lunes, 30 de noviembre de 2009

Los campos de la muerte de Eisenhower


Seguramente después de ver cientos de películas y de leer la versión de la historia escrita por los buenos tendrás la idea de que el comportamiento del ejercito americano durante la Segunda Guerra Mundial fue tremendamente respetuoso con los vencidos, como corresponde al paladín de las democracias occidentales, y que nada sucio (salvo algún lamentable hecho aislado) podría achacarse a los soldados de la democracia más antigua del planeta. Bien pues presta atención porque hoy me gustaría hablarte de los campos de la muerte de Eisenhower.

Para tratar los campos de la muerte de Eisenhower sería conveniente que empecemos dando un pequeño repaso al derecho internacional.

Durante la Conferencia de Paz de la Haya al inicio del siglo XX, los Estados que se consideraban "civilizados" se comprometieron a cumplir con una serie de derechos y obligaciones internacionales con las que se pretendía humanizar las guerras y acabar con los abusos contra los indefensos.

El 26 de enero de 1910 las Convenciones de Guerra de La Haya fueron ratificadas por todos los países participantes, entre ellos los Estados Unidos, y en la Convención de Ginebra, entre otros hay cuatro derechos fundamentales están garantizados para los prisioneros de guerra.

1. Que serán alimentados y cobijados en la misma forma que las tropas de base o de reserva de las Fuerzas que capturan.

2. Que podrán enviar y recibir cartas .

3. Que serán visitados por delegados del Comité de la Cruz Roja Internacional quienes informarán en secreto, acerca del trato que reciben a un Poder de Protección. (En el caso de Alemania, como el gobierno se desintegró en las etapas finales de la guerra, Suiza había sido designada como Poder Protector).

4. Una vez restablecida la paz la liberación de los prisioneros de guerra se efectuará en el más breve tiempo posible.

Los aliados firmaron todas estas convenciones comprometiéndose a cumplirlas.

Pero en marzo de 1945, un mensaje al Staff Combinado de Jefes enviado por Eisenhower recomendaba la creación de un nuevo tipo de prisioneros "Fuerzas Enemigas Desarmadas", o DEF quienes no recibirían el estatus de prisioneros de Guerra, definido por la Convención de Ginebra.

Esto era una clara violación de la Convención de Ginebra. A pesar de ello El 26 de Abril de 1945, la combinación de Jefes aprueba el Status DEF, solamente para los Prisioneros de Guerra alemanes en manos de los norteamericanos. Los miembros británicos habían rehusado adoptar el plan norteamericano para sus propios prisioneros.

"Con efecto inmediato todos los miembros de las Fuerzas Alemanas que se mantienen en custodia norteamericana en la zona de ocupación en Alemania, serán considerados como Fuerzas Enemigas Desarmadas y no tendrán el estatus de Prisioneros de Guerra". Dwight D. Eisenhower.

A partir de ese momento los prisioneros alemanes quedan privados del derecho internacional, siendo su seguridad transferida a la arbitrariedad de los vencedores. Recordemos que el no respeto del derecho internacional en las cuestiones de guerra es considerado como Crimen de Guerra.

Como consecuencia situación de los campos fue la siguiente:

– Los prisioneros no fueron registrados ni a su llegada ni durante su permanencia.

– Hubo casos en los que se disparó sin causa aparente contra los prisioneros.

– Los prisioneros se instalaron, a pesar del frío y la lluvia, sobre el suelo raso sin techo alguno. Se les prohibió construir alojamientos. No fueron entregadas tiendas de ningún tipo a pesar de que está comprobado que los norteamericanos disponían de ellas.

– Los prisioneros se cavaron agujeros para si, en los que poder cobijarse como podían de la intemperie. También estos agujeros fueron en algunos casos destruidos y el suelo de nuevo aplanado.

– No había instalaciones de limpieza. Las letrinas, hechas de hoyos y maderos, estaban junto a las vallas, dónde los prisioneros no pudieran dejar se ser vigilados.

– Durante los primeros momentos, no había alimentos ni agua a pesar de que los almacenes norteamericanos tenían alimentos suficientes y el Rin sólo se encontraba a 200 metros.

– En algunos casos los prisioneros pudieron recibir más adelante algunos alimentos de los norteamericanos: huevo en polvo, leche en polvo, galletas, chocolate en barras, café en polvo, pero como no les fue entregada agua muchos murieron a causa de enfermedades intestinales.

– Los prisioneros no tenían ningún tipo de relación con el mundo exterior, no se permitía ningún tipo de intercambio postal. A la población le estaba prohibido, bajo pena de muerte, el acercarse a los campos de prisioneros.

– La Cruz Roja Internacional no tuvo ningún tipo de permiso para acercarse a los campos. Los alimentos y ayudas que fueron enviados por la Cruz Roja Suiza fueron devueltos por instrucción expresa de Eisenhower.

– Los enfermos y los heridos fueron insuficientemente o nada atendidos mientras los hospitales cercanos no eran utilizados.

– Como personal de vigilancia fueron contratados trabajadores forzados extranjeros (polacos, rusos, etc..). La policía de los campos consistía en antiguos prisioneros de los campos de trabajo de Speer. Los prisioneros eran diariamente humillados, maltratados y torturados por ellos.


La situación de los campos del Rin llevó en poco tiempo a unas tasas de mortalidad masivas.

El escritor canadiense Bacque, autor del libro “Other losses”, escribe:

“En los campos a lo largo de las orillas del Rin constataron los médicos militares desde el 1 de mayo hasta el 15 de junio de 1945 una pavorosa tasa de mortalidad, ochenta veces superior a la de cualquier otra situación conocida anteriormente por aquellos profesionales. Efectiva y escrupulosamente registraron las causas de muerte: muchos murieron por disentería y diarrea, y otros muchos por tifus, tétanos, envenenamiento de la sangre, etc. todo en cifras inconcebibles desde la Edad Media. La terminología médica no bastaba para describir la catástrofe de la que eran testigos aquellos médicos. También fueron registrados casos de muerte por adelgazamiento o cansancio.... por enfermedad del corazón o inflamación pulmonar.”

Leamos algunos testimonios

De un prisionero alemán:

En abril fueron aprisionados cientos de miles de soldados alemanes, pero también muchos de ellos enfermos que se encontraban en hospitales, amputados, auxiliares femeninas y civiles. Un internado de Rheinberg tenía más de 80 años, el otro tan sólo nueve.... un hambre constante y una sed torturadora eran sus compañeros, murieron de disentería. Un cielo cruel los regó semana tras semana con tormentosa lluvia... los amputados se deslizaban por el barro como anfibios, empapados y temblorosos... día tras día sin techo, noche tras noche permanecían desalentados en la arena de Rheinberg o morían en sus hundidos agujeros... (Heinz Janssen, prisionero de guerra en Rheinberg – James Bacque)

Un testimonio norteamericano:

El 30 de abril fue un día duro. Lluvia, aguanieve y nieve se iban turnando, y todo ello con un frío que calaba hasta los huesos. Estrechamente apiñados, para poder calentarse mutuamente, se mostraban a la vista al otro lado del alambre de espino: alrededor de 100.000 hombres extenuados, apáticos, sucios, descarnados con mirada vacía, vestidos con uniformes sucios y grises, con los pies hundidos en el barro hasta los tobillos. Aquí y allá se veían manchas blancas que tras una mirada más atenta resultaban ser las vendas de heridas mal curadas. La comandancia divisionaria alemana informó que los hombres no habían comido nada desde hacía por lo menos dos días y que el abastecimiento de agua era un problema urgente – mientras ahí estaba el Rin, lleno de agua, a sólo 200 metros. (James Bacque,)

George Weiss:

mecánico de tanques que ahora vive en Toronto, recuerda el campo donde estuvo junto al Rin: "Toda la noche teníamos que estar sentados uno contra otros. Pero la falta de agua era la cosa peor de todas. Durante tres día y medio no tuvimos nada de agua, teníamos que beber nuestra orina...."

El soldado Heinz T.:

(su nombre se mantiene en reserva ante su solicitud) había cumplido justo 18 años en el hospital, cuando los norteamericanos entraron en su sala el 18 de abril. El y sus compañeros heridos fueron sacados del hospital y llevados al Campo en Bad Kreuznach en el Rhineland, donde ya se encontraban varios cientos de miles de prisioneros. Heiz llevaba solamente un pantalón corto, zapatos y una camisa.

Heinz estaba lejos de ser el más joven en el campo, Había niños de 6 años entre los prisioneros, así como mujeres embarazadas y hombres de más de 60 años. Al comienzo cuando los árboles comenzaron a crecer en el campo, algunos lograron cortar sus ramas para hacer fuego, Los guardias ordenaron apagar el fuego. En muchos lugares estaba prohibido cavar agujeros en el suelo para hacer refugios. "Todo lo que teníamos para comer era el pasto". Recuerda Heinz.

Charles von Luttichau:

estaba convaleciente cuando decidió entregarse voluntariamente a las tropas norteamericanas que estaban cerca de su casa. Fue llevado al Campo Kripp, en el Rin cerca de Remagen.

Fuimos mantenidos en hacinadas prisiones de alambres de púas, al aire libre, con escasos alimentos, recordaba recientemente. "Más de la mitad del tiempo no tuvimos alimentos, el resto del tiempo teníamos una pequeña ración K. Pude ver desde el encierro que nos estaban dando una décima parte de lo que le entregaban a sus propios hombres...Le reclamé al Comandante norteamericano del Campo que estaban violando la Convención de Ginebra, pero simplemente me dijo: ¡Olvide la Convención, ustedes no tienen ningún derecho!"

"Las letrinas eran sólo una tabla sobre una zanja junto al cerco de alambre de púas. Por las enfermedades, los hombres tenían que defecar en el suelo. Pronto muchos de nosotros estábamos demasiado débiles para sacarnos los calzoncillos. Así nuestra ropa estaba infectada, y así estaba también el barro donde caminábamos, nos sentábamos o nos acostábamos. Es esas condiciones nuestros hombres muy pronto, dentro de pocos días, hombres que habían ingresado sanos al Campo estaban muertos. Vi a nuestros hombres llevar muchos cuerpos a la entrada del Campo donde eran apiñados arriba de un camión que se los llevaba".

Capitán Julien (ejercito francés):

El 10 de julio, una unidad del ejército francés tomó Dietersheims y 17 días después el Capitán Julien llego para asumir el mando. Su informe sobrevive como parte de una investigación del ejército en una disputa entre Julien y su predecesor. En el primer Campo al cual entró, dijo haber encontrado un terreno fangoso "habitado por esqueletos vivientes" algunos de los cuales murieron mientras los observaba. Algunos se apretujaban unos junto otros bajo trozos de cartón a pesar de que el día de julio era cálido. Mujeres que yacían en agujeros cavados en el suelo le miraban directamente con edemas de hambre en sus abultados vientres en una grotesca parodia de embarazo; ancianos con largas barbas grises le miraban débilmente, niños de seis o siete años con los anillos de un mapache en sus ojos del hambre le miraban con sus ojos faltos de vida. Dos médicos alemanes en el "hospital" estaban tratando de cuidar a los moribundos en el suelo, bajo el cálido cielo, entre las marcas dejadas por las tiendas de campaña que los norteamericanos se habían llevado con ellos.

El Comité Internacional de Cruz Roja no recibió autorización para intervenir en estos campos ¡¡hasta el 2 de febrero de 1946!!

En la página de cruz roja podemos leer :

"No obstante, las cantidades de socorros recibidas por el CICR para estos cautivos siguen siendo muy modestas. En el transcurso de sus visitas, los delegados constatan que los prisioneros de guerra alemanes están a menudo detenidos en condiciones espantosas; llaman la atención de las autoridades detenedoras sobre este hecho y logran, poco a poco, ciertas mejoras. "

http://www.icrc.org/Web/spa/sitespa0.nsf/html/5TDMXD


Las cifras.

¿Cuántos alemanes fueron prisioneros en los campos de la muerte de Eisenhower bajo la denominación de DEF fuerzas enemigas desarmadas y por lo tanto sin ninguno de los derechos que la Convención de Ginebra reservaba a los prisioneros de guerra? Pues la friolera de 6.000.000 de alemanes.

La historiografía de los Estados Unidos al respecto habla únicamente de 5.000 muertos. La historiografía oficial alemana actual, se centra en 5.000 muertos, máximo en 10.000 pero nunca acepta un número mayor.

Esto significaría que de los cinco o seis millones de prisioneros que fueron hacinados en los campos del Rin, sólo un 0,1% no superaron las condiciones en que se vivía en los campos. No obstante una tasa de mortalidad del 0,1% corresponde a la tasa que tendría una población que viviera en condiciones normales. Para los Campos del Rin una tasa así queda totalmente descartada.

El escritor canadiense Bacque asegura: ”La cifra total de víctimas se encuentra sin ninguna duda por encima de los 800.000, con casi toda seguridad más cerca de los 900.000 y posiblemente por encima de un millón. Las causas de su muerte fueron esencialmente provocadas por los oficiales del ejército norteamericano, que disponían de suficientes alimentos y otros medios como para poder mantener a los prisioneros con vida. A las organizaciones de ayuda que procuraron auxiliar a aquellos prisioneros les fue prohibido el acercarse. Todo esto fue entonces ocultado y cubierto mediante mentiras.... Las actas y pruebas fueron eliminadas, manipuladas o guardadas secretamente. Esto continúa así todavía hasta la actualidad.”

El doctor Ernest F. Fisher jun., Mayor del Ejército de los Estados Unidos, escribió:

"El odio de Eisenhower, tolerado por una burocracia militar que le era dócil, produjo el horror de los campos de la muerte, algo incomparable con cualquier otro suceso a lo largo de la historia militar norteamericana. En vista de las catastróficas consecuencias de aquel odio y de la indolente indiferencia que la oficialidad de la SHAEF (del comando central de las fuerzas expedicionarias aliadas) se mostró la más dolorosa cara del ejército norteamericano." (citado por Baque en a.a.O., Pg. 17).

No estaría de más recordar que hay 1.000.000 de muertos alemanes en la SGM que permanecen sin aclarar. Se trata del “millón perdido”. Hasta la caída del muro de Berlín estos desaparecidos en el occidente de Alemania fueron atribuidos a la URSS, pero cuando los rusos abrieron sus archivos en los noventa, los cuales desde por lo menos el 1946 mostraron una información inesperadamente detallada, sólo pudieron quedar aclarados alrededor de 100.000 desapariciones de esa zona. Se calcula además, que durante el año 1945 alrededor de 200.000 alemanes de esos lugares murieron anónimamente en las extensiones de Rusia. El millón perdido permanece sin aclarar.


¿Dónde están los muertos?

Una cuestión importante es ¿dónde se encuentran los cadáveres de los campos de exterminio de Eisenhower? Ningún organismo oficial ha considerado nunca la necesidad de buscar fosas comunes en el entorno del Rheinwiesen. Dado que según la postura oficial no existen muertos, no es necesario buscarlos.

La asociación para el cuidado de las sepulturas de guerra alemanas (Volksbund für Deutsche Kriegsgräberfürsorge) tienen las manos atadas desde la ley de sepulturas de 1952, en la que su labor quedó centrada únicamente a cuestiones de los caídos en el extranjero. En Alemania debe aguardar una orden de la administración. Una orden así no ha sido nunca dada.

Sólo en una ocasión se inició la búsqueda de fosas comunes, y fue una búsqueda no oficial. El miembro de las fuerzas armadas y experto en fosas Otto Schmitt, de Guldental – Bretzenheim se propuso desde 1970 el clarificar la cuestión de los desaparecidos.

En otoño de 1985 Otto Schmitt , tras consultar con el propietario Otto Tullius, comenzó en el emplazamiento de las antiguas letrinas los primeros trabajos de prospección. El interés de los habitantes de la zona y de la prensa local se despertó.

Poco después del comienzo de las pesquisas, cuando todavía no se había encontrado nada, llegó una visita inesperada: una delegación de la administraciónn local de Bad Kreuznach transmitió un escrito en el que se comunicaba que aquellas tierras quedaban dentro de los terrenos protegidos por la ley de patrimonio nacional y que por lo tanto cualquier excavación o manipulación de ellas quedaba prohibido. Otto Schmitt se vio obligado a abandonar su trabajo.

El 27 de octubre del año siguiente, 1986, se ratificó y reforzó la ley de patrimonio sobre las tierras del campo de Bretzenheim. Todas las solicitudes que Otto Schimtt presentó para poder continuar con su trabajo fueron rechazadas por diversos motivos. Finalmente, al inicio de los noventa y derrotado por la Administración, abandonó su estéril lucha.

Conclusión.

Pueden ponerse en duda las cifras dadas por el escritor canadiense Bacque y estará bien que se haga si esto ayuda a conocer con mayor exactitud lo ocurrido en los campos de la muerte de Eisenhower, pero hay ciertos hechos de extraordinaria gravedad que a estas alturas ya nadie cuestiona.

1. Crear el estatus de Fuerzas Enemigas Desarmadas (FED) para no reconocer los derechos de los prisioneros de guerra alemanes fue un acto ilegal que atenta gravemente contra los acuerdos suscritos por los estados unidos en la Conferencia de Paz de la Haya.

2. Esta artimaña legal permitió que las tropas norteamericanas sometieran a los prisioneros alemanes a una condiciones de reclusión inhumanas e injustificables, negándose incluso a que organizaciones como Cruz Roja Internacional acudiera en su auxilio.

3. Como consecuencia de estas actuaciones miles de prisioneros de guerra fallecieron innecesariamente.

4. Tanto la administración americana como la alemana no han intentado investigar estos hechos y han obstaculizado las investigaciones de terceros.

5. Ningún militar ni responsable político norteamericano ha sido nunca juzgado por lo ocurrido en estos campos de la muerte, a pesar de que en los juicios de la post guerra un buen numero de los condenados a muerte fueron ejecutados por hechos de mucha menor gravedad.

Esta sólo es otra más de las muchas historias que nunca te contaron. Si deseas saber más te recomiendo leer el testimonio de Martin Brech, profesor de filosofía y religión, guardián de uno de los campos de la muerte. Llega a decir cosas como ésta: "La vista de tantos hombres desesperados por conseguir comida y agua, enfermando y muriendo ante nuestros ojos, es indescriptible. Incluso ahora, solo puedo pensar en ella momentáneamente"

http://www.fpp.co.uk/History/General/Bacque/Brech2002.html

domingo, 29 de noviembre de 2009

La manera correcta de sentar a un asesino a la mesa


Por sorprendente que pueda parecer, el gran Leonardo da Vinci nos dejó escrita cuál ha de ser la manera correcta de sentar a un asesino a la mesa: “Si hay un asesinato planeado para la comida, entonces lo más decoroso es que el asesino tome asiento junto a aquel que será el objeto de su arte (y que se sitúe a la izquierda o a la derecha de esa persona dependerá del método del asesino), pues de esta forma no interrumpirá tanto la conversación si la realización de este hecho se limita a una zona pequeña (…) Después de que el cadáver (y las manchas de sangre, de haberlas) haya sido retirado por los servidores, es costumbre que el asesino también se retire de la mesa, pues su presencia en ocasiones puede perturbar las digestiones de las personas que se encuentren sentadas a su lado…”.

Puede parecer a primera vista que estos modales ya están en desuso, pero a lo mejor esta primera impresión no es del todo cierta, recompongamos la escena en la época actual, lo primero que necesitamos es una gran mesa a la que llamaremos por ejemplo España, y un festín servido sobre ella; el plato estrella esta noche son los Presupuestos del Estado.

¿Por qué no? al fin y al cabo es el plato de moda, todo el mundo intenta hincarle el diente y a los comensales se les hace la boca agua solo de pensarlo. Por supuesto la escena requiere de unos comensales voraces de mejillas chorreantes de grasa e insaciable apetito, tan insaciable que si un comensal se despista el comensal de al lado le quitará una buena porción del plato o de la boca, que en estas cosas no se andan con remilgos. Pues bien, a nuestros comensales los llamaremos políticos, unos autonómicos, otros municipales, nacionales otros... pero eso son detalles menores.

Lo siguiente es una víctima. Esto es imprescindible ¡¡sin víctima no puede haber asesinato!! En este caso es mejor coger alguna que esté indefensa y abandonada por todos, de esta forma evitamos la siempre desagradable escena de que el asesinato se convierta en batalla campal. Así pues digamos que nuestra víctima se llama Constitución, podríamos darle otro nombre pero Constitución está bien.

Ya sólo nos falta el asesino ¿Qué tal si escogemos a algún honrado artesano? ¿Que tal un zapatero? Sí, decidido, pondremos un Asesino de Constituciones al que llamaremos Zapatero y ahora, según nuestro buen Leonardo, hay que sentarlo a la mesa junto a la víctima ¿A la izquierda o a la derecha? ¡¡¡A la izquierda desde luego!!!

Llegado el momento adecuado nuestro honrado Zapatero sentado a la izquierda de la Constitución le clavará un estatut hasta la empuñadura. Los comensales... unos por timidez mirarán al suelo distraídamente mientras todo ocurre, como el bueno de Mariano sentado a la derecha de la víctima; otros de mirada lasciva pensarán en el “bon servei” que les ha hecho nuestro asesino. Los más seguirán devorando, que no están los tiempos como para perder el apetito.

El cadáver será retirado de la mesa y las manchas de sangre (si las hubiera) limpiadas, el asesino se retirara prudentemente para no perturbar las digestiones y así además acudir presto a contarle al Gran Maestre de su logia la hazaña.

Y ésta, señores, es “la manera correcta de sentar a un asesino a la mesa”.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Buenas noches burgueses.

La burguesía española se parece trágicamente a los pasajeros de primera clase del Titanic, el barco se hunde y los trabajadores que viajamos en tercera clase ya nos estamos ahogando en un océano de corrupción e ineficacia mientras que las riadas de inmigrantes no cesan de entrar por las grietas del barco que llamamos España. Pero mientras la orquesta siga sonando para amenizares la velada el drama no parece ir con ellos.

No se dan cuenta ni les importan los padecimientos de los trabajadores. Atrincherados en sus barrios exclusivos que van camino de convertirse en auténticos guetos para españoles de clase media, se sienten a salvo en su apartheid económico.

Sus hijos no conviven con la inmigración que nos imponen, no compiten con inmigrantes por un puesto de trabajo en un mercado laboral arrasado y con sueldos a la baja. Su tiempo de ocio en clubes privados de precios prohibitivos transcurre lejos de ellos. Hasta tal punto llega su burbuja que en los restaurantes más exclusivos de ciudades como Madrid los dueños de los mismos se esfuerzan en contratar camareros españoles aunque en la cocina, donde su presencia no perturbe la cena de nuestros burgueses, todos los empleados sean inmigrantes.

Pero nos dan lecciones ¡¡ya lo creo!! Si protestas por la inmigración se escandalizan y te llaman racista... ¡ja! Ellos que no escuchan los lamentos de sus compatriotas que viven en su misma ciudad ¡hay que ver lo sensibles que son al sufrimiento en otros continentes! Ellos te hablan de las virtudes de la integración pero que pretenden que sólo sean tus hijos los que se integren en el colegio con inmigrantes, y es que integrar en las escuelas es maravilloso siempre que no sea la escuela de sus hijos.

Pero ellos no son racistas como tú, la mejor prueba es que tienen inmigrantes trabajando en casa de servicio doméstico y esto... ¡¡lo dicen en serio!!.

En el fondo el discurso de la integración y la multiculturalidad no es más que la última forma de desprecio de clase. Nuestras quejas y protestas desde las bodegas del barco sólo les parecen intolerancia y racismo porque la cosa no esta tan mal, al fin y al cabo la orquesta sigue tocando, la fiesta aún no ha terminado y de momento sus pequeños problemas cercanos e inmediatos les preocupan mucho más ¡¡a su whisky le falta hielo!!.

Buenas noches burgueses, nos vemos en el fondo del océano cuando la orquesta deje de sonar.

martes, 24 de noviembre de 2009

Antonio Pérez Tapias

El PSOE pide ahora que se compense a los descendientes de los moriscos


El diputado socialista Antonio Pérez Tapias, por desgracia y para vergüenza de todos, es un representante del Pueblo Español en el Congreso de los Diputados, aunque al parecer lo del pueblo español lo ha olvidado y ha encontrado mucho más interesante defender los derechos de los descendientes de los moriscos, qué le vamos a hacer. A uno le toca un Pérez Tapias como le podría haber tocado un hijo tonto.

Cabría recordarle al señor Pérez Tapias que pasados los siglos es ridículo y esperpéntico ir compensando este tipo de cosas, pero que como representante de los españoles lo menos que se le puede pedir es que puesto a hacer el ridículo repasando la Historia para compensar daños sufridos lo haga en beneficio de su pueblo, que todo sea dicho tiene muchos más motivos para sentirse damnificado.

Quizás el señor Antonio Pérez Tapias lo ha olvidado, pero fuimos nosotros los que fuimos invadidos y sufrimos varios siglos de ocupación militar, y aunque lo desconozca el señor Tapias, en los territorios ocupados militarmente por los árabes nunca se produjo la convivencia pacífica y en igualdad de las tres culturas, esto sólo es un mito inventado por los progres. Y le pese a quien le pese en ningún reino árabe de la península existió nunca igualdad de derechos entre árabes y cristianos.

Si tanto le preocupa la discriminación que empiece por pedir compensaciones para los miles de cristianos discriminados bajo la ocupación militar de los árabes.

Que pida compensaciones de guerra como se le piden a cualquier derrotado a final de un conflicto, por los costes y destrucciones generados durante la Reconquista, auténtica guerra de liberación del pueblo español, por las bajas producidas en las filas cristianas en una guerra que nunca debió producirse, puesto que ninguna justificación existía para que se produjera tal agresión a nuestro territorios.

Tampoco estaría de más recordar a este iluminado que los moriscos no fueron expulsados por capricho, sino por actuar como autentica quinta columna del imperio otomano y por su activa colaboración con los piratas berberiscos.

Es decir fueron expulsados por traición y connivencia con el enemigo y su deslealtad costo la vida de muchos españoles ¿pretende el señor Tapias que los descendientes de estos españoles sean indemnizados por los descendientes de los moriscos? Nooo claro eso seria poco progresista y además no ayudaría a la creación del falso mito del la pacifica convivencia de las tres culturas.

Señor Tapias si usted se avergüenza de sus antepasados y tiene mala conciencia por la historia de su país indemnice a quien le dé la gana pero hágalo de su bolsillo y no con el dinero de los españoles que no tenemos por que pagar sus alucinaciones enfermizas.

Animo a cualquier ciudadano indignado a comunicárselo vía e-mail al diputado responsable de la iniciativa, señor José Antonio Pérez Tapias, a su dirección pública del Congreso:

jap.tapias@diputado.congreso.es

Creo que denunciar directamente estos hechos no es sólo un derecho sino una obligación de cualquier español con dos dedos de frente.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El voto útil


Las guerras intestinas del PP en la Comunidad de Madrid, la incompetencia manifiesta de los ministros del PSOE y la corrupción generalizada que hace que cada día nos desayunemos con un nuevo caso que nos hace olvidar el del día anterior, provocan nauseas y hastío en cualquier ciudadano de bien. Pero nada cambiará. Cuando lleguen las próximas elecciones los ciudadanos españoles, que cada vez son menos ciudadanos y más autómatas, volverán a votar al PPSOE.

Lo harán, como coloquialmente se dice, tapándose la nariz al echar la papeleta, y todo en nombre del más pestilente invento de la plutocracia que nos gobierna: el voto útil.

El mal llamado voto útil debería ser llamado voto del miedo. Porque el voto útil no nace de querer que gane una opción política determinada, nace del miedo a que gane otra opción que el ciudadano considera peor y del temor ante cambios bruscos e impredecibles.

El voto útil no intenta construir, no intenta dar voz a lo que uno cree, no pretende crear una sociedad mejor. El voto útil es la renuncia a un sueño, es la rendición de los ciudadanos, una rendición frente al miedo. ¿Puede haber algo más triste que una sociedad que renuncia a lo que cree por miedo? El voto útil es el síntoma de una sociedad enferma.

Este voto ha terminado por secuestrar la voluntad popular y ha convertido el Congreso en un gran teatro que discurre por senderos sinuosos al margen de la voluntad y de las inquietudes de los ciudadanos. De esta forma podemos ver cómo esos actores de opereta, “los diputados”, excluyen a placer del debate político cualquier tema que consideren incómodo: así por ejemplo la inmigración no se debate, la ley electoral no se debate, el modelo de estado no se debate...

Qué más da, ellos saben que les volverán a votar ¿Que incumplen sus programas? Les volverán a votar ¿Que son corrompidos y corruptores? Les volverán a votar... pase lo que pase les volverán a votar.

El voto útil es indigno, cobarde y además inútil. Es renunciar a lo que se cree y sustituirlo por una solución de continuidad porque se temen los cambios.

¿Pero miedo a qué y por qué? Puedo entender que en un panorama aceptable se tienda a temer las alteraciones bruscas por los posibles peligros que estos cambios puedan traer, pero en la situación actual ¿qué temer? La economía se ha desplomado, la unidad del Estado se resquebraja, estamos sufriendo una invasión silenciosa por parte de naciones extranjeras, el estado del bienestar con todas sus coberturas esta a punto de colapsar... ¿Es esto es lo que se teme que cambie? ¡¡No!! ¡¡Esto es lo que se pretende que continúe!!

El voto útil es el voto del miedo y el miedo nunca ha sido buen consejero. El voto útil es lo que nos empuja al precipicio y nos impide dar un golpe de timón que cambie el rumbo.

El voto útil es la prostitución de la democracia, pues ya no es el pueblo el que gobierna, sino sus miedos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La Vieja Europa renace imparable

Hoy Nick Griffin, europarlamentario y líder del BNP británico junto con Roberto Fiore, líder de la italiana Forza Nuova, han dado una conferencia en Madrid. Estaban invitados por el presidente de Democracia Nacional, Manuel Canduela, que ejercía como anfitrión. Esta conferencia conjunta es uno de los muchos indicios de que una gran coalición de partidos patriotas y europeos empieza a consolidarse.

Hemos tenido la fortuna de poder escuchar en Madrid cómo Roberto Fiore alertaba sobre los peligros de la pérdida de soberanía de las naciones europeas, de cómo por ejemplo el 80% de la población italiana, incluido su gobierno, están en total desacuerdo con la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que obliga a quitar un crucifijo de una escuela o cómo las autoridades irlandesas pueden tener serias dificultades a nivel europeo con sus leyes contra el aborto. Los pueblos europeos están perdiendo su soberanía y nadie parece interesado en explicárselo a la población.


Nick Griffin nos habló de los peligros de la inmigración en general, y del Islam en particular. Habló de cómo la inmigración es utilizada, entre otras muchas cosas, para conseguir sociedades menos cohesionadas y homogéneas, incapaces de reaccionar al unísono ante agresiones externas y pérdidas de derechos. Pero una de las cosas más importantes que dijo es que el esfuerzo termina dando sus frutos. Cada vez que hablamos con un amigo y le exponemos nuestras ideas, cada vez que entregamos un folleto, cada vez que iniciamos una nueva campaña publicitaria, estamos haciendo una siembra que tarde o temprano dará sus frutos. El éxito del BNP no ha nacido de la nada: es la respuesta a veinte años de esfuerzo y trabajo, una gran lección que no debemos olvidar.

Siempre es interesante comprobar cómo patriotas de distintos países pueden entenderse y apreciarse, porque más allá de las lenguas hablan un mismo idioma. Porque la Europa de los Pueblos es mucho más profunda y real que la Europa del Euro, y un futuro mejor aún es posible. Lo es gracias a hombres como Nick Griffin que han sabido devolver a los británicos el orgullo de ser británicos.

Europa debe recuperar el orgullo de sus pueblos y luchar por su supervivencia. Y si hace ambas cosas será imparable, porque cuando Europa se sintió orgullosa de ser lo que era y supo mostrar su rostro más firme y decidido nunca fue derrotada.

La anécdota del día la puso un reducido grupo de descerebrados teledirigidos por el sistema que intentaron reventar el acto. Afortunadamente la diligencia de los servicios de seguridad de Democracia Nacional y la rápida intervención de la policía consiguieron que el acto discurriera en la más absoluta normalidad hasta el punto de que la práctica totalidad de los asistentes no se percataron de lo ocurrido.

Imagino que los medios de comunicación del sistema pondrán el acento en la intrascendente anécdota porque éste es un mensaje mucho más propicio para sus intereses.

Qué le vamos a hacer, son cosas de vivir en Matrix.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Credibilidad


Si algo separa a una sociedad avanzada de una pesadilla madmaxiana donde reina la anarquía e impera la ley del más fuerte, no es otra cosa que la fortaleza de sus instituciones. Ejemplos de esto nos sobran a lo largo de la historia, posiblemente el más cercano en el tiempo sea el caso de Somalia. Porque las instituciones de Somalia son muy débiles o inexistentes es imposible hablar en serio de un Gobierno de Somalia, o de un Ministerio de Justicia de Somalia etc. ¿Qué importancia tendría en este contexto que el llamado gobierno somalí promulgara durísimas leyes contra la piratería? Somalia carece de instituciones, por eso Somalia es el caos.

Si queremos una sociedad que funcione con eficacia y que sea capaz de gestionar sus conflictos de forma civilizada y por vías preestablecidas, necesitamos unas instituciones fuertes. Posiblemente lo necesitemos más incluso que un buen gobierno.

Creo que en España actualmente tenemos un grave problema que está minando peligrosa y silenciosamente nuestras instituciones, y es la pérdida de credibilidad. Puede que la fachada aún tenga buen aspecto, pero los cimientos están enfermos y corremos el riesgo de descubrir demasiado tarde que estamos sentados sobre un flamante castillo de naipes.

Esta idea empezó a rondar por mi cabeza durante el desarrollo de los acontecimientos relativos a la gripe A. En este tiempo he recibido correos y opiniones de todo tipo: preocupantes, descabelladas, alarmistas, tranquilizadoras... desde que era un arma biológica para reducir la población mundial a que era un negocio montado por las farmacéuticas.

Pero todas estas versiones que han corrido de boca en boca y de correo electrónico en correo electrónico tienen algo en común y ese algo, al margen de la gripe A, es lo que realmente más me ha inquietado. Todas las opiniones coincidían en un punto: “la versión dada por el Ministerio de Sanidad no tiene porque ser cierta y si deseas saber la verdad tendrás que buscarla por otras vías, porque las instituciones sanitarias no tienen credibilidad”. Hoy leo que posiblemente sobren muchas vacunas por que los “privilegiados” que están en los sectores escogidos para vacunarse puede que no acudan a hacerlo. Bomberos, policías, médicos etc. están desoyendo las recomendaciones del Ministerio: no se fían de la vacuna ni del Ministerio de Sanidad.

Si esta falta de credibilidad afectase exclusivamente al Ministerio de Sanidad la situación ya sería muy grave, pero lo cierto es que afecta a todos los ámbitos de la vida publica.

¿Independencia del sistema judicial? ¿Veracidad e imparcialidad de los medios de comunicación? ¿Solvencia de nuestro sistema financiero? ¿Y el poder legislativo...? Bueno, de la clase política mejor ni hablar, porque ya no es que la población no les crea, es que siente nauseas sólo de verlos... el panorama es desolador.

Hoy mismo hemos podido ver en los medios de comunicación cómo la versión dada por un simple capitán de pesquero acerca de los supuestos disparos hechos por las Fuerzas Armadas contradecía la versión de todo un Jefe del Estado Mayor del Ejército y de la propia Ministra de Defensa y la mayoría de la población, y yo el primero, hemos dado mayor credibilidad al capitán del Alakrana.

No existe institución pública que pueda ser fuerte por debajo de unos niveles mínimos de credibilidad y es posible que estos mínimos estén a punto de sobrepasarse. Podemos estar sentados sobre un gran castillo de naipes y cuando el suelo empiece a ceder bajo nuestros pies nada frenara la caída.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Robert Brasillach


En la fría madrugada del 6 de febrero de 1945 en la francesa prisión de Fresnes, se escucha el último grito del reo ¡Valor! ¡Viva Francia!. Acto seguido una descarga de doce fusiles franceses siegan la vida del joven de 36 años al que pocos días antes había descrito el dramaturgo Jean Anouilh diciendo "Encerrado entre cuatro muros de cemento y sin más esperanza que la de morir bien".

Su nombre, Robert Brasillach, conocido también como el James Dean del fascismo. Su crimen, un crimen de pensamiento. Escritor poeta critico de cine.,. y director del periodico “Je suis partout” (Estoy en todas partes).


Bajo su dirección “Je suis partout” se convirtió en portavoz del fascismo internacional. Los seguidores italianos de Mussolini, los falangistas españoles y la Guardia de Hierro rumana colaboraron activamente en la redacción de los 300.000 ejemplares editados bajo su dirección.

Brasillach y sus colaboradores, entre los que figuran algunos de los más brillantes intelectuales franceses, apuntan sus dardos contra a los siete “poderes internacionales que dominan el mundo”: el comunismo, la socialdemocracia, la iglesia católica, el protestantismo, la masonería, los trusts económicos y el judaísmo.

Al finalizar la guerra las ejecuciones sumariales se producen a miles en Francia de forma totalmente impune. Los comunistas de la resistencia le buscan como una jauría sedienta de sangre y al no encontrarle secuestran a su madre y a su hermana; es entonces cuando Brasillach decide entregarse.

El simulacro de juicio empieza el día 19 de enero de 1945. Muchos intelectuales franceses redactan una petición de clemencia: Albert Camus, Jean Cocteau, André Malraux, François Mauriac, Paul Valéry… pero su suerte estaba echada. La vida del joven Brasillach será una más de las decenas de miles de vidas que Chales de Gaulle arrojaría a los pies de los comunistas franceses para evitar una guerra civil.

Pierre Henri Teitgen, ministro de justicia de la IV república, declaró que “Danton, Robespierre y los demás eran unas criaturas comparados con nosotros, ellos no hicieron nada mas que condenar a 17.000 traidores, pero nosotros hemos ejecutado ya a 105.000.”

Estando Brasillach en prisión redactó lo que es considerado su testamento literario "Poemas de Fresnes", en el que el joven autor escribió "No pierdas la sonrisa ni siquiera cuando te vayan a ejecutar. La vida es una broma de mal gusto; en vez de centrarte en el «mal gusto», céntrate en la «broma»."

Robert Brasillach nació el 31 de marzo de 1909 y murió el 6 de febrero de 1945 en la prisión de Fresnes. Descanse en paz.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El hundimiento del Wilhelm Gustloff

Si hiciéramos una encuesta preguntando cuál fue el mayor desastre naval de la historia, seguramente la respuesta mayoritaria sería el Titanic con sus 1.500 muertes. Pero lo cierto es que esta respuesta está lejos de ser la correcta.

¿Y tú? ¿Conoces el mayor desastre naval de la historia? Porque hoy me gustaría hablarte del Wilhelm Gustloff.

Fue construido por el Tercer Reich como un crucero de vacaciones, por la organización “Kraft durch Freude” (Fuerza por la Alegría), organización que se encargaba de proporcionar vacaciones de lujo a los trabajadores alemanes. Los mismos trabajadores que pocos años antes se abalanzaban en las calles de Berlín ante un caballo muerto en accidente de tráfico para conseguir un pedazo de carne, ahora disfrutaban de unas vacaciones que en el resto de Europa sólo la alta burguesía podía permitirse.

“Deseo que a cada trabajador se le conceda un periodo de vacaciones suficiente y que todo sea dispuesto de tal manera que su tiempo libre sea realmente de ocio. Deseo esto porque quiero un pueblo con determinación y nervios de acero, pues la única manera de hacer grande la política es teniendo un pueblo que mantiene los nervios.”

Adolf Hitler.


La Kraft durch Freude se convirtió rápidamente en el principal tour operador de viajes de Europa. En 1.939 cerca de 25.000.000 alemanes ya habían participado en alguno de sus viajes: ofrecía además programas asequibles de ocio como conciertos, visitas de un día, exposiciones etc.

Con el comienzo de la guerra el Wilhelm Gustloff fue trasformado en buque hospital y pintado enteramente de blanco con una franja verde que lo recorría de proa a popa, y cruces rojas en el casco y la cubierta.


Pero el 30 de enero de 1945 cuando a las 12:30 parte de puerto por última vez es mucho más que un barco hospital: es realmente la última esperanza para miles de civiles alemanes, fundamentalmente mujeres y niños que huyen presos del miedo y la desesperación del avance de las hordas del este.

Esa noche cuando Gustloff cruza las frías aguas del Mar Báltico los refugiados se apiñan en la cubierta y en el interior del barco. A pesar de navegar con las luces encendidas, sin escolta y con todas las señales oportunas para identificarle como un barco hospital, es torpedeado por el submarino S-13 al mando del comandante Alexander Marinesko.

El Gustloff transporta unas 10.000 personas, la mayor parte mujeres y niños. Esa misma noche tres mujeres daban a luz a bordo. Tras el ataque homicida 1.239 personas pudieron ser rescatadas, y cerca de 9.000 perdieron la vida, seis veces más que en el hundimiento del Titanic.

La primera versión aliada fue que aviones alemanes eran los que lo habían hundido, posteriormente intentaron destruir sin éxito los restos sumergidos del Gustloff para borrar las pruebas. Cuando las evidencias de la autoría se demostraron incontestables, la nueva versión oficial alegó que en la oscuridad de la noche el comandante del S-13 fue incapaz de reconocer el tipo de buque.

Pero esta versión también resulta difícil de creer, máxime si tenemos en cuenta que el mismo submarino, el S-13 bajo el mando del comandante Marinesku, diez días mas tarde, el 10 de febrero de 1945 hunde el barco “SS General von Steuben”, otro barco de pasajeros de lujo reconvertido en barco hospital: en él viajaban mas de 5.000 heridos y refugiados. La mayor parte de ellos, unas 4.500 personas, fallecieron en el hundimiento.

Cabría pensar que el comandante Alexander Marinesko era un psicópata que actuaba por su cuenta, pero esto es difícilmente defendible porque no se trató de dos hechos aislados: otros barcos, también civiles, fueron torpedeados y hundidos cargados de refugiados, como el “MS Goya”, buque hospital hundido el 16 de abril de 1945 por el submarino L-3 al mando del capitán Vladimir Konowalow, dejando más de 6.000 muertos.

Lo cierto es que la caza indiscriminada de civiles alemanes se había abierto también en el mar. De Alemania oriental y Polonia fueron evacuadas más de dos millones de civiles, la mayor evacuación naval de la historia, y para ello se utilizaron todo tipo de embarcaciones, desde grandes navíos como el Gustloff a pequeños veleros. Los aliados se cebaron en estos barcos. No he encontrado cifras fiables del número de embarcaciones hundidas pero sin duda hablamos de varias decenas. El destino de los alemanes que no pudieron ser evacuados fue trágico...

Cerca de 30.000 alemanes, la mayor parte de ellos civiles, perdieron la vida en estos hundimientos indiscriminados. Nadie fue juzgado por ello.

Descansen en paz.


lunes, 2 de noviembre de 2009

Decadencia.


Siempre he tenido la convicción de que una idea era capaz de cambiar el mundo, y así ha sido a lo largo de la historia. No es que esta idea fuera enseñada y asumida por todos y cada uno de los hombres de su tiempo, pero sí por sus élites intelectuales, científicas y artísticas que las plasmaban a su vez en sus pensamientos y sus obras, desde la literatura a la política pasando por la arquitectura, la pintura y filosofía. Y de esta forma, en un efecto cascada, de una reducida élite iba pasando al resto de la sociedad que de forma inconsciente asumía como ciertos y propios los pensamientos que regían su época.

De esta forma podemos ver cómo en Grecia la idea de que la naturaleza no respondía a hechos fortuitos o al capricho de los dioses, sino que seguía unas reglas fijas que podían llegar a entenderse, cambió la percepción del mundo y la forma en que el hombre interactuaba con él.

Vemos como el Humanismo y su nueva forma de ver el mundo dan lugar al Renacimiento. No es que cada ciudadano estudiara y asumiera los planteamientos de los humanistas, es que estos pensamientos estaban presentes en el mundo que le rodeaba, en la arquitectura, en la pintura en el teatro... y sin darse cuenta, sin haberlo meditado, la forma de ver el mundo de los humanistas había penetrado en él, influyendo de forma inconsciente pero intensa en su forma de ver y entender el mundo.

La pregunta que me surge creo que debería surgirle a cualquier hombre al que no le guste la sociedad en que vive ni la dirección que ha tomado ¿Qué ideas son las que rigen nuestro tiempo? Porque sin duda existen y son la raíz de la que nace todo lo demás. Y sin atacar esa raíz será imposible cambiar el rumbo, todo lo demás serán parches.

Posiblemente el nihilismo, con su negación de todo principio de autoridad o dogma, y el relativismo que nos enseña que la verdad depende del ángulo o perspectiva del sujeto, junto con la idea de que la búsqueda del placer, la ausencia del dolor y el éxito personal (prácticamente inseparable del éxito económico) parece ser lo único por lo que merece la pena luchar.

Estas son las ideas que han dado como fruto el mundo que conocemos.

Y estas ideas, como cualquier pensamiento que haya regido los designios de una época, han calado profundamente en todos nosotros, incluso mas de lo que creemos. Se encuentran presentes en todas partes y son la raíz que alimenta el mundo occidental.

Pero a diferencia de los pensamientos que caracterizaron otros periodos de la historia de occidente no solo pueden cambiar el mundo (esto ya lo han hecho) sino que pueden llegar a destruir la sociedad que los creo y asumió, desembocando en una profunda decadencia.

Tenemos que aprender a desaprender.

Son cientos de pensamientos los que debemos aprender a desaprender:

Porque los maestros no son uno más dentro del aula.
Porque nuestros hijos necesitan que seamos sus padres no sus mejores amigos.
Porque la tolerancia no es un bien absoluto, hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud.
Porque los éxitos y fracasos no se pueden medir por la cuenta bancaria.
Porque la usura y la especulación son actos vergonzosos, independientemente del beneficio que generen.
Porque no toda costumbre o actitud propia de otras culturas merece nuestro respeto.
Porque no tenemos deudas históricas sino un pasado del que enorgullecernos.
Porque...

En definitiva, porque una sociedad sin unos cimientos morales y unos referentes claros y compartidos es como una brújula que ha perdido el norte y gira sobre sí misma.

El resultado es una sociedad enferma con tendencias suicidas que avanza a marchas forzadas a su destrucción e indefensa ante las amenazas externas.

Por todo esto necesitamos de forma imperiosa una clase intelectual que sea capaz de defender bien nuevos principios, o bien principios viejos pero con fuerzas renovadas y sin complejos.

Hombres que se sepan y se atrevan a gritarle al mundo, paladines de un renacimiento de la cultura occidental.

¿Quién nos ha robado la cartera?


Sí, esa es la pregunta, quién nos ha robado la cartera, porque sin duda nos la han robado.

Contaré mi experiencia personal que, seguramente, no tiene especial trascendencia pero que sospecho no es única y que, en cierta medida, puede servir para exponer e ilustrar lo que creo que ha ocurrido en el mercado laboral español.

Me incorporé al mundo laboral en 1.993, uno de esos momentos en que el paro, bajo un gobierno del PSOE, alcanzaba cifras históricas; cuando acudías a una entrevista de trabajo el empresario de turno te ofrecía un contrato basura y unas condiciones leoninas, y ante la más mínima objeción te decía que en la sala de espera tenía a diez personas que venían a por el mismo puesto, y que si no te interesaban las condiciones a otro le interesaría. Y lo cierto es que tenía razón, y uno, más o menos indignado, entendía que dicho empresario tenía todos los ases en la manga y lógicamente jugaba la partida en su propio beneficio. Bueno, no es que un servidor se encontrara feliz con la situación, pero entendía que los empresarios defendieran sus intereses, al fin y al cabo es su derecho y si me apuran su obligación.

Entonces ocurrió algo, la situación económica cambió, el paro empezó a disminuir y los trabajadores empezamos a ser un bien escaso, una parte del patrimonio de la empresa que había que cuidar, porque reponerlo no era sencillo, y el empresario empezaba, en determinados sectores, a plantearse el mejorar sensiblemente las condiciones de trabajo de sus trabajadores, no por bondad, sino para fidelizar a dichos empleados e incluso llegado el caso, fichar personal de la competencia.

Por fin parecía llegado el momento. Después de la travesía por el desierto los ases estaban en manos de los trabajadores y podríamos jugar nuestras cartas. Bonanza económica y en consecuencia unos empresarios con recursos económicos abundantes y escasez de trabajadores: el resultado parecía obvio y prometedor.

Pero nada de esto ocurrió, ante nuestra perplejidad y todo hay que decirlo, falta de capacidad de reacción, los sindicatos españoles se plantaron tras una pancarta en que ponía “PAPELES PARA TODOS” y el Gobierno, aplaudido y jaleado por la progresía, abrió las puertas a la entrada masiva de trabajadores extranjeros; de esta forma los trabajadores españoles veíamos cómo nuestro momento se esfumaba, no sólo los años de bonanza no trajeron la mejora del mercado laboral, en algunos sectores, no pocos, se dio un claro retroceso. ¿Cuántos de nosotros no hemos conocido a algún profesional de la hostelería, por ejemplo, que nos dice “hace diez años ganaba más”?.

Puede que no sirva de nada pero deseo identificar a los culpables y señalarlos. En toda esta tragicomedia hay cuatro actores principales:

Los empresarios que se limitaron a jugar sus cartas en su propio beneficio. No aplaudo su actuación, pero puedo entenderla.

El Gobierno que desatendió su obligación de mirar por el interés de los españoles, haciendo que los trabajadores quedáramos al margen de la bonanza económica y que ésta sólo fuera disfrutada por la casta empresarial sin importarle que para conseguirlo tuviera que abrir las puertas a millones de extranjeros (con las tensiones y consecuencias al margen del terreno laboral que todos conocemos).

Los sindicatos, sin duda los peor parados de éste somero análisis. Los empresarios defendieron sus intereses, el Estado dejó de ser un árbitro que conciliara los intereses de los trabajadores y de los empresarios, pero los sindicatos, sencillamente, traicionaron a aquellos que debían defender. Personalmente no pienso olvidar que los principales sindicatos españoles fueron los defensores a pié de calle del “PAPELES PARA TODOS”, traicionando a los trabajadores.

Por último quedamos los trabajadores, nuestra pasividad y falta de capacidad de reacción nos han convertido en víctimas propiciatorias acudiendo al matadero como auténticos corderos, invitados de piedra en un festín en el que todo nos estaba vedado salvo pagar cuenta.

Ahora la crisis ha regresado, y a diferencia de la anterior nos encontramos con que tenemos que competir con millones de extranjeros por los escasos puestos de trabajo existentes en unas condiciones lamentables, porque ellos están dispuestos a renunciar alegremente a derechos que a los trabajadores españoles nos ha costado siglos de lucha conseguir.

PD: Las ilustraciones de esta entrada han sido realizadas por joe2005, un auténtico e imaginativo artista en el tratamiento de imágenes y participante habitual del foro de Democracia Nacional.