sábado, 28 de agosto de 2010

Las causas del desastre


Una colaboradora habitual de este blog, leni, me ha hecho llegar este fragmento de una de las grandes obras políticas del siglo XX, una obra maldita y vilipendiada en la que se explica con asombrosa actualidad y claridad la verdadera naturaleza de una crisis en que la economía sólo es un síntoma.

El texto me ha gustado tanto que he decidido incluirlo en este blog. Recomiendo leerlo de forma pausada y reflexiva, porque a mi entender es tremendamente esclarecedor.

"Por cierto que suele verse y descubrirse más fácilmente el síntoma interno de una enfermedad que la causa interna de la misma. De ahí que aún hoy la mayoría de nosotros vea principalmente la causa del desastre de nuestra nación en la crisis económica general y sus consecuencias que afectan personalmente a casi todos; razón ésta de peso para que cada uno se haga idea de la magnitud de la catástrofe. La gran masa sabe aquilatar todavía mucho menos la trascendencia político-cultural y moral del desastre. Y aquí es donde para muchos se anula por completo la sensibilidad y la razón.

Que esto ocurra en la gran masa es al fin comprensible, pero que también los círculos intelectuales consideren el desastre primordialmente como una "catástrofe económica" y que en consecuencia esperen de la economía el saneamiento nacional, es una de las causas que ha impedido hasta el presente la realidad de un resurgimiento. Sólo cuando se llegue a comprender que también en este caso le corresponde a la economía únicamente un papel secundario, en tanto que factores políticos y de orden moral y racial tienen que considerarse como primordiales, podrá penetrarse el origen de la calamidad y con ella encontrar también los medios y la orientación conducentes al saneamiento de la nación".

4 comentarios:

  1. Caramba, no sé por qué me ha venido esta otra cita a la cabeza

    "Vendrán hombres que aún sin mencionarnos, porque les estará prohibido o porque temeran hacerlo, intentarán transitar por este camino nuestro. Y serán combatidos y traicionados igual que nosotros lo fuimos. Pero al final VENCEREMOS, porque lo bueno y verdadero siempre triunfa en este mundo"

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  2. El otro día aparecí de casualidad en una reunión de policastros y lobbystas "argentinos" - masones, judíos y miembros del Opus Dei - y quise hablar de la moral como cuestión primaria y fui ignorado totalmente. Los patriotas de salón se pararon y se fueron y yo me quedé hablando solo.
    Es muy frustrante la política de mierda que centra todas sus razones en la economia. Por eso ocurre que los hombres que ven claro son prohibidos y censurados...

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  3. Ciertamente es frustrante y no sólo en el terreno económico. En casi todas las cuestiones a debate, fuera de ciertos círculos, la sensación de frustración que a uno le embarga cuando ve el solar intelectual en que nos desenvolvemos hace que a uno le entren ganas de tirar la toalla. Afortunadamente contamos con la fortaleza de nuestros principios y el apoyo de nuestros camaradas.

    Hay una cita de Ezra Pound que me gusta especialmente: "Si un hombre no está preparado a correr riesgos por sus opiniones, es porque o bien sus opiniones no valen nada, o él no vale nada".

    Para desesperación de esos patriotas de salón, como bien dices, y del resto de fauna que nos rodea, nuestras opiniones valen y nosotros también.

    Un abrazo amigo.

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  4. Pero el enemigo es muy consciente de la importancia de la moral como base de todo lo demás. Por eso, lo primero que hizo en España y resto de países es destruir la moral y no me refiero a la moral sexual solamente, sino a los valores morales clásicos (patria, familia, creencias religiosas trascendentales), y fomentar toda clase de vicios para que no haya resistencia para cometer después los crímenes a los que estamos asistiendo.

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