martes, 1 de junio de 2010

Shhh, no despiertes a los niños


Durante siglos, en el silencio de la noche mientras los hijos dormían, los progenitores se sentaban a tratar las cuestiones que les preocupaban. Salud, dinero, cualquier cosa importante se trataba en esas pequeñas reuniones en la cocina mientras los pequeños dormían y seguramente, en miles de hogares, se repitió la frase “¡Shhh, no despiertes a los niños!”. Esta era la forma que tenían de intentar ahorrarles preocupaciones innecesarias sobre cuestiones que seguramente no estaban preparados para entender y asumir.

Del mismo modo los Estados Occidentales han tomado por débiles mentales a sus ciudadanos, a los que hacen vivir en un reino de fantasía en el que la realidad es sistemáticamente ocultada si no encaja en esa Disneylandia gigante para adultos en que se está convirtiendo Occidente. Y así nuestros ejércitos se han convertido en ONG’s no sea que algún ciudadano se entere de que están creados para la guerra y su infantil y atrofiado sentido de la realidad no pueda resistirlo.

Ya no hay geopolítica ni conflictos de intereses estratégicos, los hemos sustituido por la Alianza de Civilizaciones. Si producimos biodiésel no es para reducir nuestra dependencia energética de
Oriente, uno de nuestros enemigos estratégicos, sino para salvar el planeta, y nuestros ejércitos no invaden países, los liberan. La mano de obra barata inmigrante no entra en nuestro país para enriquecer a los empresarios y hundir los precios del mercado laboral, los dejamos entrar para salvarlos de la miseria y darles la protección que no tenían en sus países...

El occidental poco a poco se ha ido atrofiando en este mundo de fantasía creado por sus gobernantes, no es capaz de asumir que no todo es color de rosa, ha perdido toda capacidad de lucha y de respuesta; su tenacidad frente a la adversidad es nula, así como su capacidad de enfrentarse a cualquier realidad desagradable.

Cuántas veces hemos oído a algún bienintencionado ciudadano decir escandalizado ¡¡Es una guerra solo por dinero!! Sí amigo, es una guerra solo por dinero, el mismo tipo de dinero que paga tus carreteras, el hospital de tus padres y la educación de tus hijos ¿Cree acaso el occidental que en el resto del mundo la mortalidad infantil es muy superior porque esos padres quieren menos a sus hijos? ¿Cree cuando lee los índices de analfabetismo en buena parte del planeta es porque esos padres no desean que sus hijos aprendan? ¿Acaso piensa que las infraviviendas de más de la mitad del planeta responden a una moda local?

Siento decírtelo y espero que tu estómago pueda resistir esta noticia después de tantas toneladas de algodón de azúcar, pero nuestros hijos mueren menos, estudian más y llegarán a más viejos porque tenemos más dinero, así de sencillo. Las guerras no son solo por dinero son ¡¡ni más ni menos que por dinero!! El mismo dinero que te permite vivir a años luz de las grandes hambrunas y de las muertes masivas producidas por enfermedades fácilmente curables.

Pero claro, tu estómago no puede digerir esto ¿no? Será mejor que te sigan mintiendo, te han convertido en un ser débil en una sociedad débil incapaz de enfrentarse a la realidad cara a cara ¿Sabes por qué consiguen engañar con tanto éxito, con mentiras tan burdas, a tanta gente? Muy sencillo, porque estás deseando creer, la realidad es demasiado fea y en el fondo deseas con toda tu alma que te cuenten una mentira a la que tu delicado espíritu pueda aferrarse con fe ciega.

Estos días ha dimitido el presidente alemán Horst Köhler, después de unas declaraciones en las que vinculaba el compromiso militar de Berlín en el exterior (en concreto en Afganistán) con los intereses comerciales alemanes ¿Alguien cree que mintió? ¡No, claro que no mintió! se le ha presionado para dimitir no por mentir, sino por desvelar la identidad de los Reyes Magos a una población que ni quería ni estaba preparada para saberlo.

Pero tú sigues prefiriendo que te mientan, sigues queriendo pensar que nuestras tropas están en Afganistán por los derechos de la mujer, por la democracia... y por supuesto en misión de paz.

Shhh, no despiertes a los niños.

4 comentarios:

  1. El buenismo es un error, un fácil error a cometer porque acertar precisa de trabajo, estudio, esfuerzo y sobre todo valentía.

    A los que van de buenos, les tengo un verdadero asco, porque son hipócritas, traicioneros, falsos y parásitos de empresas, organización o países desarrollados en una época en que la responsabilidad impedía que esos buenos se desarrollasen como la peste.

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  2. El humanismo extremo junto con la ideologia"progre" tienen la culpa de esto.

    Ninguna civilizacion ha sido desmantelada por que otra le haya derrotado por ser mas fuerte, sino que las civilizaciones al entrar en decadencia son aplastadas por sus enemigos.

    En Europa -España hasta que no haya miseria de verdad no se reaccionara, si se reacciona, los patriotas seremos los malos de la pelicula hasta que llegue el dia que los que nos despreciaban nos pidan ayuda.

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  3. " En Europa -España hasta que no haya miseria de verdad no se reaccionara, si se reacciona, los patriotas seremos los malos de la película hasta que llegue el día que los que nos despreciaban nos pidan ayuda "

    Reacción habrá, lo que es incierto es cuando y con qué intensidad. Lo que si es seguro que cuando se reaccione el margen de maniobra o actuación será pero que muy pequeño, pues esa reacción vendrá de unos grupos de población que seguramente estarán en minoría demográfica, por culpa de unos hijos de puta (mas que buenos, cobardes, parásitos e hipócritas) que han consentido por activa y pasiva esta situación.

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  4. Ciertamente, A.J., el humanismo extremo junto con la ideología "progre" tiene la culpa de todo esto que podríamos llamar, como bien dice Anónimo "buenismo", aunque yo añadiría que ha contado también con la inestimable colaboración del catolicismo, especialmente después del Concilio Vaticano II y de las corrientes culturales predominantes, fruto del marxismo cultural. Coincido también con Anónimo en que la cuestión no es si se producirá una reacción, sino si ésta se producirá a tiempo. Desde luego, lo que tengo muy claro es que cuanto más tarde en producirse hay menos posibilidades de que sea civilizada y por supuesto, de que se resuelva a nuestro favor.

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