jueves, 11 de febrero de 2010

Desempleo y riqueza

En ocasiones, ver una situación desde un ángulo distinto cambia radicalmente la percepción del conjunto. Y cuando esto se hace con un problema, la propia naturaleza del problema parece cambiar, y la forma de afrontarlo lógicamente también.

De hecho creo que en política, por encima de los programas y de las bases ideológicas, lo que realmente marca la diferencia entre las distintas corrientes sociales es ese ángulo de visión desde el que se observa la realidad y se afrontan los problemas.

Como diría Goebbels: “La visión del mundo significa observar a los seres humanos y a sus circunstancias con respecto al mundo, al Estado, a la economía, a la cultura y a la religión siempre desde el mismo ángulo visual.”

Es mi intención echar un vistazo al acuciante y grave problema del paro desde un ángulo muy distinto al que estamos acostumbrados por la plutocracia de los países occidentales. Intentaré presentarlo desde mi forma de ver el mundo y para ello partiré de dos ideas básicas.

La primera: es el material humano lo que ha hecho de los países occidentales los más desarrollados del mundo. No han sido ni las riquezas naturales ni el clima... No, han sido sencillamente las gentes que componían dichos pueblos, su capacidad y actitud.

La segunda: es una idea que leí expresada por Ángel, un camarada y amigo: En una nación, en un país de verdad, los parados no son un problema, sino una capacidad inutilizada de crear riqueza.

Si unimos estas dos ideas, el resultado es sorprendente: si es nuestro material humano nuestra principal riqueza y cada parado es una capacidad desaprovechada, todo cambia radicalmente, la cuestión ya no es que sobren trabajadores ¡¡eso sería como decir que sobra riqueza!! Sería como oír al gobierno sudafricano decir que tienen un problema por que les sobra oro o a Arabia Saudí lamentarse por tener demasiado petróleo en su subsuelo.

Nos rasgamos las vestiduras escandalizados con la ineficacia y corrupción de gobiernos del tercer mundo, en donde la gente muere de hambre a pesar de la indiscutible riqueza de esas tierras que sus clases dirigentes son incapaces de aprovechar salvo para su enriquecimiento personal.

Pues nuestra riqueza es nuestro capital humano, muy superior al de cualquier otro pueblo. Tenemos varios millones de los mejores trabajadores del planeta mano sobre mano, y en medio de la fortuna tirada que esto representa, encontramos una clase dirigente absolutamente ineficaz que nos dice que no hay dinero.

Y a mí lo que me parece es que su forma de ver el mundo es una gran estafa y que no es que no haya dinero, lo que no hay es vergüenza.

En la crisis de Alemania de 1930 había millones de desocupados y la miseria se apoderaba de los hogares de los alemanes. Pocos años más tarde existía en Alemania empleo pleno, es más, faltaba mano de obra para poder afrontar todos los grandes proyectos que estaban convirtiendo a Alemania en la primera potencia mundial y en el país donde sus ciudadanos disfrutaban de un mejor nivel de vida.

Nos han contado que es necesario tener riqueza para crear trabajo, pero es justo al contrario: es el trabajo el que crea la riqueza y la existencia de paro es solo una muestra de la incompetencia del estado que desaprovecha nuestra principal materia prima, sumiendo nuestros hogares en la miseria.

4 comentarios:

  1. Respecto al espectacular aumento de la ocupación y desarrollo de la Alemania de 1933 a 1939, todos nos habremos encontrado a "enterados reflexivos" que dicen que es porque se estaban preparando para la guerra y los puestos de trabajo eran construyendo armas, municiones, tanques, etc., etc., y yo me pregunto que si Polonia hubiese aceptado a los alemanes como "pagapensiones" como hacemos nosotros con otros invasores infinitamente mas impresentables ya no hubiese habido guerra y para postres Alemania quería recuperar los territorios históricos de Prusia oriental que había perdido en la 1ª guerra mundial y conflictos y tratados anteriores.Vamos,que reclamaba lo que creía y de hecho había sido suyo y como no se lo daban, pues se lo tomó... .porque podía

    ResponderEliminar
  2. El trabajo crea riqueza y el robo, pobreza (para la víctima, se entiende). Cuando los trabajadores de un país se empobrecen es señal, sin duda, de que alguien se está quedando con el resultado de su esfuerzo. Alemania expulsó a los ladrones y el país remontó en un tiempo récord. Todavía están pagando es osadía.

    ResponderEliminar
  3. Para Anónimo. Ciertamente toda la realidad económica y social de la Alemania de la preguerra suele zanjarse de un plumazo con la falsa afirmación de que la industria se desarrolló gracias al esfuerzo bélico. Al parecer todo el progreso conseguido en bienestar social y en la mejora del nivel de vida de los alemanes es algo que no debe ser aireado no sea que a algún fanático peligroso se le ocurra pensar que si Alemania consiguió en cinco años pasar del hambre a ser, posiblemente, el país en que sus ciudadanos gozaban de un mejor nivel de vida, podría volver a conseguirse.

    Saludos y bienvenido al blog.

    ResponderEliminar
  4. Hola Tripallocavipasec. Como siempre, un placer tenerte por aquí. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, la usura es el gran cáncer de Occidente y lo es a todos los niveles. Desde la casa del trabajador a la economía del país.

    Recordando los versos de Ezra Pound: "Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra con bien cortados bloques y dispuestos..."

    Un saludo

    ResponderEliminar