diario de Anna Frank desmenuzado por completo”. Puede parecer que la autenticidad o no del diario de Anna Frank es un hecho de trascendencia menor, tanto es así que no sería la primera vez que al comentar con alguien esta incómoda realidad en no pocas ocasiones su único comentario ha sido "Bueno, está bien, puede que tengas razón y el diario sea falso pero ¿qué importancia tiene?" Pero tiene importancia tiene mucha importancia, permítanme que me explique.

Cada vez que alguien me pregunta si eso es importa no puedo evitar recordar una novela de John Irving titulada "Una mujer difícil". En ella el protagonista, un autor de cuentos infantiles, le explica a su joven ayudante que son los detalles aparentemente insignificantes los que hacen que una historia sea creíble. Fiel a esta idea, el protagonista de la obra relata a su joven ayudante un accidente de tráfico en el que han fallecido sus hijos; lo hace con profusión de pequeños detalles y la escena, efectivamente, alcanza un realismo sobrecogedor.

El diario de Anna Frank no es una pieza sin importancia, es uno de esos detalles de los que habla el personaje de la novela de John Irving, uno de esos detalles imprescindibles para conseguir que una historia "real o inventada" resulte creíble.

El fraude del "Diario de Anna Frank" desmenuzado por completo

Hace unos días, la escritora de una crónica autobiográfica de una niña judía salvada de los nazis por unos lobos confesó que ni era judía ni fue salvada de los lobos, ni nada de nada. Hoy día, que representan en Madrid un musical sobre la vida de este mito judío mientras los sionistas asesinan niños palestinos basándose en el mismo mito de los perseguidos judíos, es bueno aclarar, de una vez y para siempre, una de las obras sobre las que se sostiene el victimismo judío, de obligada lectura en las escuelas europeas. Por cierto que hace unos días el jefe de la oposición inglesa (David Cameron) se oponía a que los niños ingleses fueran de viaje obligatorio a Auschwitz, mientras que el presidente francés, el judío Sarkozy, establecía que los estudiantes franceses tenían que hacer trabajos identificándose con un niño judío de la Segunda Guerra Mundial. Desvelemos pues, el origen de esta religión.

(….) ¿QUIEN FUE EL AUTOR DEL "DIARIO"?

Se dice que "inicialmente, la publicación del Diario fue rechazada por numerosos editores" (7). Desde 1952, en que fue editado por vez primera en París -la primera edición holandesa apareció en el verano de 1947 (8)-, se han hecho más de cincuenta ediciones en todos los idiomas importantes, contabilizando hasta la fecha más de 25 millones de ejemplares vendidos (9), muchos de ellos a la fuerza (10), amén de una hollywoodense película de gran éxito, obras de teatro y numerosas adaptaciones transmitidas por radio y televisión. Pretende ser el verdadero diario íntimo de una niña judía de Amsterdam, de 12 años de edad, escrito durante la ocupación alemana, mientras permanecía escondida con su familia en los fondos de una casa; posteriormente fueron arrestados (4 de Agosto de 1944) y trasladados a campos de concentración, donde Anne Frank falleció a los 14 años de edad, en Marzo de 1945, víctima de una epidemia de tifus que se extendió en la zona (11).

Señalemos aquí que la detención de los Frank la llevó a cabo la policía holandesa (Policía Verde) y que Anne fue trasladada primeramente al campo de tránsito para deportados judíos de Westerbork (Holanda), posteriormente, el 2 de Septiembre de 1944, al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau y en Diciembre del mismo año a Bergen-Belsen (12), donde el fin de la guerra y el caos inherente producido por los bombardeos aliados sobre ciudades y los medios de comunicación y avituallamiento llevarían al hambre y el tifus. Es decir que fue paseada por toda Europa. Uno se pregunta si no suponía todo esto un esfuerzo por perder la guerra, puesto que en un momento de máxima necesidad, los alemanes se dedicaban a trasladar a los presos de naciones enemigas de campo en campo, con el consiguiente consumo del escaso combustible que hacía falta en el frente y utilización de numerosos trenes útiles en otros menesteres. Y si la intención de los alemanes era "exterminar" a la población judía, tampoco se comprende que Anne pasara tres meses en Auschwitz sin ser "gaseada" para ser trasladada a Bergen-Belsen, que en ningún caso era un campo de exterminio (según el Institut für Zeitgeschichte de Munich, instituición paraoficial del gobierno alemán, ni en Bergen-Belsen ni en todo el antiguo territorio del Reich existieron cámaras de gas para el exterminio de seres humanos) (13). Añadamos que el padre, Otto Frank, fue hospitalizado en Auschwitz para ser curado de sus dolencias (14). Resulta en cualquier caso sorprendente este interés de los alemanes para que los teóricamente destinados a la cámara de gas entraran en ella gozando de salud.

Según Otto Frank, el "Diario" fue encontrado por casualidad, por él mismo, escondido en una cavidad que, casualmente, se hallaba entre la viga y el techo del lugar donde habían estado recluídos, antes de caer en poder de los alemanes. Ese encuentro fortuito ocurrió, según Otto Frank, bastante después de finalizada la guerra, en 1952 (15), si bien esta fecha no coincide con la de publicación de las primeras ediciones (1947) (16). Para Wolfgang Benz (44) el diario fue hallado por Miep Gies, una vecina de los Frank en las Prinsengracht 263 de Amsterdam, el mismo 4. 8. 44, día de la detención. Se dice que Anne Frank escribió su diario a escondidas. Así lo afirma en su prólogo George Stevens, quien afirma no sólo que el diario era pequeño, sino también "que del pequeño diario sólo Anne tenía conocimiento" (17).

Aquí surge un problema, ¿cómo es que un libro que, según las ediciones, tiene unas 230, 240 ó 290 páginas, puede ser incluído en un diario pequeño que podía ser escondido detrás de unas libretas de apuntes del colegio? A pesar de hallarse en un desván relativamente pequeño, ninguno de los acompañantes la vió escribir (18), lo cual no deja de ser difícil, teniendo en cuenta que se trataba de un escrito voluminoso. Otros autores no coinciden sobre este punto (19). Según el historiador catalán J. Bochaca, que una niña de doce años escriba, en la segunda página de su diario, un ensayo filosófico sobre las razones ontológicas que la impulsan a hacerlo; así como que una niña de tan corta edad sea capaz de redactar una historia de la familia Frank, sin notas a la vista; que confinada en una buhardilla esté al corriente de la legislación y las medidas antisemitas de los "nazis", incluyendo fechas, números de decretos y nombres propios; supone un caso impar en la historia de la literatura universal (20).

El mismo autor hace notar que las ediciones inglesa y alemana del "Diario" difieren tan fundamentalmente, que las diferencias no pueden ser atribuídas, racionalmente, a criterios de traductor. La verdad sobre el diario de Anne Frank fue revelada, inicialmente, por la publicación sueca "Fria Ord", en 1959, en una serie de artículos diarios aparecidos en marzo. En Abril de aquel mismo año, la revista americana "Economic Council Letter" (15 de Abril de 1959) resumió los artículos de su colega sueco, con la siguiente gacetilla: "La historia nos proporciona muchos ejemplos de mitos que tienen una vida más rica y más larga que la verdad, y que, sin duda, pueden llegar a ser más efectivos que la verdad" (21).

Nuestras dudas aumentan cuando leemos en el "New York Times" del 2 de Octubre de 1955, que en el diario de Anne Frank "sólo figuraban aproximadamente 150 inscripciones" donde se consignaban "cronológicamente las sensaciones e impresiones de una adolescente" ("mamita me trata a veces como un bebé, lo que no puedo soportar") y "adicionalmente muy pocas que no podrían considerarse como pertenecientes a esa categoría" ("temo mucho que nos descubran y que seamos fusilados") (22). No obstante ello, continúa Richard Harwood, el "Diario" publicado consta de 293 páginas y su texto no concuerda con la relación, que acabamos de citar, entre numerosas inscripciones propias de una adolescente y "muy pocas" de mayor o menor referencia política. De hecho, no sólo las observaciones de carácter político del diario, sino su contenido general y su estilo, presuponen un conocimiento de interrelaciones históricas, juicio y arte de la expresión poco comunes incluso entre adultos. La edición "original" del Diario nunca fue publicada, puesto que el padre, Otto Frank, decidió expurgar el mismo de fragmentos escabrosos de una adolescente o de críticas a la madre de Anne. Más tarde este debió admitir que además de la escritora judía Anneliese Schütz e Isa Cauven "para colmar algunas lagunas en el diario debió requerir los servicios del periodista holandés Albert Cauven" (23). Incluso el poco sospechoso semanario "Der Spiegel", instrumento principal en la "reeducación" del pueblo alemán, debía admitir que "el 'Diario' en su conjunto no es auténtico". Para el Spiegel queda claro que "aquello que ha hecho emocionar al mundo, no proviene enteramente de la mano de Anne Frank. En la edición el 'Diario' ha sido transformado por numerosas manipulaciones…" (24). La investigación oficial llevada a cabo por la Dra. Hübner deduce que el "Diario" publicado está compuesto de 177 capítulos (cartas), que proceden de cuatro diferentes fuentes: 4 del Diario, 5 de un libro de relatos, 69 de dos diarios, que la Dra. Hübner define como primera elaboración del Diario, 99 procedentes de hojas sueltas, que la investigadora define como segunda elaboración del Diario.

JUICIO ESCLARECEDOR

Mayores sospechas nos asaltan, lógicamente, al estudiar el pleito en que se enzarzaron el conocido escritor judío norteamericano Meyer Levin y el padre de Anne Frank. El juicio transcurrió entre 1956 y 1958 ante el County Court House de la ciudad de Nueva York, obteniendo el demandante Meyer Levin un fallo a su favor que condenaba a Otto Frank a abonarle una indemnización de 50.000 dólares de la época por "fraude, violación de contrato y uso ilícito de ideas"; el pleito, que se arregló privadamente después de la sentencia por obvio mútuo interés, versaba sobre la "dramatización escenográfica" y venta del "Diario". El juez, así mismo judío, era Samuel L. Coleman, quien dictó sentencia en el sentido de que Otto Frank debía pagar a Meyer Levin "por su trabajo en el diario de Anne Frank" (25).

Para cualquier interesado, todo lo referente al caso Levin-Frank está archivado en la Oficina del Condado de Nueva York (N. Y. Country Clerk's Office) con el número 2241-1956 y también en el New York Supplement II, Serie 170, y 5 II Serie 181 (26). Así pues, la sentencia del juez -y juez judío- en el sentido de que el autor del Diario es Meyer Levin y no la niña, existe (27).

Lo que interesa hacer notar es que de la lectura de la numerosa correspondencia privada de Otto Frank y de Meyer Levin que fue aportada al juicio como prueba de las partes, surge la grave presunción "juris tantum" de que el "Diario" "es substancialmente una falsificación" (28), y que el autor material de esa falsificación fue el igualmente judío Meyer Levin. Levin, en legítima defensa de sus derechos de autor, además de demandar al Sr. Frank por cuatro o cinco millones de dólares por su labor de parafrasear el manuscrito "para el fin que tenía que cumplir…", pleiteó igualmente contra el productor de cine Kiermit Bloombarden, pues en la película -del mismo título que la obra- aparecen también escenas escritas por él y que no estaban contenidas en el Diario original (29).

Meyer Levin había sido corresponsal en España durante la guerra civil de 1936 a 1939 y más tarde enviado de la Agencia Telegráfica Judía durante los enfrentamientos con los palestinos entre 1945 y 1946. La Enciclopaedia Judaica le reconoce como "el primer escritor en poner en escena el Diario de Anne Frank (1952)" (Vol. 11, pág. 109) (30).

UN BOLIGRAFO PREMATURO

Pero no acaba aquí todo, y nuestra duda se convierte en decepción cuando descubrimos, como lo ha hecho el historiador británico David Irving tras su investigación (31), que en el "Diario" de Anne Frank había tinta de bolígrafo. Así lo determinaron unos expertos que acudieron expresamente a Suiza para comprobar el manuscrito original en posesión de Otto Frank. Según estos, parte de los diarios habían sido escritos con bolígrafo -inventado en 1949 y cuya aparición en el mercado data como temprano de 1951- algo imposible al haber fallecido Anne Frank de tifus (32) en 1945. Dos ciudadanos alemanes, Edgar Geiss y Ernst Roemer, pusieron públicamente en duda, una vez más, la autenticidad del famoso "Diario". Ante ello el Tribunal del Distrito de Hamburgo encargó a la Oficina Federal Criminal Alemana (BKA) un examen de los textos para determinar científicamente si la escritura de éstos se había llevado a cabo durante los años 1941 a 1944, basándose en los análisis del papel y la escritura del manuscrito original. Este análisis químico-técnico fué llevado a cabo en abril de 1981, bajo la dirección del Doctor Werner (33).

A pesar de su publicación, la ley del silencio de los "mass-media" intentó dar la menor publicidad posible a los resultados de los análisis. Sí lo hizo el "New York Post" del 9 de Octubre de 1980 mencionando el hecho.

Según este análisis, las correcciones, comentarios y añadidos en las hojas de parte del manuscrito fueron hechas en tinta azul, negra, roja, a lápiz y en BOLIGRAFO de tinta negra, verde y azul. Como comentarios y texto principal son de una misma mano, recordémoslo, el libro fue escrito por alguien después de la guerra o cuando menos lo finalizó pasada la contienda. El original consta de tres libretas encuadernadas y 324 páginas sueltas (34)

Reproducción del artículo del "New York Post" del 9.10.1980 donde se confirma que Anne Frank no pudo haber escrito con tinta de boligrafo su Diario, porque todavía ¡no había sido inventado el bolígrafo!

DIFERENCIAS EN LA ESCRITURA

Un calígrafo pudo comprobar, además, que todo había sido escrito por la misma mano y que, por tanto, no podía ser la de Anne Frank. Se trata de Minna Becker, perito calígrafo judía, quien afirmó ante el juez, repetidamente, que toda la escritura del diario pertenece a una misma mano (35). Para dilapidar este tema sólo ha hecho falta acceder a las cartas auténticas que Anne Frank escribió de niña a unas amigas, publicadas en los Estados Unidos; la letra de estas cartas sí tiene el aspecto normal de una niña de 10 ó 12 años, lo que no es el caso del "manuscrito original", que nos revelan a un autor de mayor edad. Las cartas fueron adquiridas por el "Instituto Simon Wiesenthal" y, siempre según David Irving, sí son auténticas, no así el diario (36). Bochaca confirma asímismo, como han hecho posteriormente otros autores, refiriéndose a Paul Rassinier, que la escritura que se afirma es la de Anne Frank, reproducida en el libro "Spur eines Kindes", de Ernst Schnabel, difiere totalmente de la escritura de Anne Frank en el manuscrito original.

El Profesor Faurisson, de la Universidad de Lyon, cuya especialidad es la crítica de textos y documentos, y que mantuvo varias conversaciones personales con el padre de Anne Frank, insiste en este tema otorgándole el peso suficiente para llevar al escepticismo sobre el "Diario" de Anne Frank. Su primer trabajo sobre el caso fue publicado en francés en 1980. Una traducción del mismo apareció en el verano de 1982 en el volúmen del "The Journal of Historical Review" con el título "Is the Diary of Anne Frank Genuine?" (págs. 147 – 209). Entonces señalaba dos ejemplos de la letra manuscrita atribuida a Anne Frank, ambos escritos cuando esta contaba aproximadamente 13 años, pero extrañamente la primera (datada el 12 de Junio de 1942) parece mucho más madura y similar a la de un adulto que la supuestamente escrita sólo cuatro meses más tarde (10. 10. 42). Respondiendo a dicho escepticismo sobre la autenticidad del "Diario", el State Institute for War Documentation de Amsterdam (Rijksinstituut voor Orloogsdocumentatie – RIOD), publicaba un libro en 1986 que incluía el facsímil de una carta supuestamente escrita por Anne el 30 de Julio de 1941.

El descubrimiento en los EE.UU. de otros varios ejemplos de la letra manuscrita fue anunciado en 1988. El mismo incluía dos cartas fechadas el 27 y el 29 de Abril de 1940 y una postal, escritas a alguien en Danville (Iowa). Estas últimas, como las del 12. 6. 1942 y 10. 10. 1942, creaban un nuevo problema al Instituto de Documentación de Guerra de Amsterdam, dado que la letra manuscrita que aparece en ellas es completamente diferente que la escritura de adulto de la carta del 30 de Julio de 1941, así como la mayor parte del manuscrito en cuestión. Estos descubrimientos confirman la creencia del Prof. Robert Faurisson de que la letra manuscrita de "adulto" atribuída a Anne es, en realidad, muy parecida a la letra manuscrita de una de las personas que oficialmente "ayudaron" a Otto Frank a preparar el "Diario" para su publicación después de la guerra.

Para María Paz López y su artículo en "La Vanguardia", estas diferencias de escritura son normales (!) en un adolescente. Igualmente soslaya, al tratar el tema del informe pericial encargado por el RIOD, el tema de la escritura a bolígrafo, mencionando exclusivamente las anotaciones a lápiz del padre. Podemos concluir pues, que no se trata de un "Diario", sino de una novela, basada en un manuscrito escrito después de la guerra por Otto Frank o sus colaboradores, y redactado por Meyer Levín, con algunos añadidos posteriores del holandés Albert Cauven (38). El historiador alemán Udo Walendy es definitivo: "El Diario de Anne Frank -durante años lectura recomendada tabú para escuelas y público- es una falsificación" (39).



El milagro inexplicado de los cambios de letra de Anna Frank en dos documentos fechados el mismo año: el famoso "diario" (arriba) y una carta dirigida a una amiga (abajo).

ANNE FRANK A LA FUERZA

Conviene advertir aquí que para evitar dudas y desbancar las crecientes sospechas sobre la autenticidad del libro, fue impuesto por las autoridades alemanas actuales como "lectura obligatoria" en las escuelas (¡increíble negocio para los propietarios de derechos -Fondo Anne Frank- y editores!) y se llegó al extremo de adoptar medidas disciplinarias (retiro de la "venia docendi") contra maestros y profesores que osaran manifestar sus dudas al respecto (40). El Profesor Stielau, de Hamburgo, fue expulsado de su cátedra, en 1957, por el mero hecho de haber osado poner en duda la autenticidad del Diario. ¡Increíble!

Todavía en 1976, el padre de Anne, Otto Frank, lleva a cabo acciones y denuncias contra Heinz Roth, de Odenhausen, en un juicio tendiente a prohibir publicaciones que sostengan que el diario, tal como se publicó, no puede haber sido escrito por una niña de 12 años. Ejemplos éstos que demuestran cuán estrecho es el margen de la libertad de pensamiento cuando se rozan ciertos temas tabú (41).


UN TIMO MORAL

Richard Verrall (que publica bajo el nombre literario de Harwood) advierte que la falsedad del mito de Anne Frank va mucho más allá, es muchísimo más profunda que la eventual falsificación del texto. Reside en la "unilateralidad" y en la "recurrencia infinita" del tema: una perfecta aplicación política de la propaganda actual del viejo tema de la niña inocente atrapada por la maldad exclusiva de los otros, pero que triunfa incluso después de muerta. El mito de Anne Frank, por la fuerza de su impacto sobre la sensibilidad colectiva, se convierte no sólo en símbolo de la "inocente" nación judía perseguida, sino más aún y contra todas las reglas de la lógica, en "prueba indiscutible" de la maldad intrínseca, inmedible, de los perseguidores.

Reconozcámoslo pronto, en efecto, no importa desde un punto de vista humano que el "Diario" de Anne Frank sea una falsificación o no. Esta niña falleció, víctima del tifus -y no en una "cámaras de gas" inexistente en Bergen o convertida en "pastillas de jabón" que se han revelado una falacia, todo hay que decirlo-; y el padecimiento y muerte de cualquier niño es siempre lamentable. Pero es importante constatar que los posibles sufrimientos de una niña judía de 14 años, en tiempo de guerra, no son más significativos por el "hecho" de que hubiese escrito un diario, que los sufrimientos tanto o más terribles de otros posibles niños judíos; o que las desgracias infinitamente más numerosas de otros niños alemanes, italianos, japoneses, polacos, rusos o de otras nacionalidades que han sufrido horriblemente por muchos otros motivos en esa misma guerra: despedazados, quemados vivos a millones, mutilados o inválidos para toda la vida a causa de los bombardeos masivos de población civil efectuados por los aliados contra ciudades abiertas alemanas; abandonados en medio del caos ante la muerte o desaparición de sus padres; violados, corrompidos por la barbarie de buena parte de las tropas enemigas. Sólo en el Holocausto alemán de Würzburg, durante los últimos días de la guerra, fueron quemadas 5.000 personas, de entre las cuales más de 100 niñas y mujeres se llamaban Anna, convertidas en cenizas durante la noche del 16 de Marzo de 1945 (44).

¿Pero quién se acuerda de tal suma de horrores sufridos por los no judíos? ¿Quién llora por el niño alemán que, en Dresde, junto a otros 250.000 civiles, mujeres y niños principalmente, corre aullando envuelto en el fuego inextinguible del fósforo líquido? ¿Quién por la niña alemana violada varias veces hasta la muerte por una sucesión de bestias animadas a ello por el judío soviético Ilya Ehrenburg? ¿Quién escribe novelas lacrimógenas por los no menos reales e inocentes niños japoneses de Hiroshima y Nagasaki? ¿Quién por los niños de la misma edad de Anne Frank, masacrados en Paracuellos del Jarama, que en su propio país tampoco cuentan con una calle?. Nadie.

No hay "best sellers" para ellos, no hay "dramatizaciones", ni 50 ediciones, ni cine, ni teatro, ni bombardeo televisivo, ni campañas en su nombre, ni recogidas de firmas, ni movilizaciones entre los partidos políticos del sistema y sus parlamentarios, ni manifestaciones públicas cincuenta años después, ni nadie que quiera recordarles cambiando el nombre de una calle, por pequeña que esta fuera. ¿Por qué? ¿Tal vez porque no cuentan con un lobby que haga del dolor un negocio sin precedentes? ¿Porque les falta la conveniente orquestación de los "mass-media", que hacen del sufrimiento ajeno un arma política, con la intención de desarmar moralmente a quienes denuncian semejante hipocresía? ¿O deberíamos ser más atrevidos y decir que, simplemente, porque no son judíos?. Entonces habría que denunciar y perseguir igualmente a aquellos que por dinero o por oscuros intereses políticos y personales hacen, con los niños que han padecido en el pasado, discriminaciones en razón de su raza, religión o ideas políticas de los padres y sólo se acuerdan de unos niños muy concretos y minoritarios, soslayando a los demás. Se trata, sin duda, de un agravio comparativo.

Por Pedro Varela

NOTAS(1) y (2) WEBER, Mark: Anne Frank. Publicado en "The Journal of Historical Review" de Mayo/Junio de 1995, pág. 31.(3) "Daily Telegraph" 24.3.1933 y "Daily Express" de misma fecha.(4) IRVING, David: Pruebas contra el Holocausto. Conferencia en el Hotel Majestic de Barcelona, el 17 de Noviembre de 1989.(5) FELDERER, Ditlieb: Il Diario di Anna Frank: una Frode. Edizioni La Sfinge, Via Marchesi, 30, Parma (Italia), 1990, pág. 6.(6) HARWOOD, Richard (Richard Verrall): ¿Murieron realmente seis millones?. Historical Review Press, Inglaterra, 1977.(7) Enciclopaedia Judaica, citada en FELDERER, opus. cit. Pág. 14.(8) BENZ, Wolfgang: "Legenden, Lügen, Vorurteile: Ein Wörterbuch zur Zeitgeschichte". DTV Deutscher Taschenbuch Verlag. 2ª Edición, 1992 y FELDERER, pág. 13:Enciclopedia Brockhaus, Vol (6-450).(9) PAZ LOPEZ, María: La niña que contó lo inexplicable. "La Vanguardia" de Barcelona, el Miércoles día 15.3.95, pág. 2 de "Revista". Según BENZ opus. cit., esta cifra en 1992 era de 16 millones.(10) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade Nº 170 de Marzo de 1989. Págs. 18 a 20.(11) Anne Frank "Diary" a fake. Publicado en el periódico "Holocaust News" Nº 1, pág. 3, del Centre for Historical Review. P.O. Box 446, London SE23 2LS. Así mismo Enci. Judaica pág. 53 y Felderer op. cit.(12) Enciclopaedia Judaica, pág. 53. Jerusalén, Israel, 1971-1972.(13) ROTH, Heinz: Anne Frank's Tagebuch, ein Schwindel., 1979.(14) Enciclopaedia Britanica. Citado por Felderer.(15) BOCHACA, opus cit.(16) y (17) FELDERER, opus. cit. pág. 13 y pág. 22.(18) BOCHACA, opus cit.(19) PAZ LOPEZ, opus. cit.(20) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade p.18-20.(21) BOCHACA, J.: El mito de los seis millones. Ed. Bausp, Barcelona, 1978; pág. 100.(22) HARWOOD, opus. cit.(23) BOCHACA, opus. cit. y también FELDERER, opus. cit. p. 14.(24) Citado por "Kommentare zum Zeitgeschehen". Folge 269. September 1993, p. 65.(25), (26), (27) y (28) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade. Págs. 18 a 20.(29) GIL MUGARZA, Bernardo: Requiem por Anne Frank.. "Arriba" 9.5.59.(30) FELDERER, opus. cit. Pág. 15.(31) IRVING, David: Pruebas contra el Holocausto. Hotel Majestic, Barcelona, 17.11.89.(32) PAZ LOPEZ, opus cit.(33) BOCHACA, opus. cit. (34) "New York Post" del 9 de Octubre de 1980.(35) BOCHACA opus cit.(36) IRVING, opus. cit.(37) Ver FAURISSON, Prof. Robert: Anne Frank's Handwriting. Publicado en el "The Journal of Historical Review", Volume Nine, Numer One, Spring 1989. Pag. 97 a 101. IHR, California 92627. Pruebas caligráficas.Y Vol. 3, Nº 2, summer 1982: "Is the Diary of Anne Frank Genuine?" así como "Le Journal d'Anne Frank est-il authentique?" en "Vérité Historique ou Vérité Politique?"(38) BOCHACA, opus, cit.(39) ROTH, Heinz: Anne Frank's Tagebuch, ein Schwindel. Odenhausen, Julio de 1979.(40) BOCHACA, opus cit.(41) HARWOOD, opus. cit.(42) GIL MUGARZA, opus cit

miércoles, 6 de abril de 2011

Educados en el olvido


Recientemente tuve la feliz idea de poner un video sobre Blas de Lezo a un preadolescente de doce años, un joven despierto al que adoro, y al que creí que la historia de tan insigne marino podría interesar, como de hecho así fue, algo que no es de extrañar pues la vida de Blas de Lezo tiene todos los ingredientes para cautivar y enardecer el espíritu de un joven y el de los que no lo somos tanto. Piratas ingleses, batallas y victorias logradas con grandes dosis de valor y astucia frente a enemigos que le superaban en proporción de diez a uno… en fin, que las victorias de nuestro Blas de Lezo dejan en pañales a Errol Flynn y posiblemente a cualquier otro marino real o ficticio que haya surcado los mares. ¿Imaginan la de películas que habríamos visto sobre él si fuera inglés?

Hasta aquí todo es relativamente normal, bueno, si asumimos como normal que sea yo el que haya tenido que desvelarle a este jovencito la existencia de tan insigne personaje, porque en el colegio ni lo han hecho ni lo harán. Pero quizá lo más triste, verdadero motivo de que hoy me encuentre escribiendo esto, llegó poco después cuando en una conversación con adultos, todos ellos profesionales bien cualificados y a los que cualquiera catalogaría como de un nivel cultural alto, al comentarles más o menos lo mismo que les he expresado a ustedes en los renglones anteriores, descubrí para mi asombro ¡que ninguno de ellos conocía a Blas de Lezo! ¡Ni uno! ¡Cero!

¿Cómo hemos podido olvidar nuestra historia de esta manera? Todo niño español sabe perfectamente quién es Belén Esteban y todos ellos desconocen a Blas de Lezo. ¡Qué repugnancia! Y no, no creo en las casualidades. No creo que sea casual que la televisión sea un auténtico vertedero de bazofia intelectual. No creo que nuestro sistema educativo enseñe, por pura casualidad, a nuestros jóvenes todas las sombras de nuestro pasado y ninguna de sus luces. Y no me quejo de que les enseñen nuestras derrotas y nuestras miserias, son parte de la historia. Si sin duda existió la Armada Invencible y su derrota, bien está que se enseñe. ¿Pero no sería lógico que también se les mostraran nuestras victorias? Si fracasamos con la Armada Invencible, años más tarde triunfamos en la defensa de Cartagena de Indias en la que Blas de Lezo derrotó a la mayor escuadra que nunca hubiera surcado los mares, mayor que la Armada Invencible, la mayor nunca vista durante siglos y sólo superada a día de hoy por la que protagonizó durante la Segunda Guerra mundial el desembarco de Normandía.

Todo estudiante británico conoce la hazañas del Almirante Nelson y desconoce la derrota de su armada frente a Cartagena (el Rey de Inglaterra, Jorge II, prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas al hecho, como si nunca hubiese ocurrido). No, no digo que esté bien el modelo inglés ni que nuestras miserias deban ser ocultadas a nuestros estudiantes, pero para ser sincero el sistema inglés me parece mejor que el español en el que machacamos a nuestros estudiantes con derrotas como la de la Armada Invencible y les ocultamos victorias aún mayores como la de Cartagena de Indias (la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins o Guerra del Asiento).

Como decía antes esto no es casual, no puede serlo. Lo cierto es que es el resultado de años de gobiernos que han cultivado la endofobia por encima de todo. Nuestros héroes deben estar retorciéndose en sus tumbas. Nuestra vergüenza como españoles no es nuestro pasado ni los errores que pudiéramos haber cometido, nuestra vergüenza es habernos dejado robar nuestro pasado por los traidores a la patria, sí, ¡traidores! no tienen otro nombre.

Yo acuso a los sucesivos Ministros de Educación de alta traición. Así mismo acuso a nuestros supuestos intelectuales, más dotados de subvenciones que de talento, de promover la multiculturalidad usándola como arma para eclipsar y olvidar nuestra propia cultura y nuestra propia historia. Acuso a los autores de novelas históricas de retorcer, trasformar y falsear los hechos bajo la excusa de la licencia literaria (y sálvese el que pueda). Acuso al Ministerio de Cultura de promover la mediocridad intelectual y la manipulación. Acuso a la televisión de daños irreparables en nuestra conciencia colectiva.

Y por último me acuso a mí mismo por haber permitido que todo esto sucediera ante mis ojos y a pesar de ser consciente de ello, haber guardado un vergonzoso silencio.



Me enorgullezco de mi historia y de mi pueblo, sólo me avergüenzo de haber permitido que nuestros jóvenes olviden que hubo un tiempo en el que ante el paso de nuestros estandartes el mundo entero rendía honores, un mundo en el que aquellos que no aprendieron a respetarnos aprendieron a temernos.

Frente al enemigo interno, frente a esta legión de traidores, el más peligroso enemigo que nunca acechó nuestra patria, os animo a gritar una vez más:

¡Santiago y cierra, España!

"Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte." Marcelino Menéndez Pelayo