Dentro de los artículos que vengo realizando acerca de algunos de los libros que pasan por mis manos, nunca hasta hoy había podido añadir la etiqueta de actualidad. Pero en esta ocasión era inevitable hacerlo porque el libro del que me gustaría hablarles es ¡Indignaos!, escrito por el judío de origen alemán y nacionalizado francés Stéphane Hessel y que se ha convertido en la Biblia de las protestas de los conocidos como “indignados” del movimiento 15M.
Este breve libro publicado por el adinerado ex diplomático Stéphane Hessel, pretende, según él mismo nos cuenta, despertar la conciencia de los jóvenes (además de llenarle los bolsillos, recordemos que sólo en Francia ya ha vendido más de un millón y medio de copias y su traducción es un éxito de ventas en medio mundo). Esto último no nos lo cuenta Hessel sino que lo añado yo por que a él se le ha debido olvidar.
El libro es muy breve, si es que puede llamarse libro a una obra de tan solo 60 páginas a las que además habría que restar la introducción hecha por su amigo José Luis Sampedro (páginas de la 9 a la 15) y el postfacio del editor (que comienza en la 55). Así pues se pueden hacer ustedes una idea de que dicho "libro" en realidad no pasa de ser un pasquín.
No me resisto a escribir unas líneas dedicadas al amigo de Hessel y autor de la introducción, el señor José Luis Sampedro. Créanme, merece la pena conocer un poco más de él porque el señor Sampedro tiene un currículo nada convencional.
Comenzó la Guerra Civil luchando en el bando republicano, del que desertó, y la terminó luchando en el bando nacional. Una vez finalizada la guerra y con Franco en el poder, el señor Sampedro ejerció de catedrático en una de las facultades de economía del régimen, la Universidad Complutense de Madrid para más señas, actividad que compaginó con la mucho más lucrativa de banquero, llegando a alcanzar el puesto de Subdirector General del Banco Exterior de España, actividad profesional que sin duda le permitió sobrellevar con cierto desahogo económico "las penurias" del franquismo.
Ya en democracia su estrella no se eclipsó ¡todo lo contrario! En 1977 es nombrado senador por designación real en las primeras Cortes Democráticas, puesto que ocupará hasta 1979. Con posterioridad a esa fecha, y siempre gracias a su incomparable capacidad de adaptación, se convierte en miembro de la Real Academia Española y gurú ideológico… ¡de la izquierda!
En fin, José Luis Sampedro es un hombre que ha tenido la fortuna de que sus firmes principios siempre han cambiado a tiempo para apostar a caballo ganador. ¿Menuda suerte eh? Imagino que eso (sus firmes principios) y no otra cosa es lo que ha empujado a este ex banquero a prologar el folleto escrito por Hessel en el que, entre otras cosas, se demoniza a la banca.
Como diría Groucho Marx “ Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros..."
Pero empecemos con el texto de Hessel, porque es un ejercicio maestro de manipulación. Tan breve, seductor y ameno que si uno no tiene cierto sentido critico y sobre todo si uno no conoce algunos detalles del personaje que lo ha escrito, corre el riesgo de caer cautivado por estos envenenados cantos de sirena.
Al poco de empezar el señor Hessel nos dice: "Es nuestra obligación velar todos juntos para que nuestra sociedad siga siendo una sociedad de la que podamos sentirnos orgullosos, y no esta sociedad de indocumentados, de expulsiones, de sospechas con respecto a la inmigración; no esta sociedad en la que se ponen en cuestión las pensiones, los logros de la Seguridad Social".
Precioso. ¿No se han emocionado ustedes? Lástima que el señor Hessel conozca el secreto que permitiría abrir las fronteras de Europa a unos cuantos cientos de millones de habitantes de los países del tercer mundo para que disfruten de nuestra Seguridad Social y demás coberturas sin provocar con esto y en un tiempo récord la quiebra y desaparición de dichas coberturas, que por cierto nos ha costado siglos conseguir. Doy por hecho que el señor Hessel conoce el sistema para obrar dicho milagro y lo guarda a buen recaudo, pues de lo contrario estaríamos ante un irresponsable, un cínico, o lo que seria más peligroso un manipulador.
Sólo unos párrafos después afirma lo siguiente en referencia a los logros conseguidos por la resistencia francesa de la que formó parte: "Una verdadera democracia necesita una prensa independiente; la Resistencia lo sabía, lo exigió: defendió la libertad de prensa, su honor y su independencia del estado, de los poderes, del dinero y de las influencias extranjeras. Esto es lo que, desde 1944 aún indican las ordenanzas en relación a la prensa. Ahora bien, esto es lo que está en peligro hoy en día".
Defender una prensa libre de influencias extranjeras es un discurso por el que un político que no fuera de la extrema izquierda habría sido crucificado por xenófobo. ¿Imaginan la reacción de la izquierda francesa y europea ante una declaración así hecha por ejemplo por Jean-Marie Le Pen? ¿se referirá el señor Hessel al lobby judío propietario de los mayores grupos de comunicación del mundo?... No sé, no sé, intuyo que no.
Pero continuemos analizando el párrafo porque una vez más el discurso del señor Hessel resulta embriagador, aunque lo cierto es que asociar libertad de prensa a la actuación de los resistentes en la postguerra es poco menos que una desfachatez. Es posible que dada su avanzada edad al señor Hessel empiece a fallarle la memoria pero afortunadamente para eso están los libros de Historia donde podemos encontrar cosas tan interesantes como éstas:
- Poco después de producirse el desembarco de Normandía, Francois Coulet, comisario de la República en Normandía, promulgó un decreto fechado el 17 de junio de 1944 por el que se suspendían todos los diarios y periódicos y sus bienes quedaban secuestrados, incluidas las prensas para escribir.
- El 22 de junio el general De Gaulle firmó un decreto que se haría publico el 8 de julio en el que se decretaba la suspensión de todos los diarios y periódicos que siguieron activos durante la ocupación, así como el secuestro judicial de sus bienes.
- El 30 de septiembre de 1944 se promulgó en París la prohibición de todos los periódicos nacidos durante la ocupación, así como todos aquellos que existían antes del armisticio de 1940 y que habían seguido apareciendo durante más de 15 días después de la entrada de los alemanes.
Es decir, la resistencia cerró por decreto todo periódico que defendiera posturas distintas a las suyas y se incautó de sus bienes.
Bien es cierto que esta actuación en un periodo de guerra puede estar justificada y seguramente cualquier contendiente en un conflicto habría tomado las mismas o muy similares medidas, ¡pero hombre! una cosa es que en circunstancias tan excepcionales se justifiquen la censura, el cierre de periódicos y la persecución de cientos de intelectuales, periodistas, escritores, editores etc. y otra muy distinta es vendernos esto como una defensa de la libertad de prensa.
De hecho la purga política llevada a cabo en mundo periodístico fue tan exhaustiva e intensa que Albert Camus declaraba en las columnas de Combat que "el periodismo es el único terreno donde la depuración ha sido total porque durante la insurrección hemos realizado una renovación completa del personal".
¿Ya no recuerda el señor Hessel a los inquisidores del Comité Nacional de Escritores (CNE)? Estos miembros de la resistencia fueron los encargados de redactar las listas de escritores que debían ser juzgados, encarcelados, y en ocasiones fusilados. Estas famosas listas fueron ampliamente difundidas y en ellas aparecían nombres de la talla de Robert Brasillach, Celine, Alphonse de Chateaubriant, Jacques Chardone, Drieu la Rochelle, Jean Giono, Marcel Jouhandeau, Henry de Montherland, Paul Morand y un larguísimo etcétera.
Estando el periodista y escritor Robert Brasillach encarcelado por estos defensores de la libertad de prensa y a la espera de ser fusilado por la incorrección de sus opiniones políticas redactó lo que es considerado su testamento literario "Poemas de Fresnes", en el que el joven autor escribió "No pierdas la sonrisa ni siquiera cuando te vayan a ejecutar. La vida es una broma de mal gusto; en vez de centrarte en el mal gusto céntrate en la broma".
Quiero pensar que la lección moral que el ex resistente Hessel nos pretende dar en referencia a la libertad de prensa es sólo una broma de mal gusto... Hagamos caso del malogrado genio de Brasillach, quedémonos con la broma y olvidemos del mal gusto del señor Hessel.
La obra de Hessel continúa de forma bastante persuasiva, atacando el excesivo poder de la banca, la pérdida de derechos de los trabajadores y los abusos de los poderes económicos, para proseguir con un alegato más que acertado contra la indiferencia. Hessel anima a los jóvenes a mirar a su alrededor y encontrar motivos para indignarse, algo que sin duda es la mejor cura contra la indiferencia.
Pero por si algún joven despistado no encuentra por sí solo motivos para indignarse, el señor Hessel ya se encarga de señalárselos: "A los jóvenes, les digo: mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación el trato que se da a los inmigrantes, a los indocumentados, a los gitanos... “.
¡Menos mal que ya se encarga él de decir a nuestros jóvenes qué debe indignarles!
De lo contrario algún despistado podría haber pensado que encontrarse en paro en su propio país, donde se da trabajo a centenares de miles de extranjeros, podría ser motivo de indignación. O alguna joven pareja que observa impotente cómo se entregan pisos de protección oficial a extranjeros mientras a ellos se los niegan, también podrían sentirse indignados. O los muchos trabajadores de sectores como la hostelería, limpieza etc. que han visto cómo los grandes empresarios a los que dice atacar el señor Hessel han usado la mano de obra inmigrante para tirar los sueldos por el suelo e incrementar las diferencias entre ricos y pobres que tanto dice que le preocupan...
Afortunadamente ahora sabemos gracias a Hessel que lo que debe indignar a los jóvenes europeos es el bienestar de los inmigrantes.
¡Bien señor Hessel, bien! Si el motivo de su libro es indignar a la población para que reaccione, enhorabuena, está usted indignándome más y más con cada página.
Pero el punto álgido del cinismo del autor de ¡Indignaos! llega con el capítulo titulado "Mi indignación a propósito de Palestina".
Y en este punto se hace necesario recurrir una vez más a la Historia.
El 3 de septiembre, UNSCOP emitió un informe a la Asamblea General de la ONU según el cual la población de Palestina hacia finales de 1946 se estimaba en casi 1.846.000 personas, de las cuales 1.203.000 eran árabes (el 65 por ciento) y 608.000 judíos (el 33 por ciento). El crecimiento de la población judía se debió principalmente a la inmigración, mientras que el crecimiento de la población árabe había sido "casi en su totalidad" debido al crecimiento natural.
El mismo informe añadía que "no hay una clara separación territorial de las poblaciones judías y árabes en las grandes áreas contiguas", e incluso en el distrito de Jaffa, que incluía Tel Aviv, los árabes constituían la mayoría.
Y por último, las estadísticas de los propietarios de la tierra desde 1945 demostraron que los árabes poseían más tierra que los judíos en todos los distritos de Palestina. El distrito con mayor porcentaje de propiedad judía era Jaffa, donde el 39 por ciento de la tierra estaba en manos de los judíos, comparado con el 47 por ciento de propiedad árabe. En el conjunto de Palestina en ese momento y según el informe de la NSCOP, los árabes eran propietarios del 85 por ciento de la tierra, mientras que los judíos tenían menos del 7 por ciento.
A pesar de estos hechos, la propuesta de la UNSCOP fue ¡que el Estado árabe se constituyera solamente en el 45,5 por ciento de la totalidad de Palestina, mientras que a los judíos se les otorgaría el 55,5 por ciento de la superficie total para su Estado!
La UNSCOP reconoció en su informe que "De acuerdo con el principio de la libre determinación, aunque el derecho internacional reconoció este principio al final de la Primera Guerra Mundial y se ha respetado en lo que respecta a los territorios árabes, en el momento de la creación de los mandatos clase ‘A’ no se aplicó a Palestina, obviamente debido a la intención de posibilitar la creación del hogar nacional judío allí. En realidad bien podría decirse que el hogar nacional judío y el sui generis Mandato para Palestina van contra este principio”.
En otras palabras, el informe reconoce explícitamente que la negación de la independencia Palestina con el fin de lograr el objetivo de establecer un Estado judío constituía una negación del derecho de la mayoría árabe a la libre determinación. Y sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la UNSCOP aceptó esa negación de los derechos árabes dentro del marco legítimo que debía otorgar una solución razonable al conflicto.
Bien, creo que entenderán ustedes que comparto la indignación del señor Hessel en lo referente al tema palestino. Entenderán ustedes que desapruebe que Naciones Unidas, en contra de sus propios criterios, negara los derechos de los árabes para crear de forma artificial y contra el derecho internacional una nación judía, Israel.
Lo que puede que no terminen de entender es por qué les cuento todo esto en relación a la indignación del señor Hessel. Pues muy sencillo, porque el señor Hessel fue un alto funcionario en Naciones Unidas durante el periodo en el que todo esto ocurría y, desde luego, no he sido capaz de encontrar una sola evidencia ni indicio de que este diplomático francés (uno de los pocos países con derecho de veto) de origen judío expresara en aquel entonces la más mínima duda o desacuerdo en relación a la injusta y más que posible ilegal creación del estado de Israel.
Pero no se vayan, todavía hay más. El señor Hessel hace un encendido alegato para que las protestas de los palestinos (protestas que el comparte y entiende, ¡faltaría más!) sean pacificas y no utilicen la violencia contra Israel.
Él, que presume durante todo el libro de forma insistente en su heroico pasado como resistente contra la ocupación alemana, viene y les dice a los palestinos que usen la protesta pacífica contra el pueblo elegido, es decir, el suyo, el judío y no, no crean que es porque con los años el señor Hessel se ha vuelto un amante de la paz y que ya no justifica el uso de la fuerza en ninguna situación, pues sin ir más lejos recientemente se ha mostrado partidario de una intervención militar extranjera en Libia.
¿Qué pasa con el señor Hessel? ¿Es que le parece bien el uso de la violencia siempre que ésta esté dirigida contra cualquiera que no sea Israel? ¿Estará el señor Hessel de acuerdo con que se use la fuerza para hacer cumplir a Israel alguna de las muchas resoluciones de Naciones Unidas que ha incumplido desde su creación?.
¡No! El señor Hessel nunca ha defendido que se tomen medidas de fuerza contra el estado que posiblemente más resoluciones de Naciones Unidas ha incumplido: Israel. El señor Hessel estaba demasiado ocupado defendiendo los bombardeos contra Libia... y ahora viene y escribe un pasquín en el que dice a nuestros jóvenes ¡que se encuentra indignado por lo que ocurre en Palestina! En fin, juzguen ustedes mismos.
En definitiva, nos encontramos ante una obra de fácil lectura que envuelve al lector con hermosas palabras contradicciones y desfachateces que sólo persiguen manipular la opinión de los jóvenes utilizando para ellos la desastrosa situación político-económica en que estamos inmersos.
En fin nada nuevo bajo el sol, sólo otro apóstol del marxismo. Pero tengan cuidado, éste posee una brillante lengua de serpiente con la que hechizar a los más desprevenidos.
Nota 1: Stéphane Hessel suele ser presentado por sus admiradores como "uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948" pero hasta esto es falso, me temo que de nuevo los años y la memoria vuelven a jugarle una mala pasada al señor Hessel y a sus defensores, pues en una entrevista realizada en 2008 el propio Hessel aun era capaz de recordar que fue un mero espectador de dicho acontecimiento y no uno de sus protagonistas "yo no escribí la Declaración. Fui testigo de esta época extraordinaria" afirma Hessel.
Nota 2: Martin Varsavsky multimillonario argentino de origen judío y formado académicamente en las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos, miembro del clan Rockefeller, haciendo gala de un espíritu filantrópico, impropio de una persona que ha amasado toda una colosal fortuna dejándose guiar por la más abyecta codicia, facilitó a los "acampados" del 15-M, en España, la posibilidad de conectarse gratuitamente a Internet, vía wifi, para ello ordenó la instalación de sus famosas foneras (router wifi de la compañía Fon, propiedad de Martin Varsavsky), en todas las acampadas más importantes del 15M.
“En la política, nada sucede por accidente. Si sucede, usted puede apostar que así se planeó”.
Franklin Delano Roosevelt.
Stéphane Hessel
Este breve libro publicado por el adinerado ex diplomático Stéphane Hessel, pretende, según él mismo nos cuenta, despertar la conciencia de los jóvenes (además de llenarle los bolsillos, recordemos que sólo en Francia ya ha vendido más de un millón y medio de copias y su traducción es un éxito de ventas en medio mundo). Esto último no nos lo cuenta Hessel sino que lo añado yo por que a él se le ha debido olvidar.
El libro es muy breve, si es que puede llamarse libro a una obra de tan solo 60 páginas a las que además habría que restar la introducción hecha por su amigo José Luis Sampedro (páginas de la 9 a la 15) y el postfacio del editor (que comienza en la 55). Así pues se pueden hacer ustedes una idea de que dicho "libro" en realidad no pasa de ser un pasquín.
No me resisto a escribir unas líneas dedicadas al amigo de Hessel y autor de la introducción, el señor José Luis Sampedro. Créanme, merece la pena conocer un poco más de él porque el señor Sampedro tiene un currículo nada convencional.
Comenzó la Guerra Civil luchando en el bando republicano, del que desertó, y la terminó luchando en el bando nacional. Una vez finalizada la guerra y con Franco en el poder, el señor Sampedro ejerció de catedrático en una de las facultades de economía del régimen, la Universidad Complutense de Madrid para más señas, actividad que compaginó con la mucho más lucrativa de banquero, llegando a alcanzar el puesto de Subdirector General del Banco Exterior de España, actividad profesional que sin duda le permitió sobrellevar con cierto desahogo económico "las penurias" del franquismo.
Ya en democracia su estrella no se eclipsó ¡todo lo contrario! En 1977 es nombrado senador por designación real en las primeras Cortes Democráticas, puesto que ocupará hasta 1979. Con posterioridad a esa fecha, y siempre gracias a su incomparable capacidad de adaptación, se convierte en miembro de la Real Academia Española y gurú ideológico… ¡de la izquierda!
En fin, José Luis Sampedro es un hombre que ha tenido la fortuna de que sus firmes principios siempre han cambiado a tiempo para apostar a caballo ganador. ¿Menuda suerte eh? Imagino que eso (sus firmes principios) y no otra cosa es lo que ha empujado a este ex banquero a prologar el folleto escrito por Hessel en el que, entre otras cosas, se demoniza a la banca.
Como diría Groucho Marx “ Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros..."
Pero empecemos con el texto de Hessel, porque es un ejercicio maestro de manipulación. Tan breve, seductor y ameno que si uno no tiene cierto sentido critico y sobre todo si uno no conoce algunos detalles del personaje que lo ha escrito, corre el riesgo de caer cautivado por estos envenenados cantos de sirena.
Al poco de empezar el señor Hessel nos dice: "Es nuestra obligación velar todos juntos para que nuestra sociedad siga siendo una sociedad de la que podamos sentirnos orgullosos, y no esta sociedad de indocumentados, de expulsiones, de sospechas con respecto a la inmigración; no esta sociedad en la que se ponen en cuestión las pensiones, los logros de la Seguridad Social".
Precioso. ¿No se han emocionado ustedes? Lástima que el señor Hessel conozca el secreto que permitiría abrir las fronteras de Europa a unos cuantos cientos de millones de habitantes de los países del tercer mundo para que disfruten de nuestra Seguridad Social y demás coberturas sin provocar con esto y en un tiempo récord la quiebra y desaparición de dichas coberturas, que por cierto nos ha costado siglos conseguir. Doy por hecho que el señor Hessel conoce el sistema para obrar dicho milagro y lo guarda a buen recaudo, pues de lo contrario estaríamos ante un irresponsable, un cínico, o lo que seria más peligroso un manipulador.
Sólo unos párrafos después afirma lo siguiente en referencia a los logros conseguidos por la resistencia francesa de la que formó parte: "Una verdadera democracia necesita una prensa independiente; la Resistencia lo sabía, lo exigió: defendió la libertad de prensa, su honor y su independencia del estado, de los poderes, del dinero y de las influencias extranjeras. Esto es lo que, desde 1944 aún indican las ordenanzas en relación a la prensa. Ahora bien, esto es lo que está en peligro hoy en día".
Defender una prensa libre de influencias extranjeras es un discurso por el que un político que no fuera de la extrema izquierda habría sido crucificado por xenófobo. ¿Imaginan la reacción de la izquierda francesa y europea ante una declaración así hecha por ejemplo por Jean-Marie Le Pen? ¿se referirá el señor Hessel al lobby judío propietario de los mayores grupos de comunicación del mundo?... No sé, no sé, intuyo que no.
Pero continuemos analizando el párrafo porque una vez más el discurso del señor Hessel resulta embriagador, aunque lo cierto es que asociar libertad de prensa a la actuación de los resistentes en la postguerra es poco menos que una desfachatez. Es posible que dada su avanzada edad al señor Hessel empiece a fallarle la memoria pero afortunadamente para eso están los libros de Historia donde podemos encontrar cosas tan interesantes como éstas:
- Poco después de producirse el desembarco de Normandía, Francois Coulet, comisario de la República en Normandía, promulgó un decreto fechado el 17 de junio de 1944 por el que se suspendían todos los diarios y periódicos y sus bienes quedaban secuestrados, incluidas las prensas para escribir.
- El 22 de junio el general De Gaulle firmó un decreto que se haría publico el 8 de julio en el que se decretaba la suspensión de todos los diarios y periódicos que siguieron activos durante la ocupación, así como el secuestro judicial de sus bienes.
- El 30 de septiembre de 1944 se promulgó en París la prohibición de todos los periódicos nacidos durante la ocupación, así como todos aquellos que existían antes del armisticio de 1940 y que habían seguido apareciendo durante más de 15 días después de la entrada de los alemanes.
Es decir, la resistencia cerró por decreto todo periódico que defendiera posturas distintas a las suyas y se incautó de sus bienes.
Bien es cierto que esta actuación en un periodo de guerra puede estar justificada y seguramente cualquier contendiente en un conflicto habría tomado las mismas o muy similares medidas, ¡pero hombre! una cosa es que en circunstancias tan excepcionales se justifiquen la censura, el cierre de periódicos y la persecución de cientos de intelectuales, periodistas, escritores, editores etc. y otra muy distinta es vendernos esto como una defensa de la libertad de prensa.
De hecho la purga política llevada a cabo en mundo periodístico fue tan exhaustiva e intensa que Albert Camus declaraba en las columnas de Combat que "el periodismo es el único terreno donde la depuración ha sido total porque durante la insurrección hemos realizado una renovación completa del personal".
¿Ya no recuerda el señor Hessel a los inquisidores del Comité Nacional de Escritores (CNE)? Estos miembros de la resistencia fueron los encargados de redactar las listas de escritores que debían ser juzgados, encarcelados, y en ocasiones fusilados. Estas famosas listas fueron ampliamente difundidas y en ellas aparecían nombres de la talla de Robert Brasillach, Celine, Alphonse de Chateaubriant, Jacques Chardone, Drieu la Rochelle, Jean Giono, Marcel Jouhandeau, Henry de Montherland, Paul Morand y un larguísimo etcétera.
Estando el periodista y escritor Robert Brasillach encarcelado por estos defensores de la libertad de prensa y a la espera de ser fusilado por la incorrección de sus opiniones políticas redactó lo que es considerado su testamento literario "Poemas de Fresnes", en el que el joven autor escribió "No pierdas la sonrisa ni siquiera cuando te vayan a ejecutar. La vida es una broma de mal gusto; en vez de centrarte en el mal gusto céntrate en la broma".
Quiero pensar que la lección moral que el ex resistente Hessel nos pretende dar en referencia a la libertad de prensa es sólo una broma de mal gusto... Hagamos caso del malogrado genio de Brasillach, quedémonos con la broma y olvidemos del mal gusto del señor Hessel.
La obra de Hessel continúa de forma bastante persuasiva, atacando el excesivo poder de la banca, la pérdida de derechos de los trabajadores y los abusos de los poderes económicos, para proseguir con un alegato más que acertado contra la indiferencia. Hessel anima a los jóvenes a mirar a su alrededor y encontrar motivos para indignarse, algo que sin duda es la mejor cura contra la indiferencia.
Pero por si algún joven despistado no encuentra por sí solo motivos para indignarse, el señor Hessel ya se encarga de señalárselos: "A los jóvenes, les digo: mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación el trato que se da a los inmigrantes, a los indocumentados, a los gitanos... “.
¡Menos mal que ya se encarga él de decir a nuestros jóvenes qué debe indignarles!
De lo contrario algún despistado podría haber pensado que encontrarse en paro en su propio país, donde se da trabajo a centenares de miles de extranjeros, podría ser motivo de indignación. O alguna joven pareja que observa impotente cómo se entregan pisos de protección oficial a extranjeros mientras a ellos se los niegan, también podrían sentirse indignados. O los muchos trabajadores de sectores como la hostelería, limpieza etc. que han visto cómo los grandes empresarios a los que dice atacar el señor Hessel han usado la mano de obra inmigrante para tirar los sueldos por el suelo e incrementar las diferencias entre ricos y pobres que tanto dice que le preocupan...
Afortunadamente ahora sabemos gracias a Hessel que lo que debe indignar a los jóvenes europeos es el bienestar de los inmigrantes.
¡Bien señor Hessel, bien! Si el motivo de su libro es indignar a la población para que reaccione, enhorabuena, está usted indignándome más y más con cada página.
Pero el punto álgido del cinismo del autor de ¡Indignaos! llega con el capítulo titulado "Mi indignación a propósito de Palestina".
Y en este punto se hace necesario recurrir una vez más a la Historia.
El 3 de septiembre, UNSCOP emitió un informe a la Asamblea General de la ONU según el cual la población de Palestina hacia finales de 1946 se estimaba en casi 1.846.000 personas, de las cuales 1.203.000 eran árabes (el 65 por ciento) y 608.000 judíos (el 33 por ciento). El crecimiento de la población judía se debió principalmente a la inmigración, mientras que el crecimiento de la población árabe había sido "casi en su totalidad" debido al crecimiento natural.
El mismo informe añadía que "no hay una clara separación territorial de las poblaciones judías y árabes en las grandes áreas contiguas", e incluso en el distrito de Jaffa, que incluía Tel Aviv, los árabes constituían la mayoría.
Y por último, las estadísticas de los propietarios de la tierra desde 1945 demostraron que los árabes poseían más tierra que los judíos en todos los distritos de Palestina. El distrito con mayor porcentaje de propiedad judía era Jaffa, donde el 39 por ciento de la tierra estaba en manos de los judíos, comparado con el 47 por ciento de propiedad árabe. En el conjunto de Palestina en ese momento y según el informe de la NSCOP, los árabes eran propietarios del 85 por ciento de la tierra, mientras que los judíos tenían menos del 7 por ciento.
A pesar de estos hechos, la propuesta de la UNSCOP fue ¡que el Estado árabe se constituyera solamente en el 45,5 por ciento de la totalidad de Palestina, mientras que a los judíos se les otorgaría el 55,5 por ciento de la superficie total para su Estado!
La UNSCOP reconoció en su informe que "De acuerdo con el principio de la libre determinación, aunque el derecho internacional reconoció este principio al final de la Primera Guerra Mundial y se ha respetado en lo que respecta a los territorios árabes, en el momento de la creación de los mandatos clase ‘A’ no se aplicó a Palestina, obviamente debido a la intención de posibilitar la creación del hogar nacional judío allí. En realidad bien podría decirse que el hogar nacional judío y el sui generis Mandato para Palestina van contra este principio”.
En otras palabras, el informe reconoce explícitamente que la negación de la independencia Palestina con el fin de lograr el objetivo de establecer un Estado judío constituía una negación del derecho de la mayoría árabe a la libre determinación. Y sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la UNSCOP aceptó esa negación de los derechos árabes dentro del marco legítimo que debía otorgar una solución razonable al conflicto.
Bien, creo que entenderán ustedes que comparto la indignación del señor Hessel en lo referente al tema palestino. Entenderán ustedes que desapruebe que Naciones Unidas, en contra de sus propios criterios, negara los derechos de los árabes para crear de forma artificial y contra el derecho internacional una nación judía, Israel.
Lo que puede que no terminen de entender es por qué les cuento todo esto en relación a la indignación del señor Hessel. Pues muy sencillo, porque el señor Hessel fue un alto funcionario en Naciones Unidas durante el periodo en el que todo esto ocurría y, desde luego, no he sido capaz de encontrar una sola evidencia ni indicio de que este diplomático francés (uno de los pocos países con derecho de veto) de origen judío expresara en aquel entonces la más mínima duda o desacuerdo en relación a la injusta y más que posible ilegal creación del estado de Israel.
Pero no se vayan, todavía hay más. El señor Hessel hace un encendido alegato para que las protestas de los palestinos (protestas que el comparte y entiende, ¡faltaría más!) sean pacificas y no utilicen la violencia contra Israel.
Él, que presume durante todo el libro de forma insistente en su heroico pasado como resistente contra la ocupación alemana, viene y les dice a los palestinos que usen la protesta pacífica contra el pueblo elegido, es decir, el suyo, el judío y no, no crean que es porque con los años el señor Hessel se ha vuelto un amante de la paz y que ya no justifica el uso de la fuerza en ninguna situación, pues sin ir más lejos recientemente se ha mostrado partidario de una intervención militar extranjera en Libia.
¿Qué pasa con el señor Hessel? ¿Es que le parece bien el uso de la violencia siempre que ésta esté dirigida contra cualquiera que no sea Israel? ¿Estará el señor Hessel de acuerdo con que se use la fuerza para hacer cumplir a Israel alguna de las muchas resoluciones de Naciones Unidas que ha incumplido desde su creación?.
¡No! El señor Hessel nunca ha defendido que se tomen medidas de fuerza contra el estado que posiblemente más resoluciones de Naciones Unidas ha incumplido: Israel. El señor Hessel estaba demasiado ocupado defendiendo los bombardeos contra Libia... y ahora viene y escribe un pasquín en el que dice a nuestros jóvenes ¡que se encuentra indignado por lo que ocurre en Palestina! En fin, juzguen ustedes mismos.
En definitiva, nos encontramos ante una obra de fácil lectura que envuelve al lector con hermosas palabras contradicciones y desfachateces que sólo persiguen manipular la opinión de los jóvenes utilizando para ellos la desastrosa situación político-económica en que estamos inmersos.
En fin nada nuevo bajo el sol, sólo otro apóstol del marxismo. Pero tengan cuidado, éste posee una brillante lengua de serpiente con la que hechizar a los más desprevenidos.
Nota 1: Stéphane Hessel suele ser presentado por sus admiradores como "uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948" pero hasta esto es falso, me temo que de nuevo los años y la memoria vuelven a jugarle una mala pasada al señor Hessel y a sus defensores, pues en una entrevista realizada en 2008 el propio Hessel aun era capaz de recordar que fue un mero espectador de dicho acontecimiento y no uno de sus protagonistas "yo no escribí la Declaración. Fui testigo de esta época extraordinaria" afirma Hessel.
Nota 2: Martin Varsavsky multimillonario argentino de origen judío y formado académicamente en las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos, miembro del clan Rockefeller, haciendo gala de un espíritu filantrópico, impropio de una persona que ha amasado toda una colosal fortuna dejándose guiar por la más abyecta codicia, facilitó a los "acampados" del 15-M, en España, la posibilidad de conectarse gratuitamente a Internet, vía wifi, para ello ordenó la instalación de sus famosas foneras (router wifi de la compañía Fon, propiedad de Martin Varsavsky), en todas las acampadas más importantes del 15M.
“En la política, nada sucede por accidente. Si sucede, usted puede apostar que así se planeó”.
Franklin Delano Roosevelt.
¡Bravo! Excelente entrada.
ResponderEliminarSólo le puedo encontrar un pero, ¿por qué apóstol del marxismo? Este señor, según entiendo, representa al neoliberalismo internacional más radical, no al marxismo.
No obstante, te agradecería me dieras tu consentimiento para reproducir íntegramente este estupendo texto en mi blog (FUTUROENLIBERTAD).
Saludos.
Hola Liberto
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado la entrada y por supuesto no hay ningún inconveniente en que la reproduzcas en tu blog. Soy de la opinión de que cuando alguien publica algo en Internet lo deja a la disposición de todos los usuarios de la red.
En cualquier caso el que me pidas permiso es un acto de cortesía que te agradezco, y siempre que quieras coger algún artículo de mi blog puedes hacerlo con total libertad.
Entiendo la referencia que haces al marxismo y quizá debería haber sido más exacto y poner "marxismo cultural", que no sólo no está reñido con el liberalismo sino que en las clases medias acomodadas es donde ha tenido su mejor acogida. De hecho no es difícil encontrar este tipo de personajes que hoy despectivamente son etiquetados como "pijoprogres".
Pero en fin, éste supongo que es un tema que daría para horas de debate alrededor de una taza de café o una copa.
Un saludo.
Realmente un gran trabajo de investigacion periodistica.
ResponderEliminarEl gran problema es que a pesar de saber quien es el enemigo, ya que esta plenamente identificado nadie hace nada, la gente lee , entiende conoce al enemigo, y simplemente sigue su camino.
Yo personalmente creo que el s.i.onismo internacional simplemente ya gano, son los dueños del planeta, veo irremediable una invasion del cuarto mundo hacia europa.
España mismo esta invadida, esta vencida, y los españoles no hacen nada, ni siquiera se reproducen!!!, botellon , cocaina y futbol.
Como hitler al final de la guerra yo tambien e perdido la fe en la otrora brillante y digna raza blanca, actualmente el feminismo, el hedonismo y el megabuenismo han destruido al hombre blanco, la promiscuidad femenina, el afeminamiento de los hombres, los vicios y la NULA tasa de nacimientos, han destruido por completo al hombre europido, en europa y en america.
Realmente no veo ni siquiera un rayo de esperanza, nada, la guerra se ha perdido.
Anonimo,,,,,,,,,,
ResponderEliminarUna de las cosas mas sorprendentes de la historia, es la inmensa cantidad de oro que fue a manos de banqueros europeos, vino desde America, y fue ganado con sangre española.
"Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado."
(Quevedo).
El 'imperio español', no fue riqueza para los españoles.
Lo fue para los banqueros (GEnova) que daban credito a la monarquia española para sus guerras europeas...........
¿Se crearon hospitales en cada ciudad de españa, escuelas, canales de aguas, simples silos de almacenamiento del trigo?.
No.
Teniamos mas oro y ejercito que nadie tuvo nunca, y los barcos llenos de oro, ni iban a Sevilla, iban directos a holanda.
¿Que esta pasando con EEUU?.
Guerras, y mas guerras, y mientras, toda la riqueza generada (Petroleo robado, control de la produccion de droga en Afganistan..), ¿Que efectos tiene en el pueblo americano?.
Su deuda, con la FED, es astronomica, trillones de dolares.
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Anonimo.........
Si, ya en 2008 yo me di , casi, por vencido.
Feminismo dices, sea algo del tema.
Mira, el tema del nazismo, hay algo que hace unos años, nadie me había contado, y descubrí.
Fue el único país que prohibió, por ley, el interés bancario.
¿Porque no nos lo contaron entre tanto documental de la WWII?.
Si anónimo, yo me he arrepentido, casi, de estudiar.
Conocer, es terrible.
Y lo peor, conocer la naturaleza humana.
De cada 1000 seres humanos, 999 solo les importa (Perdon por la palabra) follar, beber, un gran televisor, un gran coche, y ,,,,,,,,,,,,,,,,,,, y aplastar a su vecino.
Recuerdo una frase de los protocolos de los sabios de sion:
'Ni para el mas razonable acuerdo colaboraran entre si los gentiles, tal es su envidia mutua...'.
Anonimo, yo no me considero, a mis 50 años, derrotado.
Me temo, que soy, de otra raza.
Una raza distinta.
Absolutamente en inferioridad de condiciones y poder.
Pero distinta.
Y si, estamos en minoria, y estamos, hoy, derrotados.
Javier.
Pero cada vez mas, siento la realidad de una revolucion que viene desde el futuro, no como necesidad desde el pasado, sino como nueva realidad, desde el futuro, del mismo modo que el homos sapiens no vino como necesidad desde el neanderthal, sino como simple y llana nueva raza del futuro.
ResponderEliminarMe siento en absoluta inferioridad, siento y añoro en mi el recuerdo de tantos que durante milenios, desde Babilonia, han sentido que algo no estaba bien, que ese no era su mundo, que el interes bancario, la usura, el becerro del oro, el control de la creacion de moneda (Que intentaron romper Julio Cesar y J.F. Kennedy, y ambos fueron asesinados) como clave para controlar a toda la humanidad y convertirla en animales que solo saben odiarse entre ellos, NO ES DE SU MUNDO.
Que ellos sienten en su interior que pertenecen a otro mundo donde nada de eso existe.
A veces he sentido en mi algo atavico, muy anterior a todo tiempo, de una lucha, eterna.
Muy anterior a WWII, Roma, Babilonia, la tierra incluso.
Es un recuerdo, casi extinguido, de una vieja y primordial lucha.
De un enemigo que estuvo, está, y estará.
De un enemigo, de nuestro autentico ser, de nuestra autentica raza.
Seria facil terminar el mensaje diciendo que los homo sapiens empezaron en minoria pero acabaron ganando a los neanderthal.
No me gusta lo facil.
Saludos.
Javier.
Gracias Winston, acabo de colgar este artículo en mi blog. Sobre lo del marxismo cultural, entiendo lo que quieres decir (aunque yo no lo llamaría así), te refieres a la progresía, los auténticos Torquemadas: avaros compelidos a la sobreactuación buenista (con abrazo del "credo" marxista de los débiles) para "salvación" de sus almas, según retratara Galdós. Siento haber tardado tanto en contestar. Saludos.
ResponderEliminarHola Liberto
ResponderEliminarNo te preocupes por la tardanza, como ves yo también he tardado un tanto. En ocasiones nuestras obligaciones no nos dejan el tiempo que desearíamos para estas actividades, aunque afortunadamente en mi caso no ha sido por una obligación, sino por vacaciones.
Un saludo.
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Felicitarte por el buen articulo realizado.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminaranónimo !!
ResponderEliminar"Realmente no veo ni siquiera un rayo de esperanza, nada, la guerra se ha perdido."
¡¿y qué importa 'la esperanza'?! las fuerzas nacionalsocialistas de toda europa no pensaban en la esperanza cuando luchaban a fines del 44 y comienzos del 45 y el combate fue tenaz y por providencia no se venció
luchar siempre, con fe ciega!. a la mierda con la esperanza