En la fría madrugada del 6 de febrero de 1945 en la francesa prisión de Fresnes, se escucha el último grito del reo ¡Valor! ¡Viva Francia!. Acto seguido una descarga de doce fusiles franceses siegan la vida del joven de 36 años al que pocos días antes había descrito el dramaturgo Jean Anouilh diciendo "Encerrado entre cuatro muros de cemento y sin más esperanza que la de morir bien".
Su nombre, Robert Brasillach, conocido también como el James Dean del fascismo. Su crimen, un crimen de pensamiento. Escritor poeta critico de cine.,. y director del periodico “Je suis partout” (Estoy en todas partes).
Bajo su dirección “Je suis partout” se convirtió en portavoz del fascismo internacional. Los seguidores italianos de Mussolini, los falangistas españoles y la Guardia de Hierro rumana colaboraron activamente en la redacción de los 300.000 ejemplares editados bajo su dirección.
Brasillach y sus colaboradores, entre los que figuran algunos de los más brillantes intelectuales franceses, apuntan sus dardos contra a los siete “poderes internacionales que dominan el mundo”: el comunismo, la socialdemocracia, la iglesia católica, el protestantismo, la masonería, los trusts económicos y el judaísmo.
Al finalizar la guerra las ejecuciones sumariales se producen a miles en Francia de forma totalmente impune. Los comunistas de la resistencia le buscan como una jauría sedienta de sangre y al no encontrarle secuestran a su madre y a su hermana; es entonces cuando Brasillach decide entregarse.
El simulacro de juicio empieza el día 19 de enero de 1945. Muchos intelectuales franceses redactan una petición de clemencia: Albert Camus, Jean Cocteau, André Malraux, François Mauriac, Paul Valéry… pero su suerte estaba echada. La vida del joven Brasillach será una más de las decenas de miles de vidas que Chales de Gaulle arrojaría a los pies de los comunistas franceses para evitar una guerra civil.
Pierre Henri Teitgen, ministro de justicia de la IV república, declaró que “Danton, Robespierre y los demás eran unas criaturas comparados con nosotros, ellos no hicieron nada mas que condenar a 17.000 traidores, pero nosotros hemos ejecutado ya a 105.000.”
Estando Brasillach en prisión redactó lo que es considerado su testamento literario "Poemas de Fresnes", en el que el joven autor escribió "No pierdas la sonrisa ni siquiera cuando te vayan a ejecutar. La vida es una broma de mal gusto; en vez de centrarte en el «mal gusto», céntrate en la «broma»."
Robert Brasillach nació el 31 de marzo de 1909 y murió el 6 de febrero de 1945 en la prisión de Fresnes. Descanse en paz.
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