Malos tiempos los que nos ha tocado vivir en esta España nuestra, presididos por un iluminado protagonista de actuaciones que, a mi juicio, oscilan entre la incompetencia más absoluta y la alta traición, como en el caso Faisán por el que algún día podríamos verle sentado ante el juez. Claro que en los últimos tiempos no descarto en absoluto que llegado el juicio se le pueda aplicar algún tipo de atenuante por no estar en pleno uso de sus facultades mentales.
La lógica tristeza y alarma que produce esta situación se convierte en desesperación cuando en el horizonte el único paladín que la mayoría de los medios de comunicación nos presentan para acudir al rescate de nuestro país parece ser don Mariano Rajoy.
Lo mejor que se puede decir del señor Rajoy es que es el tuerto en el país de los ciegos, personaje gris donde los haya que ha convertido el extraño don de hablar sin decir nada en un arte y una seña de su identidad. Dando un somero repaso a la actualidad de los últimos meses nos encontramos que don Mariano está a favor de abrir un debate sobre la cadena perpetua, está a favor de abrir un debate sobre el estado del bienestar, desde las pensiones a la sanidad. Don Mariano Rajoy aboga por abrir un debate nacional sobre la actual situación económica y abrir otro debate más sobre “la idea de España”... Este hombre está tan obsesionado con abrir un debate ante cualquier cuestión como Zapatero por afrontarla con talante.
Bien, pues hoy, señor Rajoy, propongo llevarle a usted a debate.
No es que me parezca mal que quiera usted abrir debates a diestro y siniestro, es que como ciudadano creo que es razonable exigirle que me explique de forma clara y entendible qué postura es la que piensa defender en dicho debate.
Se dice en política (no sin cierta dosis de maldad y de realismo) que cuando se quiere enterrar algún asunto incomodo para que duerma el sueño de los justos, lo mejor que se puede hacer es crear una comisión para resolverlo y dilatar su actuación hasta que el público se haya olvidado de él. Bien, pues usted ha inventado una nueva versión de esta vieja argucia, y ante cualquier dilema nos dice a los ciudadanos que lo que quiere es abrir un debate y con esto nos debemos dar por satisfechos.
Pues mire usted por dónde yo no me siento satisfecho, y es que después de llevar usted la timorata de años en la política activa aún no me he enterado (y sospecho que no soy el único) de cuál es su postura en asuntos tan importantes como el aborto, el modelo de estado, la ley electoral, las competencias autonómicas, inmigración, política lingüística etc.
En estas condiciones, cuando usted me pide el voto sin aclarar sus posturas, lo que realmente me pide es un cheque en blanco. Y no se lo tome a mal, pero no están los tiempos como para dar cheques y menos en blanco.
Visto lo visto no es de extrañar que los ciudadanos empiecen a prestar atención a dirigentes de partidos modestos como Rosa Díez de Unión Progreso y Democracia o el presidente de Democracia Nacional, don Manuel Canduela. Y es que uno se sentirá más próximo de uno u otro según su ideología (yo que nunca he sido socialista, lógicamente me encuentro mucho más próximo a señor Canduela). Pero lo cierto es que por sorprendente que parezca ¡se les entiende todo!
Qué diferente sería el panorama político español si en lugar de andar perdidos entre talantes y debates, la vida política española se regenerara con una mayor presencia de estos nuevos partidos.
La lógica tristeza y alarma que produce esta situación se convierte en desesperación cuando en el horizonte el único paladín que la mayoría de los medios de comunicación nos presentan para acudir al rescate de nuestro país parece ser don Mariano Rajoy.
Lo mejor que se puede decir del señor Rajoy es que es el tuerto en el país de los ciegos, personaje gris donde los haya que ha convertido el extraño don de hablar sin decir nada en un arte y una seña de su identidad. Dando un somero repaso a la actualidad de los últimos meses nos encontramos que don Mariano está a favor de abrir un debate sobre la cadena perpetua, está a favor de abrir un debate sobre el estado del bienestar, desde las pensiones a la sanidad. Don Mariano Rajoy aboga por abrir un debate nacional sobre la actual situación económica y abrir otro debate más sobre “la idea de España”... Este hombre está tan obsesionado con abrir un debate ante cualquier cuestión como Zapatero por afrontarla con talante.
Bien, pues hoy, señor Rajoy, propongo llevarle a usted a debate.
No es que me parezca mal que quiera usted abrir debates a diestro y siniestro, es que como ciudadano creo que es razonable exigirle que me explique de forma clara y entendible qué postura es la que piensa defender en dicho debate.
Se dice en política (no sin cierta dosis de maldad y de realismo) que cuando se quiere enterrar algún asunto incomodo para que duerma el sueño de los justos, lo mejor que se puede hacer es crear una comisión para resolverlo y dilatar su actuación hasta que el público se haya olvidado de él. Bien, pues usted ha inventado una nueva versión de esta vieja argucia, y ante cualquier dilema nos dice a los ciudadanos que lo que quiere es abrir un debate y con esto nos debemos dar por satisfechos.
Pues mire usted por dónde yo no me siento satisfecho, y es que después de llevar usted la timorata de años en la política activa aún no me he enterado (y sospecho que no soy el único) de cuál es su postura en asuntos tan importantes como el aborto, el modelo de estado, la ley electoral, las competencias autonómicas, inmigración, política lingüística etc.
En estas condiciones, cuando usted me pide el voto sin aclarar sus posturas, lo que realmente me pide es un cheque en blanco. Y no se lo tome a mal, pero no están los tiempos como para dar cheques y menos en blanco.
Visto lo visto no es de extrañar que los ciudadanos empiecen a prestar atención a dirigentes de partidos modestos como Rosa Díez de Unión Progreso y Democracia o el presidente de Democracia Nacional, don Manuel Canduela. Y es que uno se sentirá más próximo de uno u otro según su ideología (yo que nunca he sido socialista, lógicamente me encuentro mucho más próximo a señor Canduela). Pero lo cierto es que por sorprendente que parezca ¡se les entiende todo!
Qué diferente sería el panorama político español si en lugar de andar perdidos entre talantes y debates, la vida política española se regenerara con una mayor presencia de estos nuevos partidos.
Manuel Canduela en Antena Huelva
A QUE CONSEGUIMOS 4 MILLONES DE PERSONAS PIDIENDO LA DIMISIÓN DE ZAPATERO
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/group.php?v=wall&gid=190689194335
Únete al grupo de facebook
Igualmente [por el Solsticio] ;)
ResponderEliminarDisculpa la tardanza. Estoy realizando prácticas laborales con una Beca Leonardo en Islandia, es el motivo de mi ausencia en el blog. I´m sorry!.
El PP, PSOE y cía, son la misma petraña del sistema - tanto la derecha como la izquierda-. El problema es que carecemos de políticos con vocación. La Política ya no existe.
En este presente, hay corruptos y delincuentes de doble moralidad e hipocresía en casi todos los bandos del sistema mundial. Por ejemplo, E2000 es un partido vinculado a la mafia de las rameras, es decir, no se salva nadie. Me considero antisistema y no veo valores dignos en casi ningun partido político de la Democracia. ¿Estamos en los tiempos oscuros evolianos?. ¡Puede ser!.
Actualmente, quien hace "Política" es para su bienestar, hacer la pelota, robar y asegurar sus intereses. El Pueblo, es el corazón de la nación. El Político se debe y tiene que entregar a esa Tierra, no es egoísta ni se baja los calzoncillos con cualquier historia. Es un líder que habla en nombre de las Patrias. Un Político tiene que tener el sentido del Honor, la Lealtad, la Fuerza, la Dignidad, el Valor, la Sabiduría, la Victoria, la Sangre, el Saber estar y la Empatía. El problema, es que se ha perdido la vocación. Por desgracia, no exclusivamente sucede con la Política. ¡Ni tan siquiera existe esa Nobleza honorable y majestuosa de los tiempos pasados!.
¡Ay, cuanta razón tenía Platón! u.u
Salve Et Victoria!
Un saludo Brighid, siempre es un placer tenerte por aquí. Muy interesantes y ciertas tus afirmaciones. Como bien dices ¡Ni tan siquiera existe esa Nobleza honorable y majestuosa de los tiempos pasados!, pero para eso, y otras muchas cosas, estamos aquí, y no somos tan pocos como parece. Algún día, seguro que algún día, impondremos de nuevo esa nobleza honorable y majestuosa con la que nunca debieron dejar de hacerse las cosas.
ResponderEliminarAbrígate por esas tierras, tus lectores estamos deseando que reactives tu blog y nos deleites con tus entradas.
Un saludo.
Como dice Benoist en uno de sus articulos por un lado tenemos a los social liberales y por el otro a los liberal sociales; son lo mismo, PPSOE partido unico. Como bien comenta Brighid E2000 es un partido claramente vinculado a la prostitucion y a la delincuencia en general, es una opcion politica que yo jamas votaria, aunque fuese el unico partido nacionalista (que no lo es ni mucho menos)
ResponderEliminarInteresante articulo. Un saludo
Hola Anónimo y bienvenido al blog, me alegra que te haya gustado la entrada. En cuanto a E2000 creo que tienes toda la razón, la única finalidad aparente de este partido es desprestigiar al resto de movimientos nacionalistas. Un saludo, espero leerte de nuevo por aquí.
ResponderEliminar