lunes, 10 de octubre de 2011

El desembarco, de Jean Raspail


Hoy me siento una vez más frente al ordenador para hablar de uno de los libros que han pasado por mis manos, e inevitablemente de su autor, todo un personaje al que créanme merece la pena conocer un poco mejor.

El libro, como bien anuncia el título de la entrada, es "El Desembarco" y su autor Jean Raspail.

Jean Raspail es francés, nacido el 05 de julio 1925 en Chemillé-sur-Dême, Indre-et-Loire. Con 35 novelas editadas Su faceta más conocida es la de escritor, pero para conocer y entender al personaje creo imprescindible conocer también su faceta de viajero y explorador.

En esta doble faceta de escritor y explorador, Jean Raspail siempre se mostró como un defensor del arraigo de cada pueblo a su propia cultura, por ejemplo con pueblos indios de América por los que siente una gran estima, fruto de la cual nacieron libros como "Diario de un piel roja" en el que refleja sus viajes por las reservas indias de los Estados Unidos y que dedicó a la princesa Nowadona de la tribu de los Shnnecoks.


El que Jean Raspail defendiera y admirara el arraigo de distintos pueblos a sus respectivas culturas nunca pareció molestar a nadie hasta que el señor Raspail decidió que su propio pueblo, el francés, y por extensión todos los pueblos europeos merecían la misma consideración y el mismo arraigo.

Es entonces cuando una tormenta de críticas y ataques se desencadena sobre él llegando incluso a ser denunciado por la Liga Internacional contra el racismo y el antisemitismo por un artículo publicado en el diario “Le Figaro” el 17 de junio 2004, titulado "La patria traicionada por la República", que se encuentra íntegramente reproducido al final de esta entrada.

En el año 2000 fue candidato a la Academia Francesa pero, como era previsible, no obtuvo los votos suficientes para ocupar el puesto vacante. Lejos quedaron los tiempos en que en 1970 la Academia Francesa concedió a Raspail un premio por el conjunto de su obra.

¿Qué ocurrió entre el reconocimiento a su obra por parte de la academia francesa en 1970 y su rechazo a que formara parte de la misma en el año 2000?

Posiblemente hayan influido muchas cosas, pero sin duda la incorrección política de “El desembarco”, editado por primera vez en 1973, ha sido una de ellas.

“El desembarco” es una novela difícil de catalogar. Especula sobre el desarrollo de futuros acontecimientos que en 1973 resultaban inverosímiles y que a día de hoy podemos afirmar que han resultado proféticos. Si estuviéramos en 1973 la definiría como sociología-ficción; a día de hoy creo que es una mordaz y acertada critica social.

La novela nos narra un acontecimiento inesperado, la llegada de una gran flota de desheredados del tercer mundo a las costas de Francia, que cambiara la realidad de Europa. O dicho de otra forma, que provocará su desaparición tal y como hoy la entendemos y conocemos. Lógicamente, la llegada de esta flota procedente de la India es una excusa, un hilo conductor, que da pie a un análisis muy interesante, y a mi juicio acertado, de la sociedad occidental frente al fenómeno de la inmigración masiva.

A través de los personajes y sus reacciones asistimos a una disección de la sociedad francesa. Desde el ciudadano medio a la Iglesia pasando por la clase política, periodistas etc. Una completa radiografía de una civilización, la occidental, que se encamina a pasos acelerados al suicidio colectivo.

Se han vendido más de 500.000 ejemplares de esta obra en todo el mundo. Su título inicial fue "El campamento de los santos ", título inspirado en una cita del Apocalipsis, Canto XX, que queda reproducida al final del artículo "La patria traicionada por la república".

La patria traicionada por la República

He dado vueltas en torno al mismo tema como un perro amaestrado en torno a un paquete con trampa. Es difícil tratarlo de forma directa sin que os estalle en la cara. Se corre peligro de muerte civil. Se trata sin embargo de la pregunta fundamental. He tenido mis dudas. Sobre todo porque en 1973, al publicar El Campamento de los Santos ya he contado todo sobre el asunto. No tengo gran cosa que añadir, salvo que creo que el guiso ya está preparado.

Porque estoy convencido de que nuestro destino como franceses está sellado, porque «En mi casa están en su casa» (Mitterrand), en el seno de «una Europa cuyas raíces son tan musulmanas como cristianas» (Chirac), porque la situación es irreversible hasta el cambio definitivo de los años 2050, cuando los franceses de origen constituyan solamente la mitad (la más avejentada) de la población del país, estando compuesto el resto por africanos, magrebíes o negros y por asiáticos de todas partes originarios de la reserva inextinguible del tercer mundo, con el Islam, integristas y djihadistas incluidos, como elemento dominante, y esto no habrá hecho más que empezar.

No sólo Francia está involucrada, toda Europa camina hacia la muerte. No faltan las advertencias – informes de la ONU (que se alegra de ello), trabajos incontestables en especial de los demógrafos Jean-Claude Chesnais y Jacques Dupâquier –, pero son sistemáticamente ocultados y la Oficina de Estadística juega a la desinformación.

El silencio casi sepulcral de los medios de comunicación, de los gobiernos y de las instituciones comunitarias sobre la quiebra demográfica de la Europa de los Quince es uno de los fenómenos más importantes de nuestra época. Cuando se produce un nacimiento en mi familia o en casa de unos amigos, no puedo contemplar este bebé sin inquietarme por lo que le está preparando la incuria de los gobernantes y a lo que deberá hacer frente en su fase adulta...

Hay que tener en cuenta que los franceses de origen, aporreados por el tam-tam incesante de los derechos humanos, de la « acogida al distinto», del «compartir» tan grato a nuestros obispos, etc., encuadrados por todo un arsenal represivo de leyes supuestamente «antirracistas», condicionadas desde la primera infancia al « mestizaje» cultural, al comportamiento de los imperativos de la «Francia plural» y a todas las derivas de la antigua caridad cristiana, no tendrán otra salida que bajar los brazos y fundirse sin rechistar al nuevo molde de “ciudadano” francés.

De todas formas no hay que desesperarse del todo. Sin duda subsistirán lo que en etnología se denominan solitarios, fuertes minorías, quizá una quincena de millones de franceses y no necesariamente todos de raza blanca que aún hablarán nuestro idioma correctamente y que se obstinaran en permanecer fieles a nuestra cultura y nuestra historia tal como nos han sido transmitidas de generación en generación. Esto no les resultará fácil.

Etapa frente a las distintas “comunidades” que comienzan a formarse desde hoy bajo el lema de la integración (o mejor dicho, somos nosotros los que nos estamos integrando al “distinto” y no al revés) y que en 2050 estarán definitiva y sin duda institucionalmente establecidas, se tratará de organizar de alguna forma una comunidad francesa para preservar la continuidad. Esta se basará en las familias, su natalidad, su endogamia de supervivencia, sus colegios, sus redes paralelas de solidaridad, quizá incluso en sus zonas geográficas, sus porciones de territorio, sus barrios, sus plazas de seguridad y, por qué no, su fe cristiana, y con un poco de suerte católica, si este cimiento consigue sostenerse.

Esto no gustará. El choque se producirá tarde o temprano. Algo como la eliminación de los kulaks por medios legales apropiados. ¿Y después?

Acto seguido Francia solo estará poblada por ermitaños de todo tipo de procedencias que vivirán en conchas abandonadas por los representantes de una especie extinguida para siempre que se llamaba la especie francesa, y que en absoluto recordara a la que, debido a no se sabe qué extraña metamorfosis genética, se había apoderado de su nombre. El proceso ya ha comenzado.

Existe otra segunda posibilidad de la que no podría hablar más que en privado y que necesitaría que consultase con mi abogado, consistiría en que los islotes resistiesen hasta emprender una especie de Reconquista sin duda diferente a la española pero que se inspire en sus mismas causas. Sobre este tema esta por escribir una peligrosa novela. No soy yo quien se encargará de escribirla, ya he hecho bastante. Su autor probablemente aún no ha nacido, pero este libro verá la luz en un momento dado, de ello estoy seguro.

Lo que no llego a comprender y que me sume en un estado de perplejidad, es cómo y por qué tantos franceses informados y tantos políticos coinciden de forma metódica, contumaz, no me atrevo a decir que cínica, a la inmolación de cierta Francia (evitemos el calificativo de eterna que revuelve las buenas consciencias) en el altar del humanismo utópico exacerbado.

Me planteo la misma pregunta a propósito de todas esas omnipresentes asociaciones de derecho a esto y a aquello, y de todas esas ligas, esas sociedades de pensamiento, esas oficinas subvencionadas, esas redes de manipuladores infiltrados en todos los engranajes del estado (educación, magistratura, partidos políticos, sindicatos, etc.), esos incontables demandantes, esos medios de comunicación correctamente consensuales y todos esos « inteligentes» que día tras día inoculan impunemente su sustancia anestesiante en el organismo aún sano de la nación francesa.

Incluso si soy capaz, como mucho, de concederles algo de sinceridad, me cuesta admitir que se trata de mis compatriotas. Se percibe en mi imaginación la palabra renegado, pero existe otra explicación: confunden Francia con la República. Los «valores republicanos» se declinan en infinitivo, lo sabemos hasta la saciedad, pero nunca hacen referencia a Francia. Sin embargo Francia es ante todo una patria carnal. Por el contrario, la República, que no es más que una forma de gobierno, es para ellos sinónimo de ideología, ideología con una gran « I», la ideología en mayúscula. Tengo la sensación de que traicionan, en cierto modo, la primera por la segunda.

Entre la marea de referencias que acumulo en gruesos expedientes de apoyo de esta tesis, he aquí que bajo una apariencia inocente aclara en gran medida la extensión de los daños. Está tomada de un discurso de Laurent Fabius al congreso socialista de Dijon, el 17 de mayo de 2003: «Cuando la Mariana (figura femenina símbolo de la república francesa) de nuestros ayuntamientos adopte el bello rostro de una joven francesa procedente de la inmigración, ese día Francia habrá dado un paso en la dirección de hacer vivir plenamente los valores de la República...»

Ya que hemos empezado con las citas, he aquí dos, para concluir: « No existen bombas atómicas en el mundo para detener la marea formada por los millones de seres humanos que un día partirán de la parte meridional y pobre del mundo, para irrumpir en los espacios relativamente abiertos del rico hemisferio septentrional, en búsqueda de supervivencia. » (Presidente de Argelia Bumedian, (Mohammed Bujarruba Bumedian) Militar y político argelino marzo de 1974.)

En el mismo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974, el Presidente argelino dijo también: "Un día millones de hombres dejarán el hemisferio sur para ir al hemisferio norte. Y no irán allá como amigos, porque irán para conquistarlo. Y lo conquistarán con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria".

Y esta otra, tomada del Canto XX del Apocalipsis: «La era de los mil años se acaba. He aquí que salen las naciones que están en los cuatro rincones de la tierra y que igualan en número a la arena del mar. Saldrán de expedición sobre la superficie de la tierra, irrumpirán en el campamento de los santos y en la ciudad bien amada.»

Jean Raspail. (Le Figaro)

Para terminar permítanme que les obsequie con una breve cita de “El desembarco” que espero que les anime a comprar y leer esta magnífica obra:

"Día tras día, mes tras mes, al ir expresando sus dudas, el orden se tornaba, pues, en una forma de fascismo; la enseñanza, una coacción; el trabajo, una alienación; la revolución, un deporte gratuito; el ocio, un privilegio de clase; la marihuana, un vulgar tabaco; la familia, un ahogadero; el consumo, una opresión; el éxito, una enfermedad vergonzosa; el sexo, un ocio sin consecuencias; la juventud, un tribunal permanente; la madurez, una forma nueva de senilidad; la disciplina, un atentado a la personalidad humana; la religión cristiana... y Occidente... y la piel blanca... Boris Vilsberg buscaba, Boris Vilsberg dudaba, a su alrededor se acumulaban los escombros de un viejo país.”

14 comentarios:

  1. Magnífica reseña bibliográfica. Tengo el libro esperando hace ya más de un año y creo que pronto me pondré con él.

    Respecto a LICRA (Ligue internationale contre le racisme et l´antisémitisme) hay que decir que es un grupo de presión anti-social de una peligrosidad extrema. No es casual que su presidente responda al nombre de Alain Jakubowicz, del cual se dice en la propia página de la organización "est né le 2 mai 1953 à Villeurbanne (Rhône). Sa famille paternelle, d’origine polonaise s’est réfugiée entre les deux guerres en Allemagne pour fuir les pogroms, puis à Lyon en 1933 à l’avènement d’Hitler".

    Y es que éste es el sello característico de la organización. En el comité de honor se ve a lo más granado de la traición a Francia: políticos socialistas y derechistas, "intelectuales" marxistas, gentes de la tribu propia del presidente actual (sobrerrepresentados con respecto a su presencia entre la población general francesa), resentidos sociales...

    Ahora estos "tolerantes" están enfrascados en una campaña infame contra el profesor Bruno Gollnisch (FN) para que no pueda volver a la Universidad Lyon III a impartir sus clases de Lengua y civilización japonesa.

    LICRA es cualquier cosa menos francesa.

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  2. Hace un año vi en mi DVD una pelicula:

    Good,

    El actor principal es Viggo Mortensen.

    Interpreta un profesor (John Halder) de literatura en la primera Alemania Nazi.

    Un dia, se sorprende de que 'prohiban' que enseñe a Proust.

    No se si en realidad ocurrió esa prohibición.

    Lo que si sé, es que a Ezra Pound, lo han barrido de la escena cultural (He sabido de su existencia hace apenas 2 años).

    A Robert Brasillach, lo fusilaron con 36 años.

    Me he enterado hace un año de que existió.

    Punto.

    Y, alguien a quien si conocía, a Román de Céline, hace unos meses, le han quitado, ya muerto, un premio, por orden de .....adivina adivinanza.....Frédéric Mitterrand, ¡¡ministro de cultura¡¡¡¡.

    ¿Como pueden decir que gano el lado bueno?.

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    1. Oye, gracias por tu comentario porque me aportas datos que desconocia totalmente, menos el tema Ezra Pound que si lo conozco a fondo,Ya sabes que los imbéciles y los mediocres tienen espíritu muy gregario, con lom cual ya sabes quienes pierden-¡los putos individualiastas como nosotros¡-

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  3. Hola winstom , agradecerte este articulo , como todos , espero que sigas asi ahy que denunciar el injusto trato a nuestra raza.
    Me acuerdo cuando era pequeño y cuando jugamos a indios y vaqueros , yo siempre me ponia de parte de los indios. Como abominava de las peliculas que ponian de malos a los piel rojas po defender su tierra , pero hay que joderse ahora vamos a ser los indios nosotros.
    Un saludo.

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  4. Hola Winston, no conocía este libro y este autor que seguramente merece la pena. Lo que dice en el artículo son verdades como puños y los políticos que nos gobiernan merecen plenamente el calificativo de traidores por ocultar esta realidad y anestesiar deliberadamente a la gente. Las asociaciones "antirracistas" son su policía del pensamiento.

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  5. Hola Leon

    La intolerancia de los tolerantes es una de las muchas contradicciones sobre las que se ha construido la dictadura de lo políticamente correcto. Confío en que finalmente sean sus propias contradicciones y sus aberraciones ideológicas las que terminen por resquebrajar hasta su demolición este sistema antinatural construido sobre dogmas y que olvidó o pervirtió la naturaleza humana.

    Un saludo

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  6. Hola Anónimo

    No sé si lo habrás visto pero una de las etiquetas de las entradas de este blog es "Condenados al ostracismo", dedicada precisamente a esos genios "equivocados" que "los buenos" decidieron ocultar sistemáticamente al gran público. Sin duda la existencia de tanta genialidad equivocada es una de las realidades más incómodas para el poder.

    Saludos

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  7. Amigo Oso

    Así es, las realidades expresadas en este artículo y la posterior persecución en los tribunales del autor son un reflejo fiel de la realidad sociopolítica en la que nos encontramos. La verdad es perseguida cuando choca con el dogma.

    Un saludo

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  8. Hace tiempo que conozco este libro y se de buena tinta que lo conoce gente que no es de nuestra área y reconocen en el situaciones premonitorias.

    Raspail era un monarquico conservador.

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  9. El libro es muy interesante, muy analítico de una situación que se está dando en realidad, aunque lo escribió a principios de los años 70 es realmente profético. El campamento de los santos lo leí hará unos dos años, recomiendo leerlo.

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  10. Estimado Winston:

    Este libro fue escrito más o menos en la misma fecha en la que J.R.R. Tolkien escribió "El Señor de los anillos".

    El de Raspail es de no ficción, y el de Tolkien dice lo mismo pero disfrazado de ficción: Una marea de orcos invadiendo Occidente con un mal superpoderoso que los dirige premeditamente para destruirnos, y cuyo poder recae en el Anillo Único (la finanza internacional) que los domina a todos, y que ha de ser destruído (nacionalización bancaria).

    Tolkien ya contemplaba los resultados de la ¿victoria? de los ¿buenos? en la 2ª Guerra Mundial, con el inicio de la invasión de su país de jamaicanos y similares, y Raspail se dió cuenta también.

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  11. El Campamento de los santos actualmente está a la venta en la librería Europa:

    http://www.libreriaeuropa.es/busqueda.php?bus=el+campamento+de+los+santos

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  12. El libro es profetico, no tiene nada que envidiar a tu libro Winston, incluso diria que se ajusta mas a la realidad que 1984, en algunos detalles falla el desembarco, pero son menudencias comparadas con la similitud entre el libro y la realidad actual.

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