¿Siempre nos quedará París?

Hoy he dado en Youtube con uno de esos vídeos que despierta la indignación y deja un regusto a impotencia acompañado de algunas reflexiones que intentaré ordenar y exponer. Pero antes que nada les invito a ver el vídeo en cuestión.



En primer lugar diré que no creo que París sea el Sena, ni la torre Eiffel, ni el Arco del Triunfo. París, a mi juicio, son los parisinos, así como Madrid o Barcelona son los madrileños y barceloneses respectivamente. Sin ellos que crearon generación tras generación sus respectivas ciudades, que las imprimieron un carácter, un pulso, una forma de vivir y de entender la vida que las hace únicas e irrepetibles, estas ciudades no existirían.

Puede parecer obvio, pero no está de más recordarlo. París sin parisinos no existe. Podrá existir el espacio físico que conforma la ciudad y podrá estar habitado, pero París ya no existirá. El que crea que su ciudad, su pueblo, su valle, seguiría existiendo si su población fuera sustituida, digamos por indonesios, es que nunca comprendió ni amó el sitio donde habita, y nunca entendió lo que es ni lo que representa.

¿Por qué digo eso a raíz de ver el vídeo? Muy sencillo, en la macroconcentración urbana de París mas del 50% de los menores de 15 años ya son de origen africano, su número sigue creciendo mientras que el de los aborígenes franceses disminuye sin parar. ¿Cuánto tiempo seguirá existiendo París? Porque escenas como ésta se suceden con mayor frecuencia día a día y se está alcanzando un punto de inflexión en el que el proceso se acelerará: por un lado la población africana cada día se muestra más envalentonada y desafiante, no se adapta ni tiene por que hacerlo (saben que la ciudad será suya) y por otro lado una población autóctona que tardará poco en empezar a sentirse insegura y asustada ante lo que se les viene encima.

¿Cuánto tardaran las familias francesas en empezar a abandonar la ciudad? Porque cuando sea notorio que este proceso de huida ha comenzado se dará el pistoletazo de salida de una carrera para no ser los últimos. Y París habrá muerto, y detrás de París ¿toda Francia?...

El tiempo de especular con la integración y la pacífica sociedad multicultural ha terminado. Angela Merkel ya firmó públicamente el certificado de defunción de la Alianza de Civilizaciones. Esta alucinación colectiva de la progresía europea y el liberalismo más mercantilista ha fracasado estrepitosamente y es el momento de tomar medidas drásticas y de carácter inmediato si es que aún estamos a tiempo.

Y creo que algunas de estas medidas deberían ser las siguientes.

- Expropiación inmediata de cualquier empresa que dé empleo a inmigrantes ilegales. ¿Drástico? No, no lo creo, al fin y al cabo si siguen llegando inmigrantes ilegales a los países occidentales es porque dichos inmigrantes tienen la certeza de que tarde o temprano un empresario sin escrúpulos los contratará y sólo dejarán de hacerlo el día que el riesgo sea tan alto que no merezca la pena correrlo.

Una vez expropiada y subastada la empresa del infractor una parte del dinero será para recompensar al ciudadano que haya denunciado la situación, (y sí, esto es para favorecer y fomentar la delación), mientras que la mayor parte del dinero obtenido irá a un fondo para ayudar a costear la repatriación forzosa de inmigrantes.

- Retirada inmediata del permiso de residencia y nacionalidad de cualquier inmigrante que haya cometido un delito, seguida de la lógica expulsión.

- La nacionalidad sólo podrá obtenerse por herencia de sangre, es decir sólo los hijos de españoles son españoles y no por nacimiento ni por ninguna otra circunstancia.

- Cualquier ciudadano extranjero que no pueda demostrar que cuenta con medios legales y suficientes para mantenerse él y las personas que se encuentren a su cargo deberá abandonar el país, ya que si debe vivir de las ayudas públicas lo lógico es que lo haga de las ayudas públicas de su Estado que es quien debe facilitárselas.

- Ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y por supuesto toda ayuda al desarrollo con cualquier país que no facilite la repatriación de sus ciudadanos.

- Ilegalizar a aquellas ONGs que se dediquen a asesorar a inmigrantes con la finalidad de burlar las leyes de inmigración, al considerarlos cómplices de la comisión de delitos.

- Reclamar a los gobiernos de los países de origen el pago de las facturas sanitarias o gastos de cualquier otra índole generados por sus ciudadanos cuando estos sean insolventes y su estancia en el país sea ilegal.

- Aquellos ciudadanos cuya procedencia se desconozca y se nieguen a colaborar con la justicia para su repatriación, no deben ser premiados con la libertad de acción y el disfrute de las coberturas sociales a costa del esfuerzo de los ciudadanos, sino que deberán ser recluidos en campos de trabajo donde para puedan cubrirse los gastos generados por su estancia con el fruto de su esfuerzo.

- Decretar medidas de excepción en zonas y barrios en donde de forma inmediata, rápida y sin vacilación tenga que restablecerse el imperio de la ley.

Bien, creo que no estaría mal para comenzar...

Y sí, sin duda son medidas excepcionales, tan excepcionales como la situación a la que nos dirigimos. ¿Alguien cree que es normal lo que se muestra en este vídeo? ¿Alguien cree normal que la policía francesa no se atreva a entrar en muchos barrios de París? No podemos seguir implantando normas que fueron pensadas para una situación de normalidad con medios y métodos adecuados para una situación de normalidad en unas circunstancias claramente excepcionales.

Mandar a una pareja de policías a interrogar a alguien en relación a un delito (en el caso del vídeo una de las frecuentes violaciones protagonizadas por estos energúmenos contra ciudadanas francesas) es un procedimiento aceptable en condiciones normales, pero claramente la situación que se vive en cada vez más barrios de París dista de ser normal, y tanto los medios como los criterios de actuación de estos policías franceses no sirven, se imponen nuevas normas, nuevos métodos y nuevos protocolos de actuación y nuevos medios so pena de perder definitivamente el control de la situación.

¿Están las normas y los medios con los que la policía se enfrenta a esta situación
adecuados a esta nueva realidad?

¿Cree realmente que esta calle sigue siendo París?

En Europa se está jugando una partida a un nuevo juego y el que pierda será eliminado... ¿Aún le parecen demasiado duras las medidas que propongo?