Ya no me quedan ganas de reír ni siquiera por no llorar. Ayer día 24 de diciembre la maquinaria del estado ha vuelto a ponerse en marcha y lo ha hecho para felicitar (a su manera) las Navidades una familia española.
Estoy hablando de la familia del policía local que recientemente consiguió rescatar a una niña española de las garras de un grupo de delincuentes rumanos que la mantenían retenida contra su voluntad, y a la que obligaban a prostituirse. No, no le han concedido una medalla y no, tampoco ha recibido ningún tipo de mención honorífica ni ascenso por su labor.
Cuando en todos los hogares españoles se ultiman las compras de Navidad y se terminan los preparativos para la cena de Nochebuena, esta familia recibía la noticia más inesperada ¡La detención del agente!
Así lo ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, la esposa de este agente de la Policía Local, Antonia Ugalde Cordero, quien ha explicado que su marido está acusado por la juez que instruye el caso de un presunto delito de "infidelidad en la custodia de documento público por funcionario".
Según la versión ofrecida a esta agencia por Ugalde, esta acusación se debe a que el agente ha ofrecido algunos detalles del rescate de la menor y del suceso a los medios de comunicación, cuando el caso se encuentra bajo secreto de sumario.
El agente ha sido llamado en la mañana de este viernes a presentarse en la Comandancia de la Guardia Civil, "donde le han informado de que estaba detenido" y posteriormente le han dicho que quedaba en libertad con cargos, ha explicado la mujer del policía local.
Antonia Ugalde ha mostrado su indignación por esta detención, y ha lamentado que "esta es la forma que el Estado tiene de agradecerle lo que ha hecho", ha dicho. "Esta es la Nochebuena que le han dado a una familia honrada", ha apostillado.
¿Vergüenza? ¿Indignación? ¿Impotencia?... ¿Cómo definir lo que se siente ante una noticia así? No puedo, me faltan palabras y me sobra mala leche.
¿Había riesgo de fuga? Es evidente que no. ¿Entonces por qué es detenido y no simplemente llamado a declarar? Ah, claro, había que humillarle y el día de Nochebuena mejor que mejor porque el asunto en cuestión era tan urgente que no podía esperar.
Todos sin el más mínimo esfuerzo somos capaces de recordar la filtración de innumerables sumarios a los medios de comunicación en casos infinitamente más relevantes que este: resoluciones del tribunal constitucional, el caso Gurtel, el 11 M etc. Pero ¿cuántos de ustedes son capaces de recordar a un detenido por realizarlas?.
De entre los policías que han hablado más de la cuenta podríamos recordar cómo alguien desde el Ministerio del Interior hizo la famosa llamada al bar Faisán alertando a peligrosos miembros de la banda terrorista ETA de su inminente detención dándoles tiempo a huir. Pero no teman, el autor de este chivatazo, así como los autores de todas las filtraciones de juicios trascendentes realizados en el Constitucional o en el Supremo han cenado tranquilos en casa, sin disgustos, sin temor, sin detenciones, sin humillación.
Es posible que el agente de la policía local, por falta de experiencia o por desconocimiento, haya hablado con la prensa y explicado lo que hizo, sin pensar que estaba vulnerando el secreto de sumario, ¿No bastaba con una amonestación verbal interna por parte de sus superiores y un reconocimiento público a su inestimable labor?
Yo no entiendo de leyes, pero sí tengo el concepto de Justicia, conceptos cada día más distantes en España. Puede que las actuaciones llevadas a cabo contra este agente estén ajustadas a derecho pero son manifiestamente humillantes, ridículas e insultantemente injustas. Y la forma en que se han aplicado, detención incluida cuando es publico y notorio que el riesgo de fuga era inexistente, huele a acción ejemplarizante que apesta.
¿Ejemplarizante? Sí, pero ejemplarizante no por revelar un secreto de sumario, que en esos casos la justicia española ha demostrado en multitud de ocasiones una tolerancia más propia del tercer mundo.
¿Cuál ha sido pues el pecado imperdonable? ¿Por qué esta acción es merecedora de un castigo que sirva de escarmiento a futuros infractores? Puede que me equivoque pero mucho me temo que la ley no escrita que este honrado agente ha quebrado es la de no revelar la nacionalidad de delincuentes e intentar ocultar siempre que sea posible el origen de los mismos, especialmente en los casos que despiertan un mayor rechazo social.
¿Alguien cree sinceramente que si se hubiera tratado de la detención de unos narcotraficantes gallegos se vería en esta situación? ¿Alguien cree que si se tratara de la detención de un concejal del PP se vería perseguido con esta saña? Lo siento, yo no me lo creo.
Esta honrada familia ha sufrido la persecución en plenas fechas navideñas porque había que lanzar un mensaje claro a los agentes de policía:
Puede usted filtrar información a ETA, puede usted revelar datos de sumarios de atentados que han desestabilizado el Estado y provocado la caída de un gobierno, pero la inmigración NO SE TOCA.
Filtración del sumario de Spanair
Filtraciones del 11 M
Caso Malaya
Caso Faisán (filtraciones a ETA)
Caso Gürtel
¡¡¡PERO QUE POCO RESPETO POR LAS FILTRACIONES!!!
Estoy hablando de la familia del policía local que recientemente consiguió rescatar a una niña española de las garras de un grupo de delincuentes rumanos que la mantenían retenida contra su voluntad, y a la que obligaban a prostituirse. No, no le han concedido una medalla y no, tampoco ha recibido ningún tipo de mención honorífica ni ascenso por su labor.
Cuando en todos los hogares españoles se ultiman las compras de Navidad y se terminan los preparativos para la cena de Nochebuena, esta familia recibía la noticia más inesperada ¡La detención del agente!
Así lo ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, la esposa de este agente de la Policía Local, Antonia Ugalde Cordero, quien ha explicado que su marido está acusado por la juez que instruye el caso de un presunto delito de "infidelidad en la custodia de documento público por funcionario".
Según la versión ofrecida a esta agencia por Ugalde, esta acusación se debe a que el agente ha ofrecido algunos detalles del rescate de la menor y del suceso a los medios de comunicación, cuando el caso se encuentra bajo secreto de sumario.
El agente ha sido llamado en la mañana de este viernes a presentarse en la Comandancia de la Guardia Civil, "donde le han informado de que estaba detenido" y posteriormente le han dicho que quedaba en libertad con cargos, ha explicado la mujer del policía local.
Antonia Ugalde ha mostrado su indignación por esta detención, y ha lamentado que "esta es la forma que el Estado tiene de agradecerle lo que ha hecho", ha dicho. "Esta es la Nochebuena que le han dado a una familia honrada", ha apostillado.
¿Vergüenza? ¿Indignación? ¿Impotencia?... ¿Cómo definir lo que se siente ante una noticia así? No puedo, me faltan palabras y me sobra mala leche.
¿Había riesgo de fuga? Es evidente que no. ¿Entonces por qué es detenido y no simplemente llamado a declarar? Ah, claro, había que humillarle y el día de Nochebuena mejor que mejor porque el asunto en cuestión era tan urgente que no podía esperar.
Todos sin el más mínimo esfuerzo somos capaces de recordar la filtración de innumerables sumarios a los medios de comunicación en casos infinitamente más relevantes que este: resoluciones del tribunal constitucional, el caso Gurtel, el 11 M etc. Pero ¿cuántos de ustedes son capaces de recordar a un detenido por realizarlas?.
De entre los policías que han hablado más de la cuenta podríamos recordar cómo alguien desde el Ministerio del Interior hizo la famosa llamada al bar Faisán alertando a peligrosos miembros de la banda terrorista ETA de su inminente detención dándoles tiempo a huir. Pero no teman, el autor de este chivatazo, así como los autores de todas las filtraciones de juicios trascendentes realizados en el Constitucional o en el Supremo han cenado tranquilos en casa, sin disgustos, sin temor, sin detenciones, sin humillación.
Es posible que el agente de la policía local, por falta de experiencia o por desconocimiento, haya hablado con la prensa y explicado lo que hizo, sin pensar que estaba vulnerando el secreto de sumario, ¿No bastaba con una amonestación verbal interna por parte de sus superiores y un reconocimiento público a su inestimable labor?
Yo no entiendo de leyes, pero sí tengo el concepto de Justicia, conceptos cada día más distantes en España. Puede que las actuaciones llevadas a cabo contra este agente estén ajustadas a derecho pero son manifiestamente humillantes, ridículas e insultantemente injustas. Y la forma en que se han aplicado, detención incluida cuando es publico y notorio que el riesgo de fuga era inexistente, huele a acción ejemplarizante que apesta.
¿Ejemplarizante? Sí, pero ejemplarizante no por revelar un secreto de sumario, que en esos casos la justicia española ha demostrado en multitud de ocasiones una tolerancia más propia del tercer mundo.
¿Cuál ha sido pues el pecado imperdonable? ¿Por qué esta acción es merecedora de un castigo que sirva de escarmiento a futuros infractores? Puede que me equivoque pero mucho me temo que la ley no escrita que este honrado agente ha quebrado es la de no revelar la nacionalidad de delincuentes e intentar ocultar siempre que sea posible el origen de los mismos, especialmente en los casos que despiertan un mayor rechazo social.
¿Alguien cree sinceramente que si se hubiera tratado de la detención de unos narcotraficantes gallegos se vería en esta situación? ¿Alguien cree que si se tratara de la detención de un concejal del PP se vería perseguido con esta saña? Lo siento, yo no me lo creo.
Esta honrada familia ha sufrido la persecución en plenas fechas navideñas porque había que lanzar un mensaje claro a los agentes de policía:
Puede usted filtrar información a ETA, puede usted revelar datos de sumarios de atentados que han desestabilizado el Estado y provocado la caída de un gobierno, pero la inmigración NO SE TOCA.
Filtración del sumario de Spanair
Filtraciones del 11 M
Caso Malaya
Caso Faisán (filtraciones a ETA)
Caso Gürtel
¡¡¡PERO QUE POCO RESPETO POR LAS FILTRACIONES!!!
Bienvenidos a Matrix.
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