miércoles, 1 de septiembre de 2010

Gaddafi: la guerra demográfica


Gaddafi pide a la UE 5.000 millones de euros anuales a modo de chantaje para impedir que Europa se convierta en un continente negro.

Me gustaría decir de este chantajista que su idea es totalmente absurda, descabellada y falta de cualquier asomo de sentido común, pero me estaría dejando llevar por el desprecio que me inspira su persona.

Su amenaza es absurda, no por lo irracional sino por tardía.

¿Por qué vamos a pagar por controlar la inmigración que viene en pateras cuando prácticamente la totalidad de los inmigrantes entran en Europa por los aeropuertos?

¿Por qué vamos ahora a oponernos a la invasión racial cuando uno de cada cuatro de los niños que nacen en España son hijos de inmigrantes de genes extraeuropeos?

Llega tarde señor Gaddafi, su amenaza llega demasiado tarde.

Seamos realistas. Una solución pacífica a la africanización de Europa y a la pérdida de su identidad cultural-racial, es decir a la continuidad de los europeos como pueblo y no como mera entidad político administrativa, es casi imposible.

Lo verdaderamente significativo es que hasta Gaddafi reconoce una amenaza la presión demográfica que pueblos extra europeos están ejerciendo sobre nosotros. El pobre aún no se ha dado cuenta de que Europa esta cuajada de traidores que aplauden y colaboran activamente con nuestra desaparición.

Me pregunto qué habrá pasado por la cabeza de todos esos componentes de oeneges y los políticos del PPSOE que dedican todos sus esfuerzos a importar inmigrantes a España cuando hayan oído las palabras de Gaddafi. Seguramente habrán pensado sorprendidos ¿nos amenaza con el paraíso multicultural? ¿O quizá habrán cruzado los dedos y habrán deseado en lo más profundo de su corazón que Gaddafi cumpla su amenaza? No lo sé, lo cierto es que no consigo entrar en la cabeza de estos seres multiculturales que, paradójica ironía, desean la preservación de toda cultura menos la suya.

Sí sé que, contra toda lógica, no habrán pensado que algo va mal en sus esquemas, que algo, sencillamente, no cuadra cuando un líder africano amenaza a su país y al resto de países de su entorno con aquello a lo que ellos se dedican con ahínco.

La inmigración ha tomado proporciones de invasión y la presión demográfica ejercida sobre nuestro país es insostenible, el inmigrante ha sido declarado oficialmente como arma estratégica por el señor Gaddafi, aunque muchos otros líderes extraeuropeos lo habían hecho con anterioridad.

¿Cuándo despertaremos los occidentales que al parecer somos los únicos que no nos hemos enterado?

¿Cuándo nos daremos cuenta de que la amenaza es real y que con lo que se nos amenaza es con la extinción de nuestra existencia como pueblo y como civilización?

3 comentarios:

  1. De hecho hay muchas cosas sorprendentes en este viaje de Gaddafi a Italia, y no sólo su extravagante puesta en escena (muy propia del propio Gaddafi).

    Es evidente que Gaddafi no practica la taqiyya o disimulo que todo fiel (musulmán) debe mostrar en los primeros momentos expansivos en un suelo extraño. Más bien todo lo contrario:
    - se reúne con un nutrido grupo de cuasimodelos y trata de enseñarles las virtudes del islam
    - exige una cantidad de dinero a la UE para evitar que Europa se llene de negros y deje de ser Europa (el fondo de la afirmación lo podría firmar yo perfectamente)
    - todo esto envuelto en las excentricidades del personaje.

    ¿Verdaderamente Gaddafi cree en lo que dice?, ¿está llamando la atención sobre el problema obedeciendo a algún tipo de fidelidades inconfesables?, ¿su excentricidad y egocentrismo es superior a todo lo demás y no calibra bien las consecuencias desenmascaradoras (de la invasión/colonización) de sus actos?

    Dudas...

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  2. bueno, hay que entender que fuera de Europa lo del buenismo no se comprende. Gadaffi ve que hay un montón de señores que quieren ir a Europa sin que haya trabajo para ellos y que eso es un problema para los estados y las sociedades europeas, y por eso busca una solución que pueda ser rentable para él. y es que la falta de ganas por sobrevivir de los europeos es algo sobrecogedor e ininteligible. ¡Si estamos deseando desaparecer!

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  3. Hola grossweiss, totalmente de acuerdo contigo. Me quedo con esta última frase: "la falta de ganas por sobrevivir de los europeos es algo sobrecogedor e ininteligible. ¡Si estamos deseando desaparecer!"

    Muy cierto y muy bien expresado.

    Saludos

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